En la mañana de hoy, 24 de agosto, la compañía Cooasoatlan detuvo sus operaciones por cerca de dos horas. La decisión fue tomada por los conductores después de recibir un panfleto intimidante que generó temor entre los empleados.
Los conductores se reunieron y decidieron no laborar mientras esperaban la llegada de los investigadores de la Policía, que asumieron el caso y realizaron labores de verificación para determinar la autenticidad del panfleto extorsivo.
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Tras analizar la situación y brindar acompañamiento a los choferes, la Policía estimó que no existía un riesgo inminente, permitiendo que las operaciones se reanudaran dos horas más tarde. La intervención rápida de las autoridades permitió mitigar el impacto sobre los usuarios del servicio de transporte público.
El pasado 21 de agosto, la operación de la empresa de transporte público Lolaya, que opera en Barranquilla, Soledad y Puerto Colombia, fue suspendida debido a amenazas y atentados que comprometieron la seguridad de conductores y empleados, afectando a aproximadamente 5.000 usuarios. Esta empresa no es la única en la región que ha enfrentado problemas de este tipo. Cooasoatlan, una compañía de buses con sede en Soledad, Atlántico, también ha tenido que interrumpir sus actividades recientemente debido a una posible extorsión.
Las autoridades locales han sido notificadas de estos incidentes y están llevando a cabo investigaciones para proteger tanto a conductores como a directivos de las empresas afectadas. La seguridad en el transporte público se ha convertido en una prioridad, y se están implementando medidas para prevenir futuros incidentes de este tipo.
El caso de Cooasoatlan y Lolaya subraya la necesidad de un esfuerzo conjunto entre las autoridades y las empresas para garantizar la seguridad y continuidad del servicio de transporte público en la región.
Barranquilla refuerza seguridad ante amenazas a empresas de buses
En Barranquilla, las autoridades han implementado medidas adicionales de seguridad para proteger a las empresas de transporte público debido a recientes amenazas. Este refuerzo en la seguridad fue motivado por la aparición de un panfleto que exigía a la empresa Lolaya resolver una situación en un plazo de 24 horas.
Durante el fin de semana pasado, la Policía Metropolitana de Barranquilla realizó una reunión con representantes de 24 empresas de transporte, con el objetivo de socializar las medidas que se están llevando a cabo para proteger la vida de conductores y empleados. La reunión contó con la participación del director Nacional del Gaula, quien presentó un balance de seguridad y destacó que estas acciones preventivas han evitado que se paguen extorsiones por un valor de hasta $5.677 millones de pesos.
Uno de los principales acuerdos alcanzados en la reunión fue la necesidad de cooperación mutua. Las empresas de transporte deberán informar inmediatamente sobre cualquier situación que ponga en peligro la seguridad de conductores y pasajeros. Este acuerdo subraya la importancia de hacer denuncias siempre que sea necesario.
El general Herbert Benavidez, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, indicó que esta no es la primera vez que se realizan mesas de trabajo con los transportadores. En ocasiones anteriores, estas reuniones han reforzado la confianza de los transportadores en las autoridades, gracias a los resultados obtenidos en la lucha contra delitos como la extorsión.
El panfleto que encendió las alarmas fue atribuido al Clan del Golfo, grupo que también ha amenazado a otras empresas de transporte en la ciudad. La Policía Metropolitana de Barranquilla y el Gaula mantienen un trabajo constante para garantizar la seguridad y evitar posibles atentados.
Se resalta la importancia de la denuncia y la cooperación entre las empresas de transporte y las autoridades para combatir la inseguridad. Las acciones adoptadas hasta ahora buscan proteger a las personas involucradas en el sector del transporte y asegurar la continuidad del servicio público en Barranquilla.