En un giro sorprendente en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), un nombre compartido por dos mujeres desató un conflicto de declaraciones y pruebas.
María Alejandra Benavides Soto, exasesora del Ministerio de Hacienda, y María Alejandra Benavides Raillo, una abogada independiente, han sido confundidas en el caso, provocando movimientos estratégicos en los equipos legales de ambas partes.
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Según el Ministerio de Hacienda, sólo una de ellas tuvo acceso a las oficinas de la Ungrd, lo que levanta serias discrepancias en las declaraciones de los implicados.
El exsubdirector para el Manejo de Desastres, Sneyder Pinilla, y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se encuentran en una encrucijada debido a las presentaciones que incluyen chats y registros de reuniones. Según informes de El Espectador, entre julio y octubre de 2023,
María Alejandra Benavides Soto al parecer habría ingresado al menos 16 veces a las instalaciones de la Ungrd para presionar a Pinilla sobre la adjudicación de contratos que beneficiarían a congresistas, lo que ella negó categóricamente. El mismo medio agregó que realmente fue una homónima suya cuyo nombre es: María Alejandra Benavides Raillo la que frecuentó las oficinas en ese período.
La defensa de Bonilla, que está encabezada por el abogado Javier Torres, presentó un documento que desmiente las afirmaciones sobre las visitas de María Alejandra Benavides Soto a la Ungrd, indicando que ella nunca ingresó. Este argumento se enfrenta a las acusaciones del exdirector de la Ungrd, Olmedo López, quien señaló a Benavides Soto como el enlace entre el Ministerio de Hacienda y el Congreso para otorgar contratos de emergencia en Saravena (Arauca), Cotorra (Córdoba), y Carmen de Bolívar (Bolívar).
El nombre de la exasesora del ministro Bonilla (María Alejandra Benavides Soto) sigue siendo una pieza clave en el expediente de la Fiscalía General de la Nación.
Por su parte, Sneyder Pinilla se refirió en interrogatorios que la comunicación con Benavides Soto fue a través de chats y no de forma presencial, contradiciendo las afirmaciones de Olmedo López. Además, el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) declaró ante la Corte Suprema de Justicia que María Alejandra Benavides Soto participó en reuniones cruciales para la entrega de dichos contratos, conocidos como “cónclaves”.
Según documentos de la Fiscalía y que fueron dados a conocer por El Espectador, la presencia de María Alejandra Benavides Raillo en estas reuniones genera confusión en las acusaciones.
El marco legal se complica aún más con la defensa del ministro Bonilla solicitando al Tribunal Superior de Bogotá que considere las entradas y salidas de Olmedo López a las oficinas del Ministerio de Hacienda, para demostrar que las reuniones mencionadas tenían un objetivo administrativo legítimo y no eran “cónclaves” ilegales. De acuerdo con fuentes de la defensa, la aclaración sobre estos encuentros podría liberar de imputaciones tanto a Bonilla como a su equipo.
Simultáneamente, los abogados de Sneyder Pinilla, encabezados por Luis Gustavo Moreno, insisten en que las incongruencias en las declaraciones del proceso son significativas. Así mismo, argumentan que el exsubdirector de la Ungrd siempre indicó que su contacto con Benavides Soto fue exclusivamente digital y conocido por las instancias judiciales nacionales.
Entre tanto, no se ha resuelto la situación de prisión preventiva contra Pinilla, López, y Luis Eduardo López Rosero, imputados por delitos relacionados con el presunto desfalco en la Ungrd. La Fiscalía examina la supuesta relación de Bonilla con estos contratos y la posible colusión para beneficiarios a congresistas, en un caso que sigue sacudiendo los nacimientos de la gestión de emergencias en Colombia.