En un anuncio que puede impactar los itinerarios de numerosos pasajeros, la Aeronáutica Civil de Colombia informó que se podría generar un fuerte impacto en los viajeros aéreos entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre de 2024, ya que las aerolíneas deberán adoptar “medidas de compensación o protección” para los pasajeros que se vean afectados por la reprogramación o cancelación de vuelos, lo que incluye la reubicación en otros vuelos, reembolsos, o la provisión de servicios adicionales durante la espera.
La advertencia de la Aeronáutica Civil surge después de que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata) enviara una carta a la ministra de Transporte, María Constanza García, alertando sobre la posible insuficiencia de combustible de aviación en el país. Este escenario, que amenaza con desestabilizar las operaciones aéreas, obligó a las autoridades a adoptar medidas preventivas para mitigar el impacto sobre los usuarios y las aerolíneas.
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Iata, que representa a 330 aerolíneas responsables del 80% del tráfico aéreo global, expresó su preocupación por las posibles afectaciones que esta escasez podría generar en la conectividad aérea del país, especialmente en regiones apartadas y rutas internacionales. La masiva enfatiza la importancia del combustible de aviación para garantizar el transporte de carga esencial, así como para el fomento del turismo, al destacar que “sin combustible de aviación, como es natural, no podemos operar”.
Operar con menos combustible del requerido no es una opción viable, por lo que Iata solicitó a las autoridades que, de ser posible, implementen medidas de redistribución del combustible disponible para minimizar las afectaciones a los usuarios.
En concreto, el comunicado indica que, durante la semana establecida, las aerolíneas podrán ajustar su operación según la disponibilidad de combustible, siempre y cuando notifiquen a los pasajeros con antelación y ofrezcan compensaciones adecuadas. Esta flexibilización busca evitar interrupciones mayores en el servicio, aunque inevitablemente coloca a los usuarios en una posición difícil, dado que las modificaciones podrían implicar la cancelación o reprogramación de vuelos con poca antelación.
Por eso, en el comunicado, la Aeronáutica Civil se dirigió específicamente a las aerolíneas comerciales, recordándoles que pueden acogerse a la sección 6.8 del Apéndice A del RAC 3 de los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia (RAC), que contempla la “no utilización justificada de slots”. Esta normativa permite que, en situaciones imprevistas e inevitables que escapan al control de la aerolínea, los vuelos cancelados o no operados no sean contabilizados como “no utilizados”.
Entre las causas justificadas, la normativa menciona interrupciones por cierres de aeropuertos, condiciones climáticas adversas o acciones que afecten directamente los servicios, como huelgas o paros sindicales.
El comunicado indica que las aerolíneas podrán reacomodar, suspender o cancelar operaciones programadas durante el periodo mencionado, acogiéndose a las disposiciones del RAC 3, y deberán notificar previamente a los pasajeros afectados. Asimismo, se establece la obligación de informar al coordinador de slots con 24 horas de anticipación sobre las decisiones de reprogramación o cancelación, para que estas no se consideren incumplimientos de los horarios asignados.
La reacción inesperada que tuvo la noticia
La situación no se detuvo allí, ya que la congresista María Fernanda Cabal, miembro del partido Centro Democrático, expresó su sorpresa ante el hecho de que la advertencia proviniera de la Iata en lugar del propio ministerio, y anticipó las consecuencias que esta situación podría tener en el sector.
“Increíble que la @IATA tenga que advertir a @MinTransporteCo sobre la disponibilidad de combustible para aviones. Se aproximan fechas críticas para suspensión del suministro. ¿Qué hace el Ministerio de Transporte?”, se lee en su mensaje.