Uribe criticó postura de Colombia y cuestionó elecciones en Venezuela: “Una dictadura que intenta engañar de nuevo con tramposas simulaciones electorales”

El expresidente Álvaro Uribe Vélez le envió una nota al canciller Luis Gilberto Murillo en la que nuevamente se refirió a la crisis en Venezuela, según lo publicó Uribe en su cuenta de X el viernes 23 de agosto.

El intercambio se dio luego de que el expresidente discutiera con el canciller telefónicamente sobre lo que sucede con Venezuela y como preparación para la reunión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, donde se espera la participación del presidente Gustavo Petro.

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En dicha conversación, Uribe expresó su desacuerdo con la postura de Colombia sobre Venezuela. Según el exmandatario, la crisis en el país vecino es producto de una “dictadura fascista-castrista, con más rabia, menos doctrina, completa corrupción y cero ética”.

Además, Uribe criticó las “tramposas simulaciones electorales” que según él se están llevando a cabo en Venezuela con la intención de engañar a la comunidad internacional.

La nueva convocatoria para la Comisión Asesora marca un punto de confrontación en la política exterior colombiana.

A través de su cuenta en X Uribe publicó la citada nota la cual es dirigida al canciller Murillo reafirmando sus críticas y agregando temas relacionados con Nicaragua y la sentencia de 2011 de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuestionando su legalidad y aplicabilidad.

La convocatoria generó reacciones mixtas. En la reciente reunión de la Comisión Asesora, los exmandatarios Andrés Pastrana , Iván Duque y César Gaviria declinaron su participación, mientras que Pastrana y Duque acusaron al presidente Petro de ser “cómplice” del régimen de Nicolás Maduro.

En contraste, expresidentes como Ernesto Samper y Juan Manuel Santos sí asistieron, con Santos instalando a la participación pese a las diferencias ideológicas con el gobierno actual.

Las tensiones con Nicaragua también formaron parte del intercambio entre Uribe y Murillo. En su nota, Uribe reiteró su posición respecto al fallo de la CIJ de 2011, insistiendo en su “memorando de ilegalidad y de inaplicabilidad“.

Esta situación destaca una dinámica compleja en la política exterior colombiana, donde la visión del gobierno actual difiere significativamente de la de las administraciones anteriores. Mientras tanto, la crisis en Venezuela continúa siendo un punto central de debate en la diplomacia de la región, afectando no solo las relaciones bilaterales sino también la estabilidad política y social en América Latina.

El expresidente Álvaro Uribe y el canciller Luis Gilberto Murillo sostuvieron una llamada el lunes 19 de agosto para discutir el tema de la crisis desatada en Venezuela luego de las elecciones presidenciales el domingo 28 de julio.

Uribe informó a través de X: “Con el canciller Luis Gilberto Murillo tuve ayer una conferencia telefónica, pedida por mí, sobre los temas que tratarán en la Comisión Asesora. Di mis reacciones sobre los diferentes puntos”. Esta comisión, que tiene por objetivo evaluar las posibles soluciones a la situación política en Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio donde Nicolás Maduro fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral , examinó varios temas cruciales.

Entre los puntos que se trataron estaba el estado actual de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela y la situación de la migración venezolana y su regularización.

El Gobierno nacional señaló la necesidad de verificar las actas de votación de las elecciones venezolanas y ha sugerido la repetición de las elecciones con una supervisión independiente e internacional, una propuesta rechazada por la oposición venezolana. Por este motivo, Duque y Pastrana rechazaron la invitación, criticando la postura del gobierno del presidente Gustavo Petro frente a la crisis venezolana y acusando al gobierno de apoyar de alguna manera la permanencia de Maduro en el poder.

El encuentro buscó también examinar las actas de los votos y presionar por una convocatoria a elecciones supervisadas por la comunidad internacional, insistiendo en la transparencia y legalidad del proceso. Sin embargo, esta postura generó discrepancias dentro del ámbito político colombiano, reflejadas en las decisiones tomadas por los expresidentes invitados.