Misael Velásquez Granadillo, Secretario de Gobierno de La Guajira, informó que en la mañana del jueves se controló un incendio en el Batallón de Infantería Mecanizado Número 6 de Riohacha, La Guajira.
El incidente, atribuido a las altas temperaturas, afectó una bodega donde se almacenaban armas y explosivos, provocando la detonación de algunos de estos. Según un comunicado del Ejército, no fueron explosiones al azar, sino cargas controladas para prevenir precisamente un incendio peor.
Esta peligrosa situación obligó a la evacuación preventiva de diversas instalaciones cercanas al batallón, incluyendo la Universidad de La Guajira, el Sena Industrial, el colegio Cerromar y varias viviendas alrededor. La evacuación masiva generó un considerable atasco vehicular sobre la Troncal del Caribe.
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En un inicio, las detonaciones fueron interpretadas como un posible atentado contra el batallón, pero las autoridades aclararon que la activación de explosivos se debió al incendio. Según Velásquez, los explosivos que se están detonando son defectuosos, y la idea es permitir que estos estallen uno a uno para que los organismos de socorro puedan acceder a la bodega con seguridad.
Hasta el momento, no se han reportado personas lesionadas debido a la emergencia. Por su parte, el alcalde de Riohacha, Genaro Redondo, confirmó en su cuenta en X que la UniGuajira, el Sena y otras instituciones educativas cercanas fueron evacuadas.
Redondo indicó que “los agentes de tránsito se encuentran en la zona garantizando el flujo vehicular” y comunicó además que “se activó el protocolo para la mitigación de desastres, con presencia del Ejército, Policía y bomberos”.
Las instalaciones del Batallón N.6 Cartagena fueron parcialmente afectadas por las explosiones e incendios, y las medidas de evacuación fueron cruciales para preservar la seguridad de la comunidad cercana.
Las autoridades locales y las fuerzas de emergencia continúan trabajando en la zona para garantizar el control total de la situación.
Red militar traficante de armas clausurada tras operativos en Bogotá y Villavicencio
El grupo criminal detrás de una operación clandestina que desviaba municiones y armas de uso militar hacia las disidencias de las Farc ha sido desmantelado en Colombia.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, con el apoyo del Gaula Militar, capturó a cinco presuntos integrantes en Bogotá, Villavicencio y en una carretera que conduce a Melgar. Durante los operativos, se incautaron más de 4.400 cartuchos de diversos calibres y más de un kilogramo de pasta base de coca.
Las autoridades identificaron la operación ilícita que implicaba la sustracción de armas de varios almacenes militares, su traslado en vehículos oficiales y la entrega final a los grupos armados ilegales. La red incluía varios militares entre sus miembros, de acuerdo con la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales. Según la Fiscalía, el grupo intercambiaba armamento por droga, todo bajo un esquema de distribución sistemático que aseguraba que las armas llegaran a manos de las disidencias de las FARC en el oriente del país.
Entre los detenidos se encuentran los soldados profesionales Yeison Farley Bolaños Noguera y Ángel Alberto Sosa Villamil, junto con José Bladimir Bohada, alias Popi. Estos fueron presentados ante un juez de control de garantías, siendo imputados por los delitos de concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso restringido y exclusivo de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, los acusados no aceptaron los cargos.
La investigación se apoyó en pruebas sólidas recabadas por un fiscal especializado que lograron desentrañar el modus operandi de esta red clandestina. Las pruebas incluyeron seguimientos, interceptaciones y testimonios que vincularon las actividades ilegales directamente a los arrestados.
Este golpe a la criminalidad no solo desarma a los grupos ilegales, sino que también impide la circulación de cantidades significativas de arma dentro del conflicto armado colombiano. Las operaciones de esta magnitud buscan desarticular eficazmente las redes de apoyo logístico con las que cuentan los grupos armados, quienes encuentran en el contrabando de armas y el tráfico de drogas fuentes recurrentes de financiación y poder.
Asimismo, se están llevando a cabo investigaciones adicionales para determinar la extensión de la red y si existen más militares activos involucrados en estas actividades ilícitas. Las autoridades reiteraron su compromiso de continuar desmantelando estructuras criminales que atenten contra la seguridad nacional y la estabilidad social del país.