Osos perezosos en un parque: la entrañable experiencia que viven los visitantes de cierto municipio en Cundinamarca

La idea de un parque con perezosos al aire libre obligó al creador de contenido y amante de los viajes en moto Armando Rey Algarra a visitar un municipio en cercanías a Bogotá, en el que puede disfrutarse de esta experiencia.

“Sé que para ustedes no es normal que en un parque municipal habiten ososos perezosos. Para nosotros tampoco y por eso decidimos visitar este curioso municipio, se llama Sasaima, Cundinamarca, y está ubicado a aproximadamente hora y media de Bogotá, a una distancia de 70 kilómetros”, explicó en un video compartido a través de sus redes sociales, que logró alcanzar las 65.000 interacciones.

Y continuó: “Visitamos este lugar porque nos contaron que en su plaza principal podíamos ver osos perezosos y la sorpresa fue tan grande que no fue necesario bajarnos de la moto para verlos colgados sobre la rama de un árbol”.

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Desde hace casi dos décadas el municipio dejó de ser reconocido solo por la changua con bizcochos y los postres d leche, para dar paso a un atractivo que mantiene cautivados a niños y amantes de los animales.

“Algunos locales manifestaron que los osos llevan, aproximadamente, 20 años en este lugar y se han convertido en un distintivo del municipio. Según cuentan, fueron sorprendidos en carretera, intimidados por la luz de los vehículos, entonces, desorientados fueron capturados y traídos al parque por conductores de camión que, sin saber qué hacer, los abandonaron”, puntualizó Rey.

En el parque, estos animales de la familia de los pilosos encontraron un refugio de los peligros a los que se vieron enfrentados una vez dejaron el bosque cundinamarqués para intentar cruzar carretera.

En ese orden de ideas, “el primero en llegar fue un macho, pero le siguió una hembra. Así comenzó la historia de esta familia de osos perezosos en Sasaima. Actualmente hay seis, aunque solo vimos cuatro. Lo que sí es que, con el pasar de los años, se han ido reubicando en los bosques; ya que el área comprendida por los árboles del parque es muy pequeña para que conviva más, aunque en un tiempo llegaron a contarse 11″.

Los sasaimeros han aprendido a convivir con los perezosos y protegerlos de los turistas, a través de campañas de concientización y el voz a voz de qué tanto pueden relacionarse con ellos, sin perturbar su estadía en el parque municipal.

“No representan ningún peligro para la comunidad. Son de lo más tierno y aman posar frente a las cámaras; sin embargo, está totalmente prohibido tocarlos, espantarlos o alimentarlos de formas indebidas; ya que podría verse afectada su integridad y no puede negarse que han generado cierta simpatía con quienes visitan el municipio”.

Una nueva actividad para los turistas en Cartagena reavivó el debate animalista en la ciudad, a mediados del 2024, cuando Michaela Brandnerová y Jiří Dolanský, conocidos en redes sociales como Míša y Jirka, denunciaron mediante su cuenta en la red social TikTok lo que parece ser un caso de maltrato animal en el que locales les cobran a turistas por “acariciar” osos perezosos.

En uno de sus videos, donde se observa a un grupo de turistas y un oso perezoso en la copa de un árbol, Michaela sinsisite que debería protegerse a la fauna de la explotación económica. “¡Esta no es la forma de ganar dinero maltratando los animales! Por favor no toquemos los animales. Ninguno. Especialmente aquellos que están viviendo en la naturaleza, dejémoslos en paz. A ti tampoco te gustaría si alguien te está tocando”. Una postura ampliamente respaldada por sus seguidores, quienes se mostraron indignados con el “negocio”.

La denuncia viral de Míša y Jirka rápidamente atrajo la atención de una gran audiencia, poniendo en jaque las prácticas turísticas en Cartagena, conocida por sus atracciones históricas y naturales. La gran mayoría de comentarios en redes encasillaron esta práctica como algo inhumano y contrario a las leyes de protección de especies vigentes en Colombia. Voces de todo el mundo instan a la toma de “medidas urgentes contra esta situación YA”, y destacan que Colombia posee leyes en contra de la explotación de especies, pero estas no se están aplicando adecuadamente.