El contrato para la renovación del emblemático hospital San Juan de Dios, ubicado en Bogotá, fue liquidado de manera unilateral por la subred Centro Oriente debido a su incompatibilidad con la preservación del patrimonio cultural.
Así lo anunció Luis Óscar Galves, agente interventor: “El Ministerio de Cultura no permitió la demolición de la torre, lo que hacía inviable continuar con el contrato en sus términos actuales. A pesar de que se había avanzado un 80% en los diseños, los contratistas confirmaron que no podían seguir sin esa demolición”, indicó.
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Con la liquidación del contrato suscrito en julio de 2020 entre la Alcaldía de Bogotá y el grupo español Sociedad Anónima de Obras y Servicios (Copasa), con sede en Galicia, España, al que había sido adjudicado un contrato para la construcción, dotación y operación de una Unidad Médico Hospitalaria y un Centro de Atención Primaria de Salud en un área del San Juan de Dios, la subred busca evitar esos costos y proteger los intereses de la ciudad.
Cabe resaltar que, este contrato fue estructurado durante la administración de Enrique Peñalosa, incluía la demolición de la torre central, una propuesta que generó controversia y obstáculos, ya que el Gobierno Petro pretendía preservar la arquitectura francesa. La inversión de la obra era de casi $ 466.000 millones.
El presidente Gustavo Petro revirtió esta decisión y, mediante el decreto 1959, pretende adquirir la infraestructura completa del San Juan de Dios, cumpliendo con las facultades extraordinarias otorgadas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) para preservar la edificación.
Así las cosas, la intervención del Gobierno nacional para iniciar la remodelación del complejo hospitalario es una prioridad, teniendo en cuenta que el Ministerio de Cultura fue el que, en su momento, no otorgó los permisos necesarios para demoler una de las torres.
Entre tanto, la subred pagaba cerca de $80 millones mensuales a un abogado defensor. A propósito, existía el riesgo de que el grupo español solicite un tribunal de arbitraje internacional para reclamar daños y perjuicios, cuyas costos podrían haber alcanzado alrededor de los $1.500 millones.
El presidente de la República, Gustavo Petro, celebró la noticia que el interventor de la Superintendencia de Salud terminó el contrato con la empresa española Copasa, que tenía a su cargo la demolición y construcción de una nueva torre en el Hospital San Juan de Dios.
“Se ha liquidado el contrato entre Copasa y la Red Hospitalaria Centro-Oriente de Bogotá, que pretendía dinamitar la torre central del Hospital San Juan de Dios. Por ahora, quienes querían desaparecer el hospital público más antiguo de Colombia no tendrán éxito”, afirmó el primer mandatario en su cuenta de X.
¿Qué pasará con el San Juan de Dios en Bogotá?
Frente al futuro del Hospital San Juan de Dios, Gerson Bermont, secretario de Salud, explicó a El Espectador que “los terrenos del San Juan de Dios pertenecen al Fondo Financiero Distrital de Salud, no a la subred Centro Oriente. Estamos dispuestos a negociar con el Gobierno nacional para la adquisición de los terrenos”.
A su vez, el funcionario, señaló que están a la espera de que el Estado ayude al distrito a dar solución a la dificultad contractual provocada por la decisión del Ministerio de Cultura de impedir la demolición de la torre central del centro de salud, lo que causó una demanda por parte del contratista.
Por último, sostuvo que con este decreto comienza a desenredarse la problemática que representa el estado actual del hospital San Juan de Dios, ya que este “se convertiría en propiedad del Gobierno Nacional, solo si logran resolver las discrepancias con Copasa aspecto que tendrá que sortear con la disposición de una Secretaría de Salud intervenida”.