En medio de acciones que adelantaron unidades de la Seccional de Protección y Servicios Especiales de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), se conocieron los detalles que permitieron dar con la captura de un abusador, quien se aprovechó de su condición como padrastro de una menor de edad para realizar actos depravados.
Los hechos se habrían prolongado cerca de seis años, según lo que informaron las autoridades en rueda de prensa la mañana del jueves 22 de agosto de 2024, quienes también confirmaron que el sujeto fue detenido por el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años.
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Por miedo a que su padrastro le hiciera daño a sus familiares, la niña permaneció en silencio sufriendo el yugo de este abusador, pero tras hablar con su mamá, denunciaron los hechos ante las autoridades, quienes de inmediato dispusieron de un operativo y con orden judicial efectuaron la aprehensión del hombre, quien se aprovechó y cometió los abusos en las residencias que vivió esta familia durante los seis años, en las localidades de Bosa, Tunjuelito y el municipio de Soacha
“Es importante destacar que esta menor en el momento del abuso tenía 6 años en la actualidad tiene 12 años, pues se logra gracias a que la menor cuenta a su madre en lo que se estaba sucediendo y ella no lo hacía era por básicamente el temor que tenía y la amenaza que le que le ocasionaba este sujeto con decirle que mataba a su madre o a su hermanito”, indicó el teniente coronel Norberto Caro, jefe de la Seccional de Protección y Servicios Especiales de la Mebog.
Con esto como contexto, el padrastro tocaba las partes íntimas de la menor, y la amenazaba luego de cada episodio, por lo que la hoy preadolescente puede descansar sana y a salvo, dado que la Mebog destacó que este depravado ya se encuentra recluido en centro penitenciario y carcelario.
“El sujeto se movilizaba en diferentes localidades toda vez que vivían en arriendo y durante esos seis años tuvo que trasladarse a diferentes localidades por el tema del arriendo que pagaban esta esta familia”, agregó el oficial, quien aseguró que “aquí lo importante es significar no solamente a los cuidadores de los menores y a los familiares la importancia de mirar esos cambios físicos o psicológicos que puedan tener nuestros menores”.
Algunos aspectos claves y comportamientos diarios pueden ser una señal de alerta de que algo no puede estar andando bien en el entorno de los menores. “El aislamiento, de pronto la no aceptación de una persona, el temor a alguna situaciones, que queden solos o al temor a la oscuridad, todos esos cambios físicos son importantes”, añadió el jefe de la Seccional de Protección y Servicios Especiales.
“Aquí también es determinante indicar que se hace el llamado efectivamente a denunciar porque estos delitos son de un círculo familiar muy cercano y pues se hace necesario que denunciemos a través de nuestros diferentes canales, tanto líneas telefónicas (como la línea 123) como canales virtuales”, cerró la Mebog.
En Bosa cayeron cuatros personas por tortura y abuso sexual
En el barrio Villa Colombia, en la localidad de Bosa —suroccidente de Bogotá—, una mujer logró escapar de sus captores y contactó a la policía tras haber sido torturada y abusada sexualmente. Esta denuncia llevó a la detención de cuatro personas acusadas de múltiples delitos, entre ellos lesiones personales, secuestro extorsivo y tortura.
Los arrestos se realizaron cuando la víctima, que se encontraba retenida contra su voluntad en una vivienda del barrio, logró pedir ayuda a los agentes que patrullaban la zona. Frente a este hecho, el Mayor Carlos Eduardo Hurtado Villamil, comandante de la Estación de Policía de Bosa, señaló que la agredida informó que sus captores no solo le cortaron el cabello, sino que también sufrió de abuso sexual en diversas ocasiones.
La intervención de las autoridades fue inmediata tras recibir la denuncia,y por ello varios agentes de la Policía ingresaron al domicilio mencionado y procedieron a arrestar a las cuatro personas involucradas en el caso. Además, se supo que vecinos de la víctima alertaron a la policía al escuchar los gritos de auxilio provenientes de la casa.
Durante la operación se descubrió que tres de los detenidos tenían antecedentes penales por delitos graves, incluyendo homicidio, hurto y tráfico de estupefacientes, y el mayor Hurtado Villamil agregó que el acto de violencia fue una represalia porque la víctima se negó a formar parte del grupo criminal al que pertenecen los detenidos.
Todos los capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación y enfrentarán los cargos que se les imputan.