Las playas del Caribe colombiano siguen siendo un imán para los turistas del país y del mundo. La unión de ambientes como desiertos, naturaleza tropical, mar azul y una diversidad cultural muy amplia despiertan el antojo de querer tomar la maleta, comprar tiquetes e ir al departamento más al norte de Colombia.
Y aunque las rancherías, las playas de la zona de Punta Gallinas, y las salinas de Manaure, además del contacto directo con las comunidades wayú, suelen ser el foco de atención de los viajeros, uno de los puntos de llegada es la ciudad de Riohacha, que recibe a todos los visitantes.
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Y por eso no puede ser dejada de lado, ya que esconde un atrayente crecimiento, que ha sido notable en los últimos años. De hecho, se está destacando como un referente de la preservación de su autenticidad mientras amplía su infraestructura.
Qué se puede encontrar en Riohacha
Más que un portal a todo lo que ofrece el departamento caribeño, Riohacha es un destino turístico muy completo. Una compilación que realizó Portafolio indica que, entre los principales atractivos de la ciudad están sus hermosas playas de arena dorada que se extienden a lo largo del Mar Caribe.
También hay un malecón, una extensa franja costera, que es ahora se convirtió en el epicentro de la vida social de la ciudad, debido a sus vistas panorámicas y oferta de actividades como el kitesurf y el windsurf, además de relajantes caminatas junto al mar y una oferta gastronómica centrada en mariscos frescos.
La información de Colombia Travel, de Procolombia, es que “Riohacha es uno de los secretos turísticos mejor guardados del Gran Caribe colombiano. Aquí, encontrarás largas playas vacías, coloridas reservas naturales y atrapantes tradiciones indígenas”.
Indican que allí, “los placeres simples de las vacaciones están por todas partes: puedes caminar por el paseo marítimo a la sombra de las palmeras, explorar las coloridas artesanías wayús o ir hasta el final del romántico muelle de la ciudad para observar la puesta de sol sobre el Caribe. La serenidad que ofrece Riohacha la convierte en un bálsamo para los sentidos”.
El contacto con la naturaleza y los espectaculos de flora y fauna
Otro punto destacado es el Santuario de Flora y Fauna Los Flamencos, un refugio natural cercano a la ciudad que es un verdadero paraíso para los observadores de aves. Este ecosistema es casi que único porque alberga, a la vista de cualquier viajero, una gran diversidad de especies, como los emblemáticos flamencos rosados que dan nombre al santuario.
La región también es conocida por sus formaciones geológicas impresionantes como el Cabo de la Vela, un lugar con gran significado cultural para la comunidad wayú, a unas horas de la ciudad. Este es el punto más visitado de la región, porque, en términos de los mismos viajeros que comentan en plataformas como TripAdvisro, atrae a quienes que buscan paisajes desérticos y playas vírgenes, poco exploradas y tranquilas.
En cuanto a la gastronomía, la ciudad ofrece una rica variedad de platos típicos. El friche, un plato wayú a base de cabrito frito, el arroz con camarones, la chicha (una bebida de maíz fermentado), y la arepa de huevo son algunos de los manjares locales más populares. Además, los restaurantes locales se especializan en pescados y mariscos frescos, con opciones como la langosta, el pargo rojo y la sierra.
Para profundizar en la cultura wayúu, Riohacha celebra el Festival de la Cultura Wayú, un evento que atrae visitantes nacionales e internacionales. Durante este festival, se organizan exhibiciones de danzas tradicionales, degustaciones de platos típicos, muestras de artesanía y competencias de juegos ancestrales.
Pero además, el desarrollo de Riohacha no se ha limitado solo a sus ofertas turísticas y culturales, sino también a su infraestructura. Según información de la Alcaldía de Riohacha, la ciudad cuenta con una variedad de opciones de alojamiento que van desde hoteles boutique hasta posadas ecológicas.
Estos establecimientos ofrecen actividades autóctonas como visitas a rancherías wayúu, talleres de artesanía tradicional, recorridos por salinas naturales y avistamiento de aves en los humedales.