Así puede desinfectar la remolacha para eliminar bacterias sin que pierda su sabor

La remolacha, una raíz vegetal notable por su color rojo intenso, es ampliamente reconocida por sus beneficios para la salud. Rica en nutrientes y antioxidantes, este vegetal se puede consumir de diversas maneras, incluyendo cruda, cocida o en forma de jugo. Entre los beneficios más destacables de la remolacha, se encuentra su capacidad para mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial.

Los nitratos presentes en la remolacha son los principales responsables de sus ventajas cardiovasculares, ya que contribuyen a la dilatación de los vasos sanguíneos, facilitando un mejor flujo sanguíneo y ayudando a disminuir la presión arterial. Además, estos mismos compuestos pueden incrementar la eficiencia de las mitocondrias, mejorando el rendimiento físico y aumentando la resistencia física.

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Otro de los beneficios importantes es su capacidad para desintoxicar el hígado. La betalaína, un antioxidante presente en la remolacha, juega un papel clave en los procesos de desintoxicación hepática. La contribución de la vitamina C y otros antioxidantes presentes también fortalece el sistema inmunológico, proporcionando una mayor resistencia frente a diversas enfermedades.

Un escenario que puede ocurrir al manipular remolachas es encontrar gusanos en ellas. En tal caso, es crucial llevar a cabo una inspección y una limpieza adecuada para garantizar su seguridad antes de consumirlas. Para ello, debe:

• Retirar cuidadosamente el gusano y desecharlo.
• Lavar bien la remolacha bajo agua corriente para eliminar cualquier rastro de tierra o contaminantes.
• Si se detectan áreas dañadas, es preferible cortarlas antes de cocinar o consumir la remolacha.
• Cocinar la remolacha completamente es una manera eficaz de eliminar cualquier bacteria o parásito que pudiera estar presente.

Para asegurar que la remolacha esté completamente libre de bacterias, es aconsejable seguir un proceso de desinfección, por lo que se recomienda:

• Enjuagar la remolacha bajo agua corriente mientras se frota suavemente con un cepillo para eliminar la tierra y los residuos superficiales.
• Sumergir la remolacha en una solución preparada con una cucharada de vinagre blanco o bicarbonato de sodio por cada litro de agua, durante 10 a 15 minutos.
• Finalmente, se debe lavar nuevamente con agua corriente para eliminar cualquier residuo de la solución desinfectante y secar con una toalla limpia. Con estos pasos, la remolacha estará lista para ser cocinada o consumida de manera segura.

El jugo de remolacha ha captado la atención en los últimos años gracias a sus múltiples beneficios comprobados. Uno de ellos es la salud del cerebro, pues consumir su jugo puede aumentar el flujo sanguíneo a áreas clave del cerebro, mejorando la cognición y la capacidad para tomar decisiones rápidas. Combinar jugo de remolacha con ejercicio incrementa la conectividad en regiones cerebrales asociadas al movimiento, haciéndolas funcionar de manera más similar a las de los adultos jóvenes. Esta combinación parece ayudar a mantener el cerebro joven, posiblemente debido al mejor flujo sanguíneo facilitado por el óxido nítrico.

El microbioma oral también se beneficia del jugo de remolacha. Beberlo dos veces al día durante diez días podría mejorar la mezcla de bacterias orales, aumentando las poblaciones de bacterias saludables asociadas con una buena salud vascular y cognitiva, y reduciendo las bacterias relacionadas con enfermedades e inflamación.

Por último, la remolacha puede ser una gran aliada en el rendimiento físico. Según estudios citados por Andy Jones, profesor de fisiología aplicada de la Universidad de Exeter en Reino Unido, a BBC, el óxido nítrico generado a partir de los nitratos de la remolacha podría mejorar la entrega y utilización del oxígeno en los músculos, maximizando la eficiencia durante el ejercicio y retrasando el agotamiento. Incluso, beber jugo de remolacha aumentaba la resistencia física durante el ejercicio de alta intensidad hasta en un 16%.