Como Bruno Pambelé Moreno fue identificado el más reciente líder social asesinado en Colombia, reportado el miércoles 21 de agosto de 2024 por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz): organización que se ha encargado en la dolorosa tarea de recopilar los asesinatos que, día tras día, se registran de actores claves para la comunidad en el territorio nacional; y los firmantes de paz con el Estado.
Pambelé Moreno era integrante de la población indígena hitnü, que tiene presencia en Arauca. Y si bien fue ultimado el 7 de julio por grupos armados que operan el sector de El Lipa, entre los municipios de Arauquita y Arauca, su deceso solo fue contabilizado por Indepaz en la presente fecha, con lo que ya son 110 los personajes que han caído en el conflicto armado, solo en el 2024.
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Fue tal la gravedad de este suceso, que sus determinadores no permitieron el ingreso de los empleados de la funeraria para que cumplieran las honras fúnebres, por lo que fue la propia comunidad la que tuvo que llevar a cabo su entierro. Un mes después de ocurrido el suceso, Moreno se convirtió en un número más de las estadísticas que se llevan sobre los crímenes que enlutan a esta región del país.
El hombre fue impactado con varios disparos, luego de ser identificado en el resguardo indígena al cual pertenecía. La situación no deja de ser preocupante en este departamento, pues el 5 marzo de 2024 ya había sido asesinado Josué Castellanos: primo del concejal de Bogotá, el exfutbolista profesional Leandro Castellanos, en un crimen que se cometió en el municipio de Tame.
En el departamento, además del Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el que ya no hay vigente desde el 3 de agosto un cese al fuego bilateral, también operan las disidencias de las Farc, como la Segunda Marquetalia: estructura al margen de la ley que, según indicó el consejero comisionado para la Paz, Otty Patiño, exige la suspensión de las órdenes de captura contra alias Iván Márquez para negociar.
Registro de Indepaz encendió las alarmas
Y es que, hasta el 7 de agosto, el reporte de asesinados de líderes sociales durante el año en Colombia era de 99, pero en solo 14 días aumentó en 11 casos, con lo que se generó una notable preocupación entre las organizaciones defensoras de derechos humanos; como la Defensoría del Pueblo. Pese a que el lema del Gobierno es el de hacer de Colombia una “potencia mundial de la vida”, los crímenes continúan.
Las disidencias de las Farc asesinaron en la jornada del 20 de agosto a Uber Noguera, que integraba las filas del partido Comunes, el mismo que surgió tras la dejación de armas de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. “La paz no se va a construir sobre la muerte de quienes están construyendo procesos justos en los territorios”, indicó la colectividad con respecto a este crimen.
Para este partido, que goza de cinco curules en el Senado y cinco más en la Cámara de Representantes, como parte del acuerdo de paz firmado con el Estado, en noviembre de 2016, la “omisión estatal” también es la responsable de la pérdida de la vida del que llamaron camarada. ”El accionar negligente de la fuerza pública debe ser investigado exhaustivamente”, indicó la representatividad.
Noguera, cuyo crimen se produjo en el corregimiento El Queremal, una zona rural del municipio de Dagua (Valle del Cauca), fue el firmante número 20 asesinado en lo que