La crisis migratoria en la región del Darién, que conecta el Urabá antioqueño con Panamá, sigue causando conmoción y tensiones tanto a nivel local como internacional. Mientras Colombia, Panamá y Estados Unidos acordaron una revisión en 60 días para evaluar las medidas a tomar, la situación en el municipio de Necoclí requiere respuestas urgentes.
Sin embargo, una reciente orden de la Defensoría del Pueblo para atender a los migrantes allí represados generó tensiones entre las autoridades locales y nacionales, y reveló profundas inquietudes sobre la capacidad del municipio para manejar la situación.
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Y es que, la entidad defensora de los derechos humanos exigió a la alcaldía de Necoclí que construya un albergue o centro de atención para migrantes en un plazo de 20 días. Esta orden ha desatado una ola de controversia y preocupación, ya que la administración municipal considera que es prácticamente imposible cumplir con el mandato en el tiempo estipulado debido a la falta de recursos.
El alcalde de Necoclí, Guillermo José Cardona Moreno, expresó su profunda preocupación sobre la viabilidad de esta orden. Cardona Moreno afirmó, en conversación con Caracol Radio: “Nos dieron 20 días de plazo para ubicar a los migrantes en este albergue. Bueno, no sé cómo vamos a hacer porque ni haciendo las gestiones más pertinentes en 20 días vamos a construir este albergue”. Según el alcalde, la magnitud de la tarea supera las capacidades del municipio, que enfrenta serios problemas financieros.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Necoclí, Johann Wachter, respaldó la preocupación del alcalde al señalar que la construcción del albergue requeriría una inversión aproximada de 2.000 millones de pesos, una cifra que el municipio no tiene disponible.
En la actualidad, alrededor de 350 migrantes se encuentran varados en las playas de Necoclí, esperando reunir el dinero necesario para continuar su travesía a través de la selva del Darién hacia Panamá. Los costos del trayecto, que incluyen pagos a coyotes y grupos armados, pueden alcanzar hasta 350 dólares por persona.
Wachter también calificó como una “falta de empatía” que la Defensoría, especialmente en un contexto donde no se ha encontrado una solución efectiva para la crisis migratoria, presentara una acción popular en contra del municipio y de la Gobernación de Antioquia, “solicitando que se realice un censo para individualizar a las madres cabezas de hogar con niños, niñas y adolescentes en condición de vulnerabilidad”.
Por su parte, Emigdio Pertuz, representante del Consejo Comunitario Cocomanorte, denunció que las decisiones tomadas han sido injustas para el municipio. “Hay mucha reunión, muchos papeles, muchos discursos, muchos documentos, pero no se invierte un peso y pregunta dónde está el Gobierno nacional”, señaló Pertuz, según Rionoticias, cuestionando la falta de apoyo efectivo por parte de las autoridades nacionales.
Además, el alcalde Cardona Moreno destacó que, aunque diversas organizaciones internacionales están brindando asistencia a los migrantes, la falta de coordinación entre estas entidades ha generado problemas en la atención humanitaria. La situación se complica aún más por la creciente presión sobre los recursos del municipio, que también debe enfrentar las necesidades de la población local.
En lo que va del 2024, aproximadamente 230.000 migrantes han cruzado la selva del Darién, según cifras de la Secretaría de Seguridad de Panamá. De estos, más del 60% son venezolanos. También se han identificado 14.659 migrantes colombianos, lo que representa el 6,3% del total de migrantes que han cruzado la selva este año. Los ecuatorianos, con 14.569 casos, y los chinos, con 12.067, siguen en el tercer y cuarto lugar, respectivamente.
La crisis migratoria en Necoclí no solo refleja los desafíos humanos y logísticos que enfrentan las autoridades locales, sino también la necesidad urgente de una coordinación más efectiva y de recursos adecuados para enfrentar una de las crisis migratorias más complejas de la región. Mientras se esperan las acciones de las autoridades para enfrentar la situación, la presión sobre el municipio de Necoclí continúa aumentando, dejando a muchos migrantes en una situación de incertidumbre y desamparo.