La Secretaría de Salud de Bogotá emitió una circular destinada a establecer lineamientos claros para la preparación, prevención y respuesta ante la mpox, una enfermedad que generó preocupación a nivel global. Esta iniciativa se enmarca en la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 14 de agosto calificó el brote de mpox como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
De este modo, la entidad revisó y mejoró su plan de acción para alinearlo con las directrices tanto nacionales como internacionales. El plan se estructura en tres etapas: la fase de preparación, la fase de contención y la fase de mitigación. Asimismo, se establecieron seis áreas operativas fundamentales que abarcan la coordinación entre diferentes sectores, la vigilancia en salud pública, la capacidad diagnóstica y el fortalecimiento de la red de laboratorios, la educación, la atención integral junto con la activación de protocolos de respuesta, y la implementación de estrategias de comunicación efectiva.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
La Secretaría de Salud solicitó a las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (Eapb), así como a las Entidades Responsables de los Regímenes Especiales y de Excepción, implementar estrategias educativas y poner a disposición de los ciudadanos una línea telefónica de atención disponible las 24 horas del día.
Esta línea tiene como objetivo orientar a la población afiliada sobre las medidas de prevención necesarias para reducir el riesgo de contagio de mpox. Además, la Secretaría recomendó establecer una ruta de atención específica que incluya tanto a los proveedores de atención primaria como a los servicios complementarios, para asegurar una respuesta efectiva ante posibles casos.
Por otro lado, la entidad hizo un llamado a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) para que reporten de manera inmediata los casos probables o confirmados de mpox a través del sistema Sivigila 4.0. Se enfatizó la importancia de asegurar la correcta toma de muestras, identificar condiciones de riesgo en los pacientes o antecedentes de viajes recientes, y garantizar un manejo clínico adecuado.
Así mismo, la Secretaría de Salud señaló la necesidad de contar con una infraestructura adecuada, suficientes insumos y equipos médicos, así como con un personal sanitario capacitado, para enfrentar de manera efectiva la contingencia. A los trabajadores del sector salud les recomendó utilizar las medidas de bioseguridad y los equipos de protección personal adecuados para garantizar su seguridad y la de los pacientes.
Además, la entidad pone a disposición de los profesionales el aula virtual Aprender Salud, gestionada por el Centro Distrital de Educación e Investigación en Salud (Cdeis), donde pueden acceder a formación y capacitación sobre todos los aspectos relacionados con la mpox.
Es fundamental tener presente que existen dos variantes principales de mpox, conocidas como clado I y clado II. Actualmente, la epidemia que afecta a algunas regiones de África está vinculada a una nueva variante del clado I, identificada específicamente como clado Ib. Esta variante generó preocupación debido a su rápida propagación y la potencial gravedad de sus efectos.
La transmisión de la mpox entre seres humanos puede ocurrir de varias maneras. El contagio más común se produce a través del contacto directo o prolongado con lesiones en la piel de una persona o animal infectado, especialmente cuando estas lesiones entran en contacto con fluidos corporales o mucosas. Además, el virus puede transmitirse por vía respiratoria a través de gotículas expulsadas al toser o estornudar, así como de una mujer embarazada al feto mediante la placenta, lo que pone en riesgo tanto a la madre como al niño por nacer.
A pesar de que esta nueva variante de mpox no está detectada hasta ahora en Colombia ni en ninguna otra parte del continente americano, las autoridades de salud pública están en alerta. Considerando la rapidez con la que el virus se está propagando en otras regiones del mundo y sus múltiples vías de transmisión, las entidades responsables de la salud ya están diseñando y evaluando estrategias de prevención y control.