Indignante: una menor murió esperando un medicamento para tratar la epilepisa

Una menor de cinco años de edad que padecía de epilepsia murió debido a la falta de entrega de los medicamentos que necesitaba. Su madre, Heidy Jineth Pulido, reclamó en repetidas ocasiones para que se los proporcionaran a tiempo. Sin embargo, esto nunca pasó.

De acuerdo con la madre de la niña, como consecuencia de la crisis, tuvo que elegir entre comprar los medicamentos o el alimento para sus hijos. Según RCN, la mujer afirmó que “cada frasco vale aproximadamente $40.000 y mi hija se tomaba seis en el mes, entonces solo pude comprar dos. Ya llegaba el momento en el que uno tenía que elegir si usar ese dinero para las citas médicas, para su tratamiento, para su terapia o simplemente para comer”.

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La niña, de nombre Valentina, debía tomarse tres medicamentos para así controlas el trastorno que padecía, pero apenas recibía uno de esos. A la madre le habían pedido que enviara una carta a la farmacéutica Audifarma de Facatativá (Cundinamarca) y de Bogotá para solicitar el abastecimiento, pero no se los entregaron.

Debido a la falta de medicamentos, la menor presentó una convulsión, y su madre la llevó de inmediato a urgencias al Hospital de Facatativá, en donde la intubaron y la remitieron a otra institución médica de Bogotá, pero murió al poco tiempo.

Luego del fallecimiento de Valentina, Pulido recibió un correo en el que le informaban que se estaban buscando soluciones para tratar el desabastecimiento; sin embargo, ya era muy tarde.

“Ese día yo llamé de inmediato a Salud Total y le dije a la muchacha que me atendió que si pretendía que sacara a mi hija de la bóveda para que el epileptólogo la reviviera y le entregaran los medicamentos”, informó la madre al medio anteriormente mencionado.

Pulido envió un mensaje a las personas que sufren por la falta de medicamentos suministrados a sus hijos. “Le digo a las otras mamás que sigan luchando porque uno hace lo posible para que los niños estén bien, con vida y tengan una calidad de vida estable, como para que las entidades simplemente se laven las manos con un correo como el que me enviaron”, puntualizó.

Y es que ya surgieron advertencias por el riesgo de desabastecimiento de medicamentos. En concreto son 24 fármacos que se usan para controlar las convulsiones de los pacientes que padecen de epilepsia en Colombia.

“Como la carbamazepina, el ácido valproico, el clonazepam o el diazepam que tienen muchos años en el mercado colombiano, y otros que son nuevos, se ha encontrado la dificultad de que el paciente pueda llegar a adquirirlo o a recibirlo”, indicó la directora ejecutiva de la Asociación de la Industria Farmacéutica colombiana, Clara Rodríguez, en diálogo con Noticias Caracol.

De acuerdo con ese medio de comunicación, en el país hay diez medicamentos son para tratar las convulsiones. Estos necesitan de un estudio de bioequivalencia, que en promedio, por cada uno tiene un costo de $500 millones.

“Se tiene que demostrar a través de estudios clínicos que el medicamento genérico que se fabrica a partir uno innovador tiene las mismas condiciones de calidad, seguridad y eficacia”, agregó Rodríguez.

Y es que de no contar con el testeo, los fármacos no se podrán comercializar en el país, razón por la que la preocupación es cada vez mayor. “Se han venido acabando los registros sanitarios. Es importante entrar a demostrar que estos medicamentos que llevan más de 50 años en el mercado colombiano, producidos por la industria farmacéutica local, han demostrado ser eficaces y seguros”, agregó la funcionaria.