Tras un extenso debate en el Concejo de Medellín durante la jornada del 22 de agosto los cabildantes de la capital antioqueña dieron su visto bueno para que EPM se salga del negocio de las telecomunicaciones, y pueda vender sus acciones en UNE.
Fueron 16 votos a favor y cinco en contra. Con este resultado, EPM iniciará el año entrante un proceso de enajenación por 1.6 billones de pesos, tal como lo reportó la contabilidad de EPM.
Esa decisión del Concejo no ha sido bien recibida por los militantes del petrismo, que ven en el trámite una renuncia a lo público y una preferencia por lo privado. Las críticas, en redes sociales y medios de comunicación, han llovido sobre la administración de Federico Gutiérrez y sobre los parlamentarios adeptos a su línea de gobierno.
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Alejandro Toro, representante a la Cámara por Antioquia, fue uno de los primeros en arremeter contra la determinación del Concejo de Medellín.
“Une fue un mal negocio y ahora gracias a estos concejales también es un gran regalo para una multinacional ¡Nos tumbaron! El pueblo no olvida. Toda mi solidaridad a los trabajadores y al sindicato. Gracias a los valientes concejales dignos ante sus convicciones”, escribió en X.
Asimismo, compartió en una imagen la lista de concejales que votaron favorablemente a la venta:
Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, también criticó la determinación de los cabildantes medellinenses. A través de su cuenta en X, señaló que esta no es la primera vez que empresas públicas terminan siendo liquidadas en nivel nacional.
“Concejo de Medellín votó en favor de la venta de UNE. ¡La diferencia! Nosotros jamás regalaríamos la ETB del estratégico sector de las comunicaciones. La estrategia es marchitarlas para después regalarlas Así la derecha regaló Telecom, regalaron el Banco cafetero, la Flota Mercante, Gran Ahorrar, Ecogas, Promigas, Isagen, Carbocol, casi todas las electrificadoras y una larga lista... Varias de esas empresas recuperaron lo poco invertido con tarifas que ahogan a los colombianos. La derecha pobre vota con odio y se ahorcan así mismos”, señaló Bolívar.
Durante el debate, el concejal Alejandro Arias aseguró que los recursos que se obtengan producto de las potenciales enajenaciones, donde EPM no es controlante, podrían ser reorientados a iniciativas que sean gestionadas por EPM. Además, que estos pueden hacer parte de sus negocios estratégicos, contemplados dentro del plan de la empresa, como lo dice el Acuerdo Distrital.
“Lo que pretende la venta de UNE es precisamente recuperar el valor invertido en esas compañías que no son controladas por EPM”, dijo.
Qué pasará con los recursos y los trabajadores
Luego de la aprobación, el gerente de EPM, John Maya, se mostró satisfecho e indicó en qué se invertirían los recursos. Dijo que, desde el punto de vista social, se tiene una propuesta en cuatro puntos de la conectividad, pudiendo utilizar un sistema, una red que tenga fibra óptica que puede llegar a los sectores más pobres en los que los comercializadores no llegan.
“Nosotros podemos adecuar esas redes”, dijo. Otro asunto que mencionó es que en lo financiero y lo social está muy claro.
“En lo social podemos tener una respuesta. Si me preocupa es la parte de los trabajadores porque cambia el patrón, pero esto apenas comienza y es una aprobación de la enajenación. Hay que seguir un procedimiento de la Ley 226 de 1995 de cómo se puede vender la empresa. Eso todavía no se ha hecho. Tenemos que esperar. Puede ser entre un año, año y medio o dos años, dependiendo de la situación en ese momento”, explicó.
Vigilancia a lo que pase
Insistió en que en ese momento deberán estar muy vigilantes con cuál va a ser la relación que van a tener los trabajadores con la empresa.
Dejó claro que la empresa de las telecomunicaciones no se va a terminar. Entonces, que si les compran esas acciones, Tigo Une y sigue funcionando como un comercializador de telecomunicaciones de Internet, así que eso no se acabará y, por supuesto, va a necesitar trabajadores.