En medio de la ofensiva que se adelanta en varios puntos del territorio nacional contra el Clan del Golfo (también conocida como Ejército Gaitanistas de Colombia —EGC―), la Fiscalía General de la Nación confirmó el miércoles 28 de agosto la captura de uno de los “peces gordos” del grupo armado ilegal en el noroccidente del país.
El detenido, identificado como Jenner Gómez Márquez, y quien es conocido en el mundo criminal con el alias de el Negro, es señalado como el jefe de sicarios del Clan del Golfo en el Bajo Cauca antioqueño.
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De acuerdo con lo que indicó el ente investigador, Gómez Márquez fue imputado por varios delitos, incluyendo homicidio agravado, secuestro simple agravado, desaparición forzada, y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.
Sumado a esto, ‘El Negro’ es considerado el responsable de múltiples crímenes en la región, sobre todo en los municipios de El Bagre y Zaragoza. Según las investigaciones que adelantó la Fiscalía, en el año 2022 habría ordenado y participado en al menos siete homicidios y nueve secuestros. Estas acciones habrían sido parte de una disputa armada con otras estructuras ilegales, como Los Caparros.
Dentro de los elementos de prueba recopilados por el ente, señalaron que Gómez Márquez también estaría involucrado en desplazamientos forzados y otras violaciones contra la población civil. Dicha información se sustenta a través de investigaciones y testimonios recogidos a lo largo de los últimos años.
Por tal motivo un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales presentó cargos contra alias El Negro por los delitos mencionados. Pese a la gravedad de las imputaciones, Gómez Márquez no aceptó los cargos y, por disposición judicial, deberá cumplir una medida de aseguramiento en centro carcelario.
Disputas entre el Clan del Golfo y el ELN
La seguridad en Antioquia, Colombia, ha presentado un grave deterioro tras la intensa actividad armada de grupos al margen de la ley. En medio de los enfrentamientos por el control del territorio, donde algunos casos se centran en rutas de narcotráfico, se conoció que cuatro presuntos miembros del Clan del Golfo fallecieron al pisar un campo minado en la vereda El Piñal, en el municipio de Tarazá.
Este evento, que sucedió durante enfrentamientos llevados a cabo por el Batallón de Operaciones Terrestres N°24 del Ejército Nacional de Colombia, se atribuye a un campo minado colocado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), según información proporcionada por la Brigada 11 del Ejército Nacional de Colombia.
La operación militar, que se conoció el 27 de agosto de 2024, resultó también en la muerte del segundo cabecilla armado de la subestructura Jeison Leudo Chaverra, conocido como alias Vaca. Durante un intento de huida para evitar ser capturados o abatidos por las tropas militares, los integrantes del Clan del Golfo cayeron en el campo minado, lo que causó su muerte instantánea. Los cuerpos fueron trasladados a la sede de Medicina Legal de Yarumal, donde las autoridades trabajan en identificar a las víctimas.
La situación de seguridad en el departamento de Antioquia ha resultado en la realización de consejos de seguridad en los municipios de Tarazá y Cáceres. Estos encuentros buscan verificar el estado de las comunidades y confirmar que no se han producido desplazamientos ni confinamientos forzados a raíz de la presencia de estos grupos armados.
El Ejército Nacional de Colombia ha calificado este acto como una violación a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, destacando el uso de minas antipersonales que representan un grave riesgo para la población civil. En un comunicado, las Fuerzas Militares reiteraron su compromiso de seguir combatiendo las amenazas representadas por estos grupos armados y garantizar la protección de los derechos de los civiles afectados por el conflicto.
En particular, se enfatiza la necesidad de eliminar el uso de minas antipersonales, las cuales persisten como un peligro latente y una herramienta de intimidación y terror empleada por organizaciones como el ELN, que dan testimonio de la compleja y peligrosa realidad en la que vive la población de estas zonas, afectada por la constante presencia y actividad de grupos criminales.