La Vía Panamericana es una de las arterias viales más importantes de Colombia, conectando el país de norte a sur y facilitando el comercio y el tránsito de personas y mercancías. Además, esta vía es el único corredor estratégico que tiene el Valle del Cauca con su aliado comercial, Ecuador.
Sin embargo, en los últimos años, esta carretera ha sido escenario de frecuentes bloqueos, que han tenido profundas repercusiones económicas, sociales y políticas para el país. De hecho, el último bloqueo se presentó el 20 de agosto de 2024.
Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano (Aiso) se desplazaron hasta la vía panamericana en el departamento del Cauca y bloquearon la ruta, para exigir al Gobierno nacional que cumpla con las promesas y solicitaron la presencia del presidente Gustavo Petro en El Túnel, Cajibío.
De acuerdo con datos del Consejo Gremial del Cauca, este año van 39 bloqueos a la vía panamericana, lo que representa 186% más que en 2023, es decir, 4,5 bloqueos por mes. Esto, por supuesto, ha generado bastantes pérdidas para los empresarios del país.
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Gerardo Arroyo, exdirector Ejecutivo del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, en entrevista con Infobae, le cuenta al medio que diariamente se pierde bastante dinero por los bloqueos en esta vía.
“Con cada bloqueo, se generan pérdidas diarias de aproximadamente $13.000 millones, y esas pérdidas son tan solo de algunos sectores, los más afectados son industria, turismo y transporte terrestre, además del transporte de carga”, comenta Arroyo.
“Hay que sumar las pérdidas de un sector muy sensible que es el sector de transporte terrestre, donde se pierden desde $700 a $800 millones diarios con cada bloqueo. Ellos movilizan, en promedio, 12.000 pasajeros entre Cauca y Valle del Cauca, en 450 despachos”, indica Arroyo.
“Y sumado a ello, la carretera Panamericana está movilizando cerca de 25 millones de kilos diarios. Según el último sondeo que hizo la empresa a cargo de la obra de reconstrucción de la vía Panamericana en el sector de Rosas, transitan 3.600 vehículos, de los cuales el 25%, 760 vehículos corresponden a vehículos de carga pesada. De esos 760, 700 son tractomulas. El resto, son vehículos sencillos o doble trope. Y esos movilizan 25.000 toneladas, 250 millones de kilos diarios”, agrega.
Arroyo también comenta que otro sector muy álgido que ya reporta pérdidas de más de $5.000 millones por los bloqueos desde enero y que ya reporta una crisis económica profunda es el sector hotelero.
Julián Torres Sarría, director ejecutivo de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Colteco le contó a Infobae, que “los bloqueos de la vía Panamericana son uno de los problemas más importantes que tiene hoy en día el departamento del Cauca en cuanto a los establecimientos de alojamiento y hospedaje. Esto representa pérdidas que se han estimado entre lo que corresponde a la violencia y a los cierres de carreteras en más de $5.000 millones en lo que corre entre el año 2023 y lo que llevamos hasta la fecha del año 2024″.
“El factor de ocupación hotelera por estas problemáticas fluctúa entre el 30% y 40%, sobre todo en Popayán, en la capital del departamento, y podemos tener ocupación hotelera incluso de cero, en promedio entre el 10% y 0% en municipios que están afectados por temas de orden público, donde los turistas potenciales o el segmento corporativo de alojamiento no reciben ningún tipo de turistas”, dice Torres.
Torres dice que desde Cotelco-Cauca y el gremio de alojamiento han establecido una estrategia para solicitar al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y solicitar al Ministerio de Interior puntualmente al Gobierno Nacional las medidas y soluciones que conviertan a esa ciudad en un punto estratégico para la realización de congresos, eventos y convenciones. “Un tema de recuperación del espacio público, donde el cierre de la vía panamericana no se dé bajo ningún motivo”, agrega.
Otro de los sectores màs afectados por estos bloqueos es el sector gastronómico que viene de la mano del turismo. Los bloqueos dificultan el transporte de insumos básicos y productos alimenticios a los restaurantes y hoteles en las zonas afectadas. Esto puede llevar a una escasez de productos frescos, aumento de precios y, en algunos casos, al cierre temporal de negocios que no pueden operar bajo estas condiciones.
La disminución en la actividad turística y gastronómica debido a los bloqueos puede llevar a recortes de personal y, en casos más graves, al cierre definitivo de negocios, afectando el empleo en la región.
