La Fiscalía General de la Nación, de acuerdo con lo informado por La FM, le dio un ultimátum a la ex consejera presidencial Sandra Ortiz para que se presente a declarar el próximo lunes 2 de septiembre, en compañía de su abogado.
La citación se enmarca en el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
El lunes 26 de agosto, Ortiz volvió a la Fiscalía, esta vez acompañada de su nuevo abogado, aunque de acuerdo con lo compartido por el medio antes mencionado aún no se siente preparada para hablar con la justicia. Pues, en medio de una crisis nerviosa, enfrenta la presión de cumplir con la última exigencia de las autoridades judiciales.
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En caso tal de que Sandra Ortiz no se presenta a la citación, la Fiscalía procederá con su imputación y posteriormente solicitará una medida de aseguramiento en su contra. De acuerdo con La FM fuentes cercanas sugieren que Ortiz estaría dispuesta a colaborar con las autoridades, lo que habría generado un conflicto con su exabogado, Pedro Aguilar, desencadenando así su separación profesional.
Y es que, en el escándalo de la Ungrd, que ya ha provocado la salida de dos altos funcionarios del gobierno, Sandra Ortiz emerge como una figura clave que posee información crucial. Hasta el momento, las acusaciones en su contra se basan en dos conversaciones específicas que salieron a la luz con anterioridad.
En el primer chat, Sandra Ortiz contacta repetidamente a Olmedo López para proporcionarle los detalles de una reunión en la habitación 2312 del Hotel Tequendama, que tuvo lugar el pasado 25 de septiembre. Esto ocurrió pocos días antes de la firma del contrato por 46.800 millones de pesos para la adquisición de 40 carrotanques destinados a La Guajira, coincidiendo con las elecciones del 29 de octubre, en las que tenían intereses el senador del Partido Verde, Iván Name, y el expresidente de la Cámara, Andrés Calle.
El otro chat involucra a Sneyder Pinilla, quien contacta repetidamente a Sandra Ortiz para entregarle una suma de dinero en efectivo. Según las versiones de los testigos, esta transacción se realizó después de que el exsubdirector de la unidad recibiera a Pinilla en el centro de Bogotá. La suma ascendía a 3.000 millones de pesos, destinada a Iván Name, y debía ser entregada a Ortiz, a quien apodaron “la mensajera”.
Además de los intercambios de mensajes, la Fiscalía ha obtenido las celdas de los teléfonos móviles que verifican la veracidad de los testimonios respecto a los desplazamientos realizados en Bogotá durante esos días. También cuentan con fotografías de las bolsas negras que contenían el dinero destinado para la entrega.
Por otro lado, a mediados del mes de agosto al llegar a la Fiscalía, Sandra Ortiz expresó que las recientes revelaciones que la relacionan con sobornos de tres mil millones de pesos destinados al entonces presidente del Senado han impactado negativamente su vida diaria. Además, afirmó sentirse acosada por los medios de comunicación nacionales.
“Me han perseguido y, por todas las noticias de los últimos días, hoy mi vida está en peligro y la de mis dos hijas y eso no se hace. Si ustedes tienen pruebas yo misma se las entrego al fiscal, pero no sigan haciéndole daño a mi familia”, dijo Ortiz el 13 de agosto.
Ortiz declaró en aquella ocasión que no permanecerá en silencio frente a las acusaciones que, según ella, han manchado su carrera profesional. Aseguró estar dispuesta a proporcionar toda la información necesaria a las autoridades para esclarecer su nombre en relación con el mayor escándalo del gobierno de Petro.
La exconsejera tendrá que enfrentar a la Fiscalía para responder a las acusaciones de Olmedo López y Sneyder Pinilla. Estos señalamientos se refieren a las presuntas reuniones realizadas por el exdirector de la UNGRD en el Hotel Tequendama, ubicado en el centro de Bogotá, con el objetivo de coordinar la entrega del soborno que involucra al senador Iván Name.