La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) emitió una alerta sobre la prolongada crisis en el sector lechero que afecta al país durante los últimos 17 meses. En este periodo, el precio pagado a los productores de leche ha experimentado una disminución de más del 16%, mientras que no se observan reducciones en el precio de la leche para los consumidores, según José Félix Lafaurie, presidente del gremio.
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Fedegán solicitó al Ministerio de Agricultura y al Ministerio de Comercio que tomen medidas inmediatas para atender la situación. El líder gremial también se refirió a la caída significativa en el consumo de leche, así como a los problemas vinculados a los inventarios y las importaciones. Estos factores han provocado que la producción de leche se comercialice a precios reducidos, afectando principalmente a los pequeños productores y sin que se recaude la parafiscalidad ganadera correspondiente.
Ante la crisis del sector lechero, el Gobierno ha ideado acciones que incentiven la compra y el consumo. Entre tales estrategias se encuentra la eliminación del pago del registro Invima, una iniciativa que busca facilitar el acceso al mercado para los pequeños productores. El costo de este registro, que solía ser una barrera significativa, será ahora asumido por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).
Adicionalmente, se han establecido incentivos para fomentar la compra de leche nacional. Los acuerdos con la industria buscan priorizar la leche producida dentro del territorio colombiano, lo que contribuye a fortalecer el mercado interno. Una estrategia complementaria se centra en el uso de las instalaciones de grandes empresas lecheras. Con el llamado “maquilado de leche”, estas empresas permitirán que pequeños productores procesen su leche a costos accesibles.
Otra medida importante es la creación del Fondo de Estabilización de Precios de la Leche, destinado a incentivar a la industria a comprar exclusivamente leche de origen nacional, lo que garantizaría un precio más estable y justo para los productores.
La formalización del mercado es otro aspecto clave en esta serie de iniciativas. El Gobierno ha implementado bonificaciones y cláusulas regulatorias que buscan regular el precio de la leche y fomentar la formalización del comercio de este producto. Según Fedegán, la situación de informalidad en el mercado ha contribuido en gran medida a la crisis actual.
También se están priorizando proyectos de transformación y diversificación de la industria lechera y sus derivados en regiones como Cundinamarca, Boyacá, Antioquia y Nariño. Estas iniciativas buscan no solo mejorar la eficiencia y la calidad de los productos, sino también abrir nuevas oportunidades de mercado y desarrollar una industria lechera más resiliente.
Inventarios elevados de leche y baja en precios
La reducción de inventarios de leche en polvo y leche líquida ha contribuido a la crisis que enfrenta el sector lechero en Colombia. La oferta aumentada por las importaciones y la caída del consumo de leche han presionado los precios a la baja, generando una situación difícil para los productores, especialmente los pequeños.
Durante este período, el consumo de leche ha bajado en 18 litros por persona desde 2021 hasta mediados de 2024. Además, los costos de producción permanecen altos, impidiendo que los productores puedan vender a precios competitivos. Según datos del sector, el incremento en las importaciones también ha agudizado la problemática al aumentar la oferta en el mercado local, forzando a la baja los precios pagados a los productores.
Ante este panorama, los productores colombianos enfrentan serias dificultades económicas. Las cifras reflejan que los pequeños productores son los más afectados, generando preocupación en diversas regiones del país donde la producción lechera es una actividad económica importante.
En lugares como Boyacá, Antioquia y el Eje Cafetero, la lechería constituye una fuente principal de ingresos para muchas familias. Allí, la situación afecta no solo a la economía familiar sino también a la estabilidad de empleos rurales y el dinamismo económico regional.
Además, la persistente crisis está generando un impacto negativo en toda la cadena de valor del sector lechero, desde la producción primaria hasta la transformación y distribución. Organizaciones de productores y gremios lecheros han solicitado al gobierno medidas urgentes, como la regulación de importaciones y la implementación de políticas de apoyo al sector, que incluyen subsidios a los costos de producción y estrategias de promoción del consumo interno de leche.
Los altos costos de insumos como el alimento balanceado, el combustible y otros servicios necesarios para la actividad pecuaria han representado una barrera significativa. Estos factores económicos se suman a las ya mencionadas dificultades de mercado, creando un escenario de inestabilidad y riesgo para la sostenibilidad del sector.