Disidencias de las Farc en el Cauca utilizan banderas blancas para engañar a las Fuerzas Militares y ocultar sus arsenales

La dura situación de orden público en el Cauca sigue siendo una prioridad para la fuerza pública del país, luego de que informes de inteligencia de las Fuerzas Militares de Colombia revelaran una nueva estrategia que están usando las disidencias de las Farc para atacar a las autoridades sin ser detectados.

Según se conoció, en el corregimiento de El Plateado, municipio de Argelia (Cauca), los liderados por alias Iván Mordisco están apoderándose de las viviendas rurales para instalar banderas blancas en los techos.

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El artículo, que habitualmente simbolizan rendición, cese al fuego o solicitud de diálogo, están siendo utilizadas como una estrategia para confundir a las autoridades.

Sin embago, en lugar de significar una intención pacífica, estas banderas ocultan una realidad preocupante: dentro de las viviendas marcadas con este símbolo, los miembros de las organizaciones delincuenciales almacenan armamento, explosivos y drones, y estarían planificando los ataques contra el Ejército Nacional y la Policía.

Las Fuerzas Militares han identificado estas prácticas en al menos dos viviendas de El Plateado y han documentado el uso de estas tácticas mediante fotografías e imágenes satelitales. La situación, descrita como un intento de desviar la atención de las operaciones militares, sería la nueva artimaña para fortalecer a los disidentes en el departamento del Cauca, una región particularmente golpeada por conflictos armados en los últimos años.

Según información de inteligencia, el corregimiento de El Plateado se encuentra bajo el control del frente Carlos Patiño del Estado Mayor Central, por lo que el uso de banderas blancas se relaciona directamente con esa facción del grupo armado liderado por Iván Mordisco.

Entretanto, un informe de la Procuraduría General de la Nación reveló que solo en el primer semestre de 2024 se registraron 123 alteraciones del orden público en Cauca, lo que equivale a un promedio de cinco incidentes diarios. Estos eventos incluyen 51 ataques contra la población civil, 33 combates entre los grupos armados y las fuerzas del Ejército, 31 hostigamientos contra unidades militares y policiales, así como ocho enfrentamientos entre distintos grupos ilegales.

La violencia se extiende por varios municipios del departamento, siendo Argelia, Cajibío, Santander de Quilichao, Toribío y Suárez los más afectados. “Entre los sucesos más lamentables están las amenazas contra el 28 % de los personeros del departamento, la utilización de niños, niñas y adolescentes para el transporte de artefactos explosivos y el uso de drones con explosivos que han afectado directamente a la población civil”, señaló la Procuraduría en su informe.

Además, el informe destaca la expansión y posicionamiento de estructuras delictivas como la denominada “Dagoberto Ramos”, que tiene presencia en el 31 % del territorio departamental, y el aumento del 14 % de las amenazas en esta zona.

Además, las autoridades también están tras la pista de alias Giovanny, uno de los líderes criminales de las disidencias de las Farc en el departamento del Cauca, que reapareció públicamente cuatro días después del ataque con drones en el municipio de Argelia que dejó a un menor fallecido y varios heridos en El Plateado, el pasado 23 de julio.

El Ministerio de Defensa, las fuerzas militares y la Fiscalía General de la Nación han intensificado las operaciones para capturar a los responsables del ataque. En su comunicado del sábado 24 de agosto, anunciaron nuevas recompensas por información que permita la captura de alias Giovanny, quien lidera la subestructura Carlos Patiño del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc. La recompensa por alias Giovanny se incrementó a 100 millones de pesos.

Asimismo, el general William Salamanca, director de la Policía Nacional, afirmó que además de su involucramiento en los ataques con drones en Argelia, alias Giovanny ha participado en numerosos actos de violencia en municipios como El Tambo y en otras zonas del cañón del Micay y tiene una trayectoria delictiva de más de 10 años, siendo acusado de una variedad de delitos tales como concierto para delinquir, desplazamiento forzado, homicidio agravado, narcotráfico, terrorismo, desaparición forzada, reclutamiento forzado y secuestro.