En una reunión realizada en Quibdó, la Fiscal General de la Nación, Luz Adriana Camargo Garzón, anunció la creación de un Grupo de Tareas Especiales para investigar y judicializar los casos de desapariciones forzadas y homicidios que han afectado a 186 niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el departamento de Chocó desde hace varios años.
Camargo Garzón explicó que esta nueva iniciativa surge ante las frecuentes denuncias de madres y cuidadoras sobre el incremento de la violencia contra la población juvenil en Chocó.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
La formación de este equipo multidisciplinario, que comenzará examinando 186 casos de violencia, cuenta con el respaldo de diferentes dependencias de la Fiscalía, incluyendo la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, Delegada contra la Criminalidad Organizada, Delegada para la Seguridad Territorial y la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales.
Durante la reunión, que también contó con la participación de la directora de Usaid Misión Colombia, Anu Rajaraman, se discutieron las dificultades que enfrenta la juventud del departamento en cuanto a acceso a la justicia y la estigmatización que sufren. Madres y cuidadoras, como Juana Mosquera, Leidy Hurtado y Diana Mendoza, compartieron sus experiencias y señalaron la necesidad urgente de abordar estos problemas.
En el encuentro, la fiscal Camargo resaltó que el Grupo de Tareas Especiales tiene como principal misión analizar contextualmente los episodios de violencia para identificar patrones comunes, tal como la georreferenciación y la edad de las víctimas. Al respecto, afirmó: “Esta no es tarea de una sola dependencia, sino de toda la Fiscalía”.
Como parte de los esfuerzos para mejorar la investigación y atención a las víctimas, Camargo también anunció la reactivación de las mesas de trabajo . Este espacio se dedicará a informar y evaluar el progreso de las investigaciones, recoger información adicional y atender a las víctimas de forma más directa.
De acuerdo con la información de la Fiscalía, esta iniciativa no sólo abarca la ciudad de Quibdó, también se extiende a todo el departamento del Chocó, donde la situación de violencia afecta notablemente a los más jóvenes.
Por su parte, los profesionales de Usaid participantes, como Amalia Eraso y Cristina Barrera, mostraron su apoyo a las medidas adoptadas y recalcaron la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra estos crímenes.
La Fiscal General Luz Adriana Camargo Garzón espera que con la integración de este equipo se logre un análisis más profundo y preciso de los casos, así como avances significativos en los procesos de judicialización. De esta manera, se pretende brindar una respuesta efectiva a las demandas de las madres y cuidadoras que, durante años, han pedido justicia para los jóvenes de Chocó.
Evaluación de más de 600 homicidios de jóvenes en Quibdó
Las cifras son preocupantes: entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024, se registraron 70 homicidios de jóvenes en Quibdó. La constante disputa territorial entre bandas criminales ha truncado numerosos proyectos de vida de la juventud local. Ante este panorama, Anupama Rajaraman , directora de la misión de Usaid en Colombia, destacó la necesidad de implementar medidas de justicia efectivas para proteger a este segmento de la población.
Un evento liderado por la fiscal General de la Nación y Usaid sirvió para mostrar cómo seis programas de esta organización se unieron para enfrentar este problema. Entre ellos, justicia inclusiva, que documenta más de 100 casos de homicidios, ofrece acompañamiento psicológico a más de 200 madres y representa legalmente a 30 casos. Este programa no solo brinda apoyo legal, sino también psicosocial, escuchando directamente las necesidades de las madres afectadas por la violencia.
Una de las principales preocupaciones que explicó Rajaraman en entrevista con El Espectador es la estigmatización que sufren los jóvenes de Quibdó. “Lo que se percibe en los medios y lo que hemos aprendido de la comunidad es que existe una estigmatización hacia estos jóvenes, como si todos fueran criminales o estuvieran involucrados en actividades ilegales.
Eso no es cierto. Los jóvenes en Quibdó, como en cualquier otra región, buscan oportunidades económicas y educativas”, afirmó Rajaraman. Para combatir esta narrativa negativa, Usaid lanzó campañas como “Galería de sueños apagados” y “Exprésate saludablemente”.
Además, los programas de la organización en Quibdó incluyen iniciativas para generar oportunidades económicas y educativas para los jóvenes. A través de “Jóvenes resilientes”, apoyando 32 emprendimientos juveniles, transformando espacios de miedo en entornos protectores. Este programa es crucial ya que muchos jóvenes temen salir de sus casas o asistir al colegio debido a la violencia que los rodea. En colaboración con el Sena, también se ofrece formación en empleabilidad para los jóvenes y sus madres.
Usaid reafirma su compromiso de continuar trabajando con las comunidades de Quibdó para mejorar la situación, creando más oportunidades económicas y sociales para los jóvenes y sus familias, y promoviendo una cultura de paz y seguridad.