Martha Lucía Cerón, directora ejecutiva de la Asociación colombiana de restaurantes, Acodres, en entrevista con Infobae, le comentó al medio que “Popayán no tiene más de 350 mil habitantes y un 70% depende su economía en el sector turismo. Y dentro del sector turismo estamos los restaurantes, como las agencias de viajes, los hoteles, están los guías turísticos, el transporte, las casas de las poblaciones cercanas que son utilizadas como espacios para recibir a propios y a visitantes”.
“Nuestra economía está totalmente golpeada, además porque aparte de atentar contra nuestra economía, están atentando contra nuestra seguridad alimentaria. ¿Por qué? porque nuestro municipio puntualmente depende totalmente o en casi un 90% de las proteínas que traemos y otros insumos que traemos de departamentos como el Valle, como Nariño, como Cundinamarca, el eje cafetero”, señala Cerón.
“Por ejemplo, en Popayán no hay una procesadora de pollo, todo el pollo lo traemos al 100% desde el norte del Valle. De Nariño tenemos todo lo que es la parte de lácteos, como mantequilla, crema de leche, que también son insumos supremamente importantes para la preparación de nuestros platos. Esa inseguridad alimentaria es muy, muy crítica al punto que estamos como gremio asociados al turismo solicitando una declaratoria de emergencia social y económica para nuestro departamento con el fin que tributariamente se nos pueda voltear a mirar y que podamos tener un alivio económico”, puntualizó.
Sin duda, los bloqueos en la vía Panamericana también tienen un impacto significativo en la movilidad de las carreteras y la productividad en general de varias regiones del país. Si bien, los bloqueos constantes están generando cuellos de botella y congestión en las rutas alternas, aumentando los tiempos de viaje y complicando la movilidad en general.
Con la vía principal bloqueada, los vehículos deben utilizar rutas alternas, que a menudo son más largas y están en peores condiciones. Esto no solo incrementa el tiempo de viaje, sino que también sobrecarga estas rutas, deteriorándolas más rápidamente y aumentando el riesgo de accidentes.
Además, con rutas más largas y tiempos de entrega más extensos, los costos logísticos se disparan. Cómo se mencionó antes, esto se traduce en un aumento de los precios de los productos finales y en una menor competitividad de las empresas afectadas.
Incluso la dificultad para llegar al lugar de trabajo debido a los bloqueos en esta vía afecta directamente la productividad. En algunos casos, las empresas deben suspender sus operaciones o reducir la jornada laboral, lo que impacta negativamente en la economía local y nacional.
Juan Manuel San Clemente, Director Ejecutivo del Comité Intergremial Empresarial del Valle del Cauca, en entrevista con Infobae, le cuenta al medio que les preocupa a los gremios productivos del departamento del Valle del Cauca los bloqueos constantes que afectan la movilidad de la región y no solamente generan pérdidas para el aparato productivo, sino que también generan afectaciones en la vida misma de las personas que habitan el suroccidente colombiano.
“El bloqueo por ejemplo de una vía como la vía Panamericana genera 20 mil millones diarios en pérdidas para las empresas, pero también se generan otros problemas como el riesgo en el que se ponen los empleos de miles de personas, también se arriesga la vida de las personas que quedan atrapadas en estos bloqueos y se generan también unas afectaciones al consumidor final cuando va a comprar un producto que por consecuencia de un bloqueo se encarece en diferentes partes de la geografía del suroccidente colombiano”, explica San Clemente.
“Además se afecta al comercio internacional, por ejemplo hacia el mercado del Ecuador, también los bloqueos en la vía Cali-Buenaventura preocupan porque también es un corredor que tiene una gran importancia en términos de comercio internacional”, agrega.
“Por supuesto resaltamos el derecho a la legítima protesta, sin embargo no es válido en la medida en la que se vulneran otros derechos de la mayoría, en donde incluso se arriesga la vida de conductores que han sufrido robos o diferentes situaciones porque se desvían de la vía Panamericana”, concluye San Clemente.
Por otra parte, Nidia Hernández Jiménez, presidente ejecutiva de la Federación Colombiana de Transportadores de carga por Carretera, Colfecar, en entrevista con Infobae, explica que todo bloqueo representa graves traumatismos y pérdidas económicas en la cadena de abastecimiento del país.
“Se pudren los alimentos que con tanto esfuerzo cultivan los campesinos. Se interrumpe el suministro del gas domiciliario y combustible a las estaciones de servicio, así como el comercio exterior entre Colombia y ecuador. Los bloqueos en las vías nacionales representan la mayor dificultad para la logística, restándole productividad y competitividad a nuestro país”, indica Hernández.
“En un vehículo particular es fácil regresarse a algún lugar donde se tenga acceso a alimentos, baños y posiblemente donde dormir de manera segura, pero para el conductor de una tractomula no existe esa opción, ellos quedan bajo las peores condiciones, sin acceso a baños, a poca comida, pero a altos precios, se ven obligados a dormir en los vehículos por temor a que les roben la carga o les incineren su vehículo”, agrega.
Hernández agrega que entre enero y julio de 2024 se han acumulado pérdidas para el sector transporte por $2.2 billones debido al lucro cesante y estiman que cada bloqueo en las vías del país le ha costado al sector un promedio de $5.000 millones en lo corrido del 2024.
Causas de los bloqueos
Una de las causas principales son las protestas sociales que realizan diversos grupos incluidos indígenas, campesinos y sindicatos. Estos han utilizado los bloqueos como una forma de presión para exigir mejores condiciones de vida, acceso a servicios básicos y el respeto de sus derechos. Las demandas suelen incluir mejoras en salud, educación, infraestructura y justicia.
Otra de las causas son los conflictos agrarios: las disputas por la tierra y los derechos territoriales son comunes en Colombia. De hecho, las comunidades indígenas y campesinas a menudo bloquean la vía para llamar la atención sobre la falta de reconocimiento de sus territorios ancestrales y la necesidad de una reforma agraria justa.
Además otra causa son las políticas gubernamentales: la implementación de ciertas políticas, como la erradicación de cultivos ilícitos o la explotación de recursos naturales, ha generado descontento en las comunidades locales, que ven estas acciones como una amenaza a su sustento y a su entorno.
Por otra parte, están los problemas económicos: la falta de inversión en infraestructura y el mantenimiento deficiente de las carreteras también han provocado bloqueos, ya que las comunidades afectadas protestan por el deterioro de las vías y la falta de conectividad.
Y no se puede quedar atrás la influencia del conflicto armado. La presencia de grupos armados ilegales en ciertas regiones ha contribuido a la inestabilidad y al cierre de vías como una táctica para ejercer presión sobre el gobierno.
Ahora bien, los bloqueos en la vía Panamericana en Colombia es un problema estructural que requiere soluciones sostenibles e integrales. La cooperación entre el gobierno, las comunidades y otros actores es esencial para encontrar caminos hacia la solución de este problema.
Ante esto, Martha Cerón, directora ejecutiva de Acodres dice: “hoy hacemos ese llamado al gobierno nacional para que nos mire, para que se declare esa emergencia social y económica y que podamos tener un respiro y que de esa manera podamos potencializar nuestro departamento a las diferentes comunidades indígenas y actores que utilizan la vía panamericana como forma de presión para acceder a sus requerimientos, que por favor piensen en que hay otras comunidades que también dependemos de ese tránsito por esa panamericana”.
Por otro lado, Nidia Hernández, presidente ejecutiva de Colfecar propone que una vez llegue la comisión del gobierno, deben exigirles que abran la vía para que se inicien las mesas de dialogo y no “como pasa hoy en día, en que las comunidades mantienen la vía cerrada hasta que llegan a soluciones”.
Por su parte, Julián Torres Sarria, director ejecutivo de Colteco exige soluciones prontas por parte del gobierno y otras entidades. “Que cumplan los acuerdos establecidos con las diferentes comunidades, cuáles son posibles y cuáles no, y que no sea una medida de presión el bloqueo de la carretera. También, los empresarios de la industria requieren a través de las distintas entidades como Fontur, Impulsa, el programa de transformación productiva y otras entidades del gobierno, permitirles mejorar la infraestructura física, la actualización, el uso de software”.
“Hemos pensado con otras entidades de gobierno trabajar en una ley, una nueva ley, tal como se creó en su momento lo de la ley Paéz, pero una nueva ley que podemos denominar ‘la ley Cauca’, que por un periodo de tiempo específico busque salidas e incentivos tributarios para los empresarios y que fomente la inversión local en el departamento”, agrega Torres.
“Para nosotros es muy importante que el esfuerzo que se haga esté dirigido a la recuperación y a la visibilizarían de las actividades que se pueden desarrollar en el departamento. Eventos que pueden desarrollarse con afluencia de turistas nacionales e internacionales y mejorando la ocupación hotelera que para que ellos sean rentables y estables deben estar por el orden del 60% al 70%”, concluye Torres.
Estos bloqueos son un reflejo de problemas más profundos en Colombia. Por eso abordar sus causas subyacentes requiere un enfoque integral que combine el diálogo, la inversión en infraestructura, políticas inclusivas y el fortalecimiento de la seguridad.
Solo así se podrá garantizar la libre circulación en esta crucial arteria y promover el desarrollo económico, social y sostenible del país.