En un contexto de crecimiento en los pagos digitales y un entorno económico desafiante, el efectivo continúa siendo el medio de pago dominante en el gasto de los hogares colombianos en 2024, según un reciente estudio hecho por la firma Raddar. Este informe señala que pese al crecimiento que han registrado los créditos de consumo, el peso del efectivo dentro del gasto de los hogares continúa siendo preponderante (85% para junio de 2024).
Y es que en diversas regiones del país, donde el acceso a productos financieros es menor, este efecto puede ser más pronunciado.
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A nivel global, alrededor del 30% de los consumidores en diferentes países muestran resistencia a adoptar completamente los pagos electrónicos. Dicha reticencia se debe en parte a la falta de aceptación uniforme, las fallas de conectividad y preocupaciones sobre la seguridad de estos métodos. En el ámbito regional, Colombia y México destacan por su alta preferencia por el efectivo, lo que no deja de ser un dato relevante. Aunque Chile y Brasil también aumentarán su uso en 2023, Colombia lidera en este aspecto.
El Banco de la República adoptó una política monetaria restrictiva debido a un contexto de alta inflación, por lo que aumentó las tasas de interés y frenó el crecimiento del efectivo circulante. Sin embargo, estas medidas no impidieron que el efectivo siga siendo el principal medio de pago en el consumo de los hogares.
“En 2024, la participación del efectivo en el gasto de los hogares colombianos ha aumentado, impulsada por una mayor entrada de remesas y una disminución en el uso del crédito”, precisó Raddar. La situación refleja un mercado laboral deteriorado, que limita los ingresos de los hogares y presenta desafíos en el acceso y uso de productos financieros.
Circulación del dinero
También se destaca que, según datos del Banco de la República, la velocidad de circulación del dinero, la frecuencia con la que el dinero cambia de manos en la economía, está influenciada por factores como la tasa de interés y la inflación. Los cambios en estas variables pueden afectar de manera significativa la demanda y circulación de dinero a corto plazo.
Por otra parte, los dispositivos de pago electrónicos, conocidos como datos, mostraron un crecimiento del 18% en 2023. Aunque es importante, este crecimiento desaceleró su tasa de expansión. Asimismo, el incremento en el uso de tarjetas de débito y crédito es relevante, pero el efectivo sigue liderando en sectores como el transporte público, servicios profesionales y compras en supermercados.
“Este crecimiento en el uso de tarjetas de débito y crédito ha sido relevante, pero el efectivo sigue dominando en sectores como transporte público, servicios profesionales y compras en supermercados”, aseguró Raddar.
A medida que la economía colombiana enfrenta desafíos, los hogares se encuentran en el efectivo, una modalidad de pago segura y confiable. Esto es especialmente evidente en regiones con menos acceso a servicios financieros, donde la tecnología de pagos digitales aún no penetra completamente. “Este uso predominante del efectivo podría reflejar las limitaciones en el acceso a productos financieros digitales en ciertas regiones del país“, concluye el estudio.
El papel de las remesas
Además, la entrada de remesas desempeña un papel importante en la economía de muchos hogares colombianos, lo que aumenta la disponibilidad de efectivo. La tendencia resalta la importancia del dinero en efectivo en la preservación de la estabilidad económica en los hogares que enfrentan dificultades económicas.
“La entrada de remesas ha incrementado la disponibilidad de efectivo en muchos hogares colombianos, especialmente aquellos que dependen de este ingreso para su sustento“, señala el informe.
Lo presentado por la consultora también revela que el hecho de preferir el efecto tiene raíces profundas en la economía informal del país y refleja un sistema financiero que, a pesar de los avances tecnológicos, aún enfrenta desafíos para alcanzar una inclusión completa. “A nivel global, alrededor del 30% de los consumidores en distintos países aún son reacios a adoptar pagos completamente electrónicos”, mencionó.
Aunque la economía colombiana muestra signos de recuperación en ciertos sectores, el camino hacia una adopción integral de los pagos digitales aún es largo. Las políticas del Gobierno y las iniciativas privadas deberán trabajar en conjunto para crear un ambiente más inclusivo y accesible para todos los ciudadanos. Entonces, para Raddar, “la transformación hacia una economía más digital requiere una combinación de políticas públicas adecuadas y la disposición de servicios financieros accesibles y seguros para toda la población”.