La situación en torno a los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se encuentra en estado crítico.
Desde abril de este año, las conversaciones se han estancado tras las acusaciones del ELN de incumplimientos por parte del ejecutivo.
Hoy 26 de agosto, las tensiones se han intensificado con un comunicado del grupo guerrillero en el que critican duramente al Gobierno por su falta de acción respecto a una de las condiciones clave para la reactivación de las negociaciones.
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El principal punto de discordia es la demanda del ELN de ser excluido de la lista de Grupos Armados Organizados (GAO), una condición que los rebeldes consideran esencial para continuar con el cese al fuego bilateral y reiniciar las conversaciones de paz. Esta lista es mantenida por el gobierno como parte de su estrategia para clasificar y manejar a los grupos armados en el país.
En un comunicado emitido este lunes, Antonio García, comandante del ELN, expresó su descontento con la administración del presidente Gustavo Petro. García acusó al Gobierno de “regatear” y de no cumplir con su compromiso de eliminar al ELN de la lista de los GAO. El líder guerrillero criticó la falta de acción del Ejecutivo y destacó que el plazo fijado para la exclusión del grupo de esta lista había expirado sin que se hubiera tomado ninguna medida al respecto.
“Hasta última hora del día 23 de agosto nada que se hizo público el decreto presidencial que retira al ELN de la lista de los GAOs. El Gobierno sigue regateando, igual como lo hacen con los acuerdos que firman con las organizaciones sociales y los pobres de Colombia”, dijo García en el comunicado.
La postura del ELN refleja una creciente frustración con el proceso de paz y con la percepción de que el gobierno no está comprometido de manera genuina con la resolución del conflicto.
La exclusión del ELN de la lista de los GAO había sido un tema de gran controversia. Mientras el Gobierno ha sostenido que ha abordado el tema en diversas ocasiones a través de comunicados oficiales y documentos, para el ELN esta cuestión se ha convertido en un símbolo de la falta de seriedad en el proceso de paz.
El pasado 6 de agosto, el ELN ya había emitido un comunicado en el que establecía un plazo hasta el 23 de agosto para que el Gobierno hiciera público el decreto correspondiente. En ese comunicado, el ELN expresaba su disposición a extender el cese al fuego hasta esa fecha, en un esfuerzo por demostrar su compromiso con la paz a pesar de los incumplimientos del gobierno.
“El Decreto Presidencial para retirar al ELN de la lista de los GAOs debería haberse emitido en junio de 2023. Jamás hemos recibido explicación alguna de las razones de no haberlo hecho. Pese a este incumplimiento y en aras de seguir reafirmando nuestra voluntad de paz, tenemos la disposición de esperar hasta el 23 de agosto para que se haga público el Decreto”, decía el comunicado del ELN.
La falta de avance en este aspecto ha añadido un nuevo nivel de incertidumbre en el proceso de paz. Con el cese al fuego ya expirado, las Fuerzas Militares de Colombia han reactivado sus operaciones contra el ELN, lo que podría llevar a un recrudecimiento de las hostilidades en el terreno. Esta situación plantea serios riesgos para la estabilidad de la región y para la viabilidad del proceso de paz en su conjunto.
El actual estancamiento en los diálogos refleja una vez más la complejidad y la fragilidad del proceso de paz en Colombia. La falta de acuerdo sobre puntos críticos como la exclusión del ELN de la lista de los GAO no solo pone en peligro el cese al fuego, también amenaza con reavivar un conflicto que ha durado más de cinco décadas.