Corrupción en empresas de Colombia creció un 15% en el primer semestre del año

El informe global de fraude subraya como sectores clave como el transporte y las telecomunicaciones enfrentan un auge en prácticas corruptas

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El 70% de las empresas colombianas ha iniciado investigaciones internas de fraude desde los últimos tres años - crédito Freepik
El 70% de las empresas colombianas ha iniciado investigaciones internas de fraude desde los últimos tres años - crédito Freepik

Colombia fue reconocida como el tercer país de América Latina con mayor incidencia de corrupción empresarial, según lo destacó el reciente informe Global de Fraude y Riesgo de la consultora Kroll. El reporte indicó que el 70% de las compañías ha iniciado investigaciones internas sobre conductas fraudulentas en los últimos tres años.

Los datos específicos proporcionados por la organización Transparencia por Colombia muestran un incremento del 15% en esos casos durante el primer semestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023. Los sectores más afectados incluyen transporte, ocio y turismo, entidades financieras y telecomunicaciones.

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Entre las formas más comunes de corrupción en grandes empresas se mencionan pagos para agilizar trámites, manipulación de contratos tanto públicos como privados, y donaciones políticas. Por otro lado, en el caso de las pymes y emprendimientos, prevalecen casos de evasión de impuestos y fraudes internos.

Frente a esa situación, muchas compañías han optado por reforzar sus controles financieros y han adoptado medidas más estrictas en sus negociaciones con terceros, especialmente proveedores, aliados estratégicos y clientes. Sin embargo, aún persisten preocupaciones sobre vacíos que permiten la continuidad de prácticas corruptas, poniendo en riesgo la operatividad y reputación empresarial.

Para combatir este panorama la coordinadora de Cumplimiento de Tusdatos.co, Angélica Cañas, startup especializada en la validación de antecedentes e identidad de empresas y personas, sugirió una serie de pasos para implementar un Programa de Anticorrupción Empresarial.

Colombia reconocida como el tercer país latinoamericano con mayor corrupción empresarial, según Kroll - crédito Freepik
Colombia reconocida como el tercer país latinoamericano con mayor corrupción empresarial, según Kroll - crédito Freepik

Antes de iniciar el proceso, identifique los valores y principios corporativos de la compañía, no solamente en el desarrollo de su actividad, sino en las relaciones que mantiene con sus contrapartes o terceros. “Esto le permitirá tener un primer panorama respecto al marco general a implementar al interior de la empresa, en materia de ética y transparencia”. Posteriormente:

  • Evalúe los riesgos de corrupción que atenten contra la ética empresarial, y que se podrían llegar a materializar en el desarrollo de la operación económica y la cadena de valor de la organización.
  • Defina el alcance y el marco sancionatorio que se establecerá en el programa. “Tenga presente que las sanciones se constituyen en verdaderas fuentes de control para quienes intenten actuar en contravía de la ética y la transparencia empresarial”, agregó Cañas.
  • Alinee el programa con las disposiciones normativas nacionales y mejores prácticas internacionales, como la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA).
  • Determine las áreas y los cargos que tendrán funciones directamente relacionadas con la operatividad del programa, pues su eficiencia y eficacia al interior de la compañía no dependerá únicamente de quien se designe para tal labor, sino de un trabajo mancomunado de personas, incluidos los directivos de la empresa.
  • Garantizar que las políticas anticorrupción sean comunicadas regularmente a todas las partes interesadas.
  • Establecer un marco sancionatorio adecuado para los incumplimientos del programa.
  • Fortalezca la efectividad del programa, entréguele autonomía e invierta los recursos que sean necesarios para que sea realmente operativo y funcional.

Cañas subrayó que el documento debe ser consistente y coherente con todas las leyes actuales en materia de corrupción, adaptable a los requerimientos específicos de cada compañía, participativo con todas las personas y áreas de la empresa, de fácil acceso y comprensión, y de ayuda para promover una cultura institucional basada en la confianza.

Además, indicó que no debe limitarse a ser un documento archivado, sino que debe ser puesto en práctica activamente. “Consistente y coherente con todas las leyes actuales en materia de corrupción, adaptable a los requerimientos específicos de cada compañía, participativo con todas las personas y áreas de la empresa, de fácil acceso y comprensión, y de ayuda para la promoción de una cultura institucional basada en la confianza”.

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