‘A comer bueno’: 10 zonas de Bogotá para disfrutar de su gastronomía

Bogotá es un epicentro gastronómico interesante y variado de Colombia. Gracias a sus climas templados y fríos, en la ciudad converge una alta cantidad de platos de otras parte del mundo, con una alta oferta de restaurantes de prestigio y cocina popular que permite al comensal explorar y deleitar alimentos saladas, dulces, calientes y fríos.

Es importante señalar, que de la cocina clásica y originaria, Bogotá abarca mucho más que el famoso ajiaco santafereño o la changua. Es por eso, que la Administración distrital compartió diez zonas de la capital, donde los amantes del buen comer podrán conocer la diversidad gastronómica, cultural e histórica de la ciudad.

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La Concordia es una de las plazas distritales con más renombre de la ciudad, que es visitada anualmente por comensales debido a su variada oferta tradicional, que permite rememorar aquellas zonas de encuentro y comercio popular de la Bogotá de antaño.

Para 2024, esta plaza cuenta con una oferta variada entre las cuales destacan los instrumentos musicales, carpintería, cerrajería, reparación de electrodomésticos, teatro, graneros, artesanías, fruterías, mercado campesino, carnicerías, venta de especias, viveros con especialidad en bonsái, una oficina de turismo, almacén y taller de escultura, entre otros.

En cuanto a su zona de restaurante, es muy reconocida por sus platos típicos de gran proporción que no solo llena a quien visita los locales, sino que también, enamora y resignifica la importancia de la cocina colombiana y santafereña.

Con una amplia variedad de restaurantes, cafés y bares; Calle Bonita, en el Centro Histórico de Bogotá, es una zona gastronómica pintoresca y acogedora que acoge tanto a turistas como a locales. Esta zona ofrece una experiencia culinaria tanto de la cocina clásica colombiana, como apuestas internacionales. Ubicada a muy poco metros de la estación de Museo Nacional, es una alternativa para vivir un momento especial en familia, con amigos o en pareja que ofrece la capital.

Entre las carreras 11 a 15 y las calles 82 a 85, en el norte de Bogotá, se encuentra ubica la Zona T, considerado como unos de los lugares más concurridos por los turistas que visitan la ciudad. Con una alta oferta de comercio, comidas y bebidas, las personas podrán encontrar desde sushi, comida italiana y hasta cocina fusión colombiana y latinoamericana.

Retomando las populares plazas de mercado del distrito, está La Perseverancia. Fundada en 1940 y declarada ‘Bien de Interés Cultural de la ciudad’ en 2001, este punto comercial aún conserva su estructura original en el que alberga módulos de abarrotes, cárnicos, frutas y verduras, un establecimiento de artesanías, uno de hierbas y, uno más, de flores.

Además, esta plaza se posiciona como un importante punto del turismo bogotano, debido a la calidez y amabilidad de quienes trabajan allí. Al igual, la cocina popular es uno de los aspectos más atractivos que invita a todo el mundo a vivir una experiencia gastronómica con todas las de la ley.

Ubicada a pocos metros de los cerros orientales, sobre la carrera quinta, los interesados pueden llegar allí tomando alguno de los servicios del sistema de transporte integrado, Sitp: 18-3, 787A y A124.

La Plaza Distrital de Mercado 7 de Agosto sobresale por su color y el aroma de varias frutas y verduras propias del país. Uno de los platos insignia es la ensalada de frutas; elaborada a partir de productos autóctonos, naturales y exóticos de varias zonas de Colombia.

La experiencia es lo que enmarca la Plaza de Mercado 12 de Octubre, allí los comensales podrán probar platos tradicionales como la popular fritanga, degustar productos lácteos artesanales y frutas que van desde lo dulce a lo cítrico; además cuenta con el Centro de Innovación Gastronómica, un espacio de formación técnica para el desarrollo de experiencias culinarias.

El barrio La Macarena de Bogotá es un punto de referencia cultural y gastronómico en la capital colombiana. Con su rica vida bohemia, sus coloridas casas coloniales y una variada oferta de restaurantes de cocina nacional e internacional, cafés, repostería y espacios culturales, se ha convertido en un destino imperdible para locales y visitantes.

Desde la estación Museo Nacional del TransMilenio, a solo siete minutos caminando hacia los cerros orientales, se accede a este emblemático barrio, que también alberga galerías de arte y tiendas de diseño, haciendo de La Macarena un lugar vibrante y multifacético.

No muy lejos de allí, en el norte de Bogotá, se encuentra el barrio de Usaquén, conocido por sus encantadoras calles adoquinadas y su variada oferta gastronómica. Este barrio mezcla tradición y modernidad, con restaurantes que van desde la cocina típica colombiana hasta la alta gastronomía internacional.

La principal referencia para llegar es el Centro Comercial Hacienda Santa Bárbara, desde donde se puede caminar unos minutos hacia los cerros orientales para descubrir la magia de Usaquén. También es accesible a través del Sitp por la carrera Séptima, ofreciendo un cómodo transporte hacia la zona.

Otro destacado punto gastronómico de la ciudad es Chapinero, conocido por sus antiguas tradiciones y una escena culinaria que refleja su diversidad. Aquí se encuentran desde restaurantes de alta cocina hasta food trucks y puestos de comida callejera. Cafés especializados en preparaciones con café colombiano y repostería internacional completan la oferta. Para llegar, TransMilenio ofrece varias opciones, siendo las estaciones calle 63 y Flores las más directas, con unos minutos de caminata extra hacia los cerros orientales.

Finalmente, uno de los destinos más animados y reconocidos del norte de Bogotá es el Parque de la 93. Este animado distrito es famoso por su vida nocturna y su amplia variedad de restaurantes y bares, atrayendo a locales y turistas con su oferta de cocina internacional y platos tradicionales colombianos. Aquí es posible disfrutar de una cena al aire libre en alguna de las terrazas del parque o saborear cócteles en los bares de moda. Llegar es sencillo a través de TransMilenio, bajando en las estaciones Virrey o calle 100 y caminando unos 15 minutos hacia los cerros orientales.