A la cárcel señalado cabecilla del Clan del Golfo que estaría implicado en homicidios y extorsiones en Córdoba

La Fiscalía General de la Nación informó que obtuvo elementos de prueba que dan cuenta de que Édison Alfonso Polo Jiménez, alias ‘Flaco’ o ‘Juan Pablo’, sería uno de los cabecillas principales de una estructura del Clan del Golfo a la que se le atribuyen ataques en contra de la fuerza pública y la población civil, cobro de extorsiones y otras conductas delictivas en Córdoba.

“Este hombre estaría implicado en las amenazas y exigencias de dinero a comerciantes, ganaderos y contratistas por permitirles ejercer sus actividades económicas en Puerto Libertador, Montelíbano y San Jorge (Córdoba); así como en el tráfico de estupefacientes y otras rentas criminales en la región”, precisó la Fiscalía.

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De acuerdo con el ente acusador, una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales le imputó el delito de concierto para delinquir agravado. El cargo no fue aceptado por el procesado que, por disposición de un juez de control de garantías, tendrá que cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.

En las próximas semanas, la Fiscalía vinculará a alias ‘Flaco’ en una investigación por su posible participación en una acción armada del Clan del Golfo que dejó siete policías muertos y ocho más heridos en septiembre de 2014, en la vía que comunica a Puerto Libertador con Tierradentro, Córdoba.

Édison Alfonso Polo Jiménez fue capturado en una acción conjunta con la Policía Nacional en un hotel de Pueblo Viejo, Magdalena. Durante las diligencias se incautaron varios celulares con simcard de diferentes operadores, y una libreta que relaciona cuentas y movimiento de dinero del grupo armado ilegal.

En operación del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, coordinadas por la Policía Nacional de Colombia, se logró la destrucción de maquinaria utilizada para actividades de minería ilegal en el sector de San Isidro, municipio de Río Quito, departamento del Chocó.

En total fueron 28 máquinas que salieron de circulación entre los que se encuentran cinco dragas, cinco unidades de producción minera – UPM, seis motores, dos excavadoras, seis motores industriales, cinco motobombas y cinco motores generadores de energía, todos estos artefactos fueron destruidos de manera controlada en el lugar con los debidos protocolos de seguridad, que rondaban los ocho mil millones de pesos.

Con esta diligencia se logró que estructuras criminales como el Clan del Golfo obtuvieron ganancias por más de dos mil millones de pesos mensuales gracias a la extracción ilegal de 7.200 gramos de metales como el oro.

En el comunicado entregado por la Armada Nacional se menciona el agradecimiento a diferentes entidades por la contribución conjunta para llevar a buenos términos el operativo, además de las constantes labores de control y vigilancia en las arterias fluviales del departamento del Chocó que sostienen su constancia: El Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 16 de la Armada de Colombia y el Batallón de Infantería No.12 del Ejército Nacional, pertenecientes a la Fuerza de Tarea Conjunta “Titán”, así como a uniformados del Comando Aéreo de Combate No.5 de la Fuerza Aérea Colombiana.

En desarrollo de cuatro operaciones militares conjuntas, coordinadas e interinstitucionales, tropas del Comando contra El Narcotráfico y Amenazas Transnacionales, unidad orgánica de la División de Aviación Asalto Aéreo, en un trabajo articulado con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, lograron la ubicación y posterior destrucción de un laboratorio de permanganato de potasio y tres laboratorios de clorhidrato de cocaína.

En una primera acción, en Samaniego, Nariño, las tropas desplegadas en la zona rural de este municipio lograron el desmantelamiento de un laboratorio para el procesamiento de permanganato de potasio, con más de 8000 kg de esta sustancia, así como insumos líquidos, sólidos y maquinaria usada para la producción del estupefaciente.

El permanganato de potasio es usado como agente oxidante, crucial en el sistema de producción de clorhidrato de cocaína, convirtiéndola en una sustancia de difícil acceso al mercado, puesto que requiere documentación específica para su importación.

Según estudios sobre la cadena del narcotráfico, se indica que un kilogramo de permanganato sirve para la oxidación y producción de cinco kilogramos de clorhidrato de cocaína.