En un contexto marcado por tensiones diplomáticas, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras lanzó duras críticas hacia la gestión del canciller colombiano Luis Gilberto Murillo. A través de una serie de declaraciones hechas en su cuenta de X, Vargas Lleras no solo expresó preocupación por las posibles irregularidades en las elecciones de Venezuela, sino también por lo que considera una inacción significativa por parte del Gobierno colombiano.
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Vargas Lleras resaltó que desde el domingo 28 de julio, la postura de Colombia ante Venezuela ha sido débil, especialmente cuando se contrasta con la de otros países de la región. “Once países de la región no reconocen a Maduro y nuestro canciller sigue en consultas; probablemente en los próximos días ratificaremos la victoria de la dictadura en Venezuela. Indigno y mal precedente”, expresó Vargas Lleras.
Además, el exvicepresidente lanzó una advertencia sobre las posibles consecuencias que estas acciones podrían tener para Colombia en el futuro cercano. “Esto es un abrebocas de lo que le puede suceder a Colombia en el 2026″, afirmó, insinuando que las mismas prácticas podrían repetirse en el país durante las próximas elecciones. Insistió en que, en lugar de mediaciones internacionales, el canciller Murillo debería enfocarse en resolver problemáticas internas como la emisión de pasaportes y la corrupción asociada a este trámite.
La referencia a la situación de los pasaportes no fue menor. Vargas Lleras criticó duramente la gestión de Murillo en este ámbito, señalando que la corrupción y las dificultades en la expedición de estos documentos son un asunto prioritario que aún no ha sido abordado adecuadamente. “¿Sobre qué quiere mediar nuestro canciller, cuando lo que debe hacer es solucionar el tema de los pasaportes y toda la corrupción que hoy gira en torno a su expedición y que tarde que temprano le va a estallar?”, cuestionó.
Estas declaraciones se producen en un contexto donde las relaciones exteriores de Colombia y su posicionamiento ante la crisis venezolana están bajo escrutinio. Las palabras de Vargas Lleras, conocidas por su tono crítico hacia el actual Gobierno, buscan presionar para un cambio en la línea de política exterior que, según él, debe ser más firme y decidida.
La respuesta de otros actores políticos y del mismo canciller Luis Gilberto Murillo aún está por verse, pero es probable que estas afirmaciones intensifiquen el debate sobre la política exterior de Colombia y las gestiones internas relacionadas con servicios esenciales como la expedición de pasaportes.
Temas cruciales para la Cancillería
Colombia está enfrentando retos con respecto a la emisión de pasaportes debido a problemas logísticos y técnicos. Miles de ciudadanos han experimentado retrasos importantes en la entrega de estos documentos, luego de que comenzó el pleito legal con Thomas Greg & Sons.
Todo comenzó luego de que el excanciller Álvaro Leyva declarara desierta la licitación siendo Thomas Greg la única oferente que cumplía con los requisitos. Esto llevó a la empresa a demandar al Estado colombiano por 117.000 millones de pesos por las pérdidas a futuro que enfrentaría en vista de que para ese momento era el proveedor. Eso ocasionó que José Antonio Salazar, entonces secretario general de la Cancillería, saliera de su puesto y Martha Zamora también fuera retirada del cargo de directora de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.
Desde entonces y con el cambio de canciller, la perspectiva ha cambiado, y es que en estos momentos, Murillo está en términos conciliatorios con Thomas Greg, razón por la cual el martes 27 de agosto se llevará a cabo una reunión en la Procuraduría con el fin de encontrar soluciones.
Por su parte, el Gobierno expresado su preocupación por el desarrollo de las elecciones en Venezuela. En varios comunicados, las autoridades colombianas han manifestado que el proceso electoral en el país vecino carece de transparencia y garantías democráticas adecuadas. Sin embargo, no ha rechazado los resultados directamente.
Las emisiones de pasaportes y la situación electoral en Venezuela representan dos desafíos distintos pero significativos para Colombia. Mientras trabaja para resolver los problemas internos de logística y técnica, también juega un papel activo como defensor de la democracia en la región, mostrando la necesidad de elecciones libres y justas en el país vecino.
México y otros países latinoamericanos también han mostrado preocupación por la situación en Venezuela, apoyando el llamado de Colombia a realizar elecciones bajo condiciones justas y transparentes. La garantía de procesos democráticos es vista como fundamental para la estabilidad de la región.