Alarmante panorama en Colombia, ocupa el puesto siete de los territorios más violentos del mundo

La situación de conflicto en el país es particularmente preocupante debido al continuo riesgo al que se enfrentan los líderes sociales

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Colombia destacó como uno de los territorios más conflictivos en América Latina - crédito Jesús Aviles/Infobae
Colombia destacó como uno de los territorios más conflictivos en América Latina - crédito Jesús Aviles/Infobae

Un reciente informe del Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (Acled) arrojó luz sobre las regiones más peligrosas y violentas del mundo, con una actualización que llega hasta julio de 2024. Este estudio analizó la situación de 50 países, evaluando el nivel de conflicto interno y externo que enfrentan. En este contexto, Colombia destacó como uno de los territorios más conflictivos en América Latina, ubicándose en la séptima posición a nivel mundial, lo que señala la preocupante situación de seguridad que enfrenta el país.

El análisis realizado por Acled no solo se limitó a identificar las regiones más peligrosas, también evaluó varios indicadores clave, como la letalidad, la extensión del conflicto, el peligro para los civiles, y la fragmentación de los grupos armados en disputa. Estos indicadores permitieron clasificar a los países en diferentes categorías de riesgo, siendo “extremo” el nivel más alarmante.

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Palestina ocupa la primera posición en este ranking global de peligrosidad - crédito Haitham Imad/EFE
Palestina ocupa la primera posición en este ranking global de peligrosidad - crédito Haitham Imad/EFE

Palestina ocupa la primera posición en este ranking global de peligrosidad, debido a la intensificación del conflicto con Israel. Desde que el grupo Hamas lanzó su incursión en territorio israelí, la situación en Palestina se volvió cada vez más crítica. En el último año, se registraron más de 16.900 eventos de conflicto en la región, resultando en la trágica cifra de 39.787 muertes, de las cuales 35.201 corresponden a civiles. Este escenario llevó a que el 87% de la población palestina esté expuesta directamente a la violencia, posicionando a Palestina como el territorio más peligroso del mundo, según Acled.

Myanmar, por su parte, se encuentra en el segundo lugar de esta lista, también en la categoría de “extremo”. Este país asiático sigue siendo un epicentro de conflicto debido a la presencia de aproximadamente 1.500 grupos armados no estatales, lo que representa el 45% de todos los grupos armados en el mundo. La fragmentación y la proliferación de estos grupos llevaron a un aumento significativo de la violencia, afectando gravemente a la población civil.

En el caso de Colombia, el país se ubicó en la séptima posición a nivel mundial y es el tercer país más violento de América Latina, según el informe de Acled. La situación en Colombia es particularmente preocupante debido al continuo riesgo al que se enfrentan los líderes sociales, un problema que persiste a pesar de los esfuerzos del Gobierno para negociar la paz con grupos armados como el ELN. A finales del año pasado, se registraron 227 ataques selectivos contra estos líderes, lo que refleja la magnitud del problema.

La persistencia de la violencia en Colombia no es un fenómeno nuevo, pero los datos de Acled son muestra que el conflicto sigue siendo un problema endémico - crédito Christian Escobar Mora/EFE
La persistencia de la violencia en Colombia no es un fenómeno nuevo, pero los datos de Acled son muestra que el conflicto sigue siendo un problema endémico - crédito Christian Escobar Mora/EFE

El estudio de Acled también resaltó la situación de los líderes sociales en Colombia, identificando a los representantes de las Juntas de Acción Comunal como el grupo más afectado por la violencia. Desde 2018, se reportaron 381 casos de violencia contra estos líderes, seguidos por ataques a grupos indígenas y afrocolombianos, con 362 casos, y a campesinos, con 251 eventos reportados. Estos datos evidencian cómo la violencia en Colombia sigue afectando desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables, perpetuando un ciclo de inseguridad y marginalización en diversas regiones del país.

La persistencia de la violencia en Colombia no es un fenómeno nuevo, pero los datos de Acled son muestra de que el conflicto sigue siendo un problema endémico, incluso en medio de los procesos de paz y las iniciativas gubernamentales para reducir las tensiones. La categorización de Colombia como un país en nivel de riesgo “extremo” refleja los desafíos internos, a su vez que la compleja dinámica de los conflictos armados que aún persisten, a pesar de los esfuerzos internacionales y nacionales para promover la paz.

La situación en Colombia es particularmente preocupante debido al continuo riesgo al que se enfrentan los líderes sociales - crédito Luis Eduardo Noriega A./EFE
La situación en Colombia es particularmente preocupante debido al continuo riesgo al que se enfrentan los líderes sociales - crédito Luis Eduardo Noriega A./EFE

A diferencia de países como Palestina y Myanmar, donde los conflictos están impulsados por confrontaciones internacionales o por la fragmentación extrema de grupos armados, en Colombia, la violencia se centra en problemas internos profundamente arraigados, como el conflicto por el control de territorios, la protección de comunidades vulnerables, y la lucha por el poder entre grupos armados.

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