En un giro sorprendente de los acontecimientos, el pastor Alfredo Saade, cercano colaborador del presidente Gustavo Petro, propuso medidas extremas para controlar a los medios de comunicación en el país. A través de un mensaje publicado en la red social X, Saade afirmó que mientras el Gobierno no “se ponga los pantalones” y cierre un medio de comunicación tradicional, estos seguirán “mintiendo y manipulando”.
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Saade justificó su solicitud alegando que un “exceso de democracia perjudica al Gobierno Petro”. En este sentido, sugirió que el presidente debería considerar cerrar temporariamente la red X por al menos seis meses para evitar que los periodistas, a quienes acusó de “mentir y generar odio”, perjudiquen proyectos importantes del Gobierno.
“Mientras no se pongan los pantalones y cierren un medio de comunicación tradicional…seguirán mintiendo y manipulando. Destruyendo la buena voluntad y guiando la mentira sin recato. El exceso de democracia también perjudica al Gobierno Petro”, fueron las palabras exactas de Saade.
Durante marzo pasado, la Procuraduría General de la Nación anunció la apertura de un proceso de indagación por presuntas faltas disciplinarias relacionadas con un contrato de prestación de servicios suscrito entre Alfredo Rafael Saade Vergel y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). El Ministerio Público investiga si Saade presentó un reporte de actividades igual al de otro contratista de la entidad, según El Colombiano.
Además, en su polémico llamado a que “Colombia se levante”, Saade emuló al régimen de Nicolás Maduro y sostuvo que Petro debería ordenar la suspensión de la red social X. En su mensaje, Saade señaló que mientras los proyectos de gran envergadura se ven afectados continuamente por lo que calificó como “mentiras periodísticas”, la red también contribuye a generar sentimientos de odio.
Esta declaración ha generado una fuerte controversia en el país, donde numerosos sectores han defendido la libertad de prensa como un pilar fundamental de la democracia. La mayor crítica sobre esas propuestas han sido criticadas por considerarse un ataque directo a la libertad de expresión y prensa en Colombia.
Saade, quien también ha insistido en la necesidad de una constituyente y ha planteado la reelección presidencial, se ha destacado por ser un aliado leal y cercano del presidente Petro, y sus declaraciones suelen generar polémica en diversos ámbitos políticos y sociales.
Lo que más llama la atención de los hechos es que en la mañana del 21 de agosto el presidente se reunió con representantes de los periodistas para hablar de la protección a la prensa.
Libertad de prensa en Colombia
Según la Flip la persecución y la presión sobre los periodistas no solo atentan contra la vida de estos profesionales, sino que violan el derecho de la sociedad a estar informada. Las agresiones y hostilidades crean un ambiente de miedo que limita el ejercicio pleno de la libertad de expresión y crítica, pilares fundamentales en cualquier democracia.
Diversos factores contribuyen a esta situación crítica. Además de enfrentar amenazas y agresiones físicas, los periodistas en Colombia sufren acoso judicial. Las demandas y cargos legales se utilizan frecuentemente como método de intimidación, una estrategia que busca silenciar las voces críticas.
La situación se agrava con la violencia ejercida por actores armados ilegales, incluidos grupos guerrilleros y paramilitares. En regiones conflictivas como Arauca, Nariño y Putumayo, los periodistas son un blanco constante de agresiones y ataques. Estas zonas de alto conflicto exponen más aún la peligrosidad de ejercer el periodismo en Colombia, donde informar sobre estos territorios es especialmente riesgoso.
Presiones políticas también afectan la libertad de prensa. Tanto gobiernos locales como nacionales ejercen presiones directas sobre los medios de comunicación, tratando de alinear la cobertura mediática con intereses políticos específicos. Una de las tácticas empleadas es la manipulación de la publicidad estatal, que se utiliza como herramienta de control para influenciar la línea editorial de los medios.
La censura directa y la autocensura son prácticas tristemente comunes. Muchas veces, los mismos periodistas se ven forzados a autocensurar su contenido, evitando temas tabú o que puedan resultar en represalias. Este clima de autorrestricción afecta gravemente la calidad y diversidad de la información disponible para la ciudadanía.
Según la Flip la persecución y la presión sobre los periodistas no solo atentan contra la vida de estos profesionales, sino que violan el derecho de la sociedad a estar informada. Las agresiones y hostilidades crean un ambiente de miedo que limita el ejercicio pleno de la libertad de expresión y crítica, pilares fundamentales en cualquier democracia.