Dos días después de que el ciudadano de nacionalidad húngara identificado como Veselin Dimitrov Hristov generara momentos de pánico en la zona de embarque internacional del Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, las autoridades colombianas informaron que el extranjero ya salió del país.
Sin embargo, el turista tuvo que ser remitido primero a una institución médica antes de regresar a su país de origen, pues los informes oficiales indican que, en medio del forcejeo con las autoridades, Hristov logró causarse algunas laceraciones que tuvieron que ser curadas por personal médico.
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“Un ciudadano húngaro estaba anoche en el aeropuerto. Manifestó a las autoridades que había perdido su equipaje, su dinero, estaba esperando una consignación del exterior. Consultó varias veces el cajero al ver que no le llegaba la consignación. Esto le generó una falta de autocontrol, reaccionando impulsivamente, causándose autolesiones”, señaló recientemente el coronel Wilson Torres, comandante de la estación de policía en el aeropuerto El Dorado.
Asimismo, las autoridades proporcionaron más detalles de lo que ocurrió en la noche del sábgado 24 de agosto en la terminal aérea más importante del país. Según informaron, Veselin Dimitrov Hristov llegó a la capital el 21 de agosto proveniente de la ciudad de Estambul.
Sin embargo, 3 días después de su arribo a Colombia, el extranjero volvió al aeropuerto para informar a las autoridades que fue víctima de un robo, lo cual le dejó sin documentos ni recursos económicos para solventar su estancia.
Ante esta situación, se dirigió a El Dorado con la esperanza de que la aerolínea lo enviara de regreso a su país. Sin embargo, en la terminal aérea se le informó que debía dirigirse a su embajada para conseguir nuevos documentos que le permitieran volver a su ciudad de origen.
Sin embargo, la respuesta de las autoridades migratorias no fue de agrado del extranjero, lo que provocó una alteración grave en Hristov, quien, en un estado de desesperación, intentó atentar contra su vida. Tales momentos críticos fueron captados en varios videos compartidos en redes sociales.
Una vez los visitantes de la terminal denunciaron el hecho, la situación tuvo que ser intervenida por agentes de la Policía Nacional y de Migración Colombia, quienes atendieron el caso inmediatamente. Posteriormente, Hristov fue trasladado a la clínica Gran Colombia de Bogotá, donde recibió tratamiento por las heridas que se ocasionó con una botella de vidrio.
Asimismo, las autoridades confirmaron que, tras una valoración física y de su estado mental preliminar, el hombre fue dado de alta y en las últimas horas abandonó el país con la ayuda de la embajada de su país y Migración Colombia.
No es el primer caso que genera pánico en El Dorado
En medio de estrictas medidas de seguridad en el Aeropuerto Internacional de Bogotá, un pasajero fue deportado tras causar un disturbio en medio de un embarque. La situación se desató cuando un ciudadano estadounidense llegó tarde para abordar el vuelo Latam 4090 con destino a Cartagena y, al intentar ingresar por la fuerza al avión, generó daños e interrupciones en el servicio aeroportuario.
Daniel Gallo, presidente de la Asociación de Trabajadores Aéreos de Colombia, explicó que el pasajero “agredió inicialmente al personal en tierra después de que se le informara que el vuelo ya había cerrado y que había llegado tarde”. A partir de ahí, el hombre intentó acceder al puente de abordaje utilizando la fuerza. Al no lograrlo, golpeó la puerta principal y varias ventanas de la aeronave, además de dañar diversos equipos y botones de seguridad.
El pasajero alterado fue rápidamente detenido por el personal de la aerolínea, la seguridad del aeropuerto y la Policía Nacional. Posteriormente, fue trasladado a la oficina de migración, donde, tras agredir a otro funcionario, se resolvió su deportación.
Daniel Gallo realizó un llamado urgente al Gobierno nacional y al Congreso para la implementación de medidas más estrictas contra este tipo de comportamientos disruptivos. Señaló que la conducta del pasajero no solo puso en peligro la seguridad del vuelo, sino también la integridad del personal y de los demás pasajeros.