Congreso de la República rechazó propuesta de Gustavo Petro de imprimir más billetes para pagarle a las víctimas del conflicto: incrementará la inflación

El presidente Gustavo Petro generó una fuerte controversia por sugerir que el Banco de la República imprima más dinero para compensar a las víctimas del conflicto armado.

La FM les consultó a diferentes personalidades sobre esta propuesta, entre ellos, Efraín Cepeda, que advirtió sobre los efectos inflacionarios que tendría la emisión de dinero. Según Cepeda, este tipo de medidas requieren una decisión unánime del Banco de la República, lo que considera improbable.

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En la misma línea, Saray Robayo, representante a la Cámara, cuestionó la viabilidad de la propuesta y la calificó de improvisada. Robayo remarcó la independencia del Banco de la República y su responsabilidad en la política monetaria, enfatizando que imprimir dinero únicamente aumentaría la inflación.

La polémica se profundizó después de un informe conjunto de la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo, en el que se advierte que la reparación a las víctimas del conflicto armado costaría una cantidad considerable.

Frente a este informe, Petro argumenta que no es posible depender únicamente del Presupuesto General de la Nación y que deben explorarse otras alternativas.

El rechazo no solo proviene del medio político. Diversos sectores académicos y analistas económicos han señalado que incrementar la cantidad de dinero en circulación generaría presiones inflacionarias, afectando la estabilidad económica del país.

Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, emitió una serie de duras críticas a la propuesta del presidente Gustavo Petro de imprimir más billetes para financiar la reparación de las víctimas del conflicto armado en Colombia.

Durante una entrevista con La FM, Cárdenas advirtió que esta decisión podría sumir al país en una crisis económica, similar a la vivida por naciones como Venezuela y Argentina.

La propuesta de aumentar la cantidad de billetes en circulación fue catalogada por Cárdenas como no solo inviable, sino también peligrosa. En su análisis, destacó que esta medida no brinda una solución efectiva y pone en riesgo la estabilidad económica del país.

Cárdenas sugirió que la verdadera intención podría ser desviar la atención de la población de problemáticas críticas, como el desabastecimiento de combustible para la aviación. “Estamos cayendo en el juego de Gustavo Petro porque cada día da una propuesta diferente. Eso tiene una intención: distraer a Colombia del verdadero debate, que es dar los resultados de su gestión”, indicó el exministro.

En cuanto al tema de la reparación de víctimas, Cárdenas subrayó que los recursos necesarios ya existen, pero que el gobierno actual ha priorizado otras áreas en lugar de centrarse en este tema fundamental. “El país ha tenido otras prioridades, pero no le ha dado tanta prioridad al tema de la reparación,” afirmó. Según él, es necesario otorgar “prioridad absoluta a este tema en un buen plazo de tiempo para acomodarlo en el tema presupuestal”.

Los efectos potencialmente negativos sobre el empleo formal también fueron un punto de preocupación para Cárdenas. Expresó su inquietud ante la posibilidad de que el gobierno reintroduzca impuestos sobre la nómina para aportes al SENA, el ICBF y para la salud, lo cual podría afectar gravemente la generación de empleo formal. “Mi gran preocupación es que van a volver a afectar a los trabajadores colombianos,” cerró.

En un artículo publicado por Bloomberg, esta dinámica de oferta y demanda y el impacto de la inflación fueron detallados hace más de medio siglo por el economista liberal Milton Friedman.

Friedman argumentó que un aumento en la cantidad de dinero en circulación que supera el ritmo de crecimiento de la producción de bienes y servicios termina causando inflación. Esta inflación, a su vez, erosiona el poder adquisitivo del dinero, afectando especialmente a los más vulnerables, quienes verían cómo su dinero vale menos con el tiempo.

Bloomberg afirma que la inflación no solo afecta los precios de los bienes de consumo, sino también la confianza en la moneda nacional. Si la gente percibe que el valor de su dinero está disminuyendo rápidamente, tienden a gastar más rápido para evitar perder poder adquisitivo, lo que a su vez puede acelerar la inflación, creando un ciclo difícil de romper.

El medio también destaca que en ciertos contextos históricos, como en países que han experimentado hiperinflación, el simple acto de imprimir dinero sin control ha llevado a desastres económicos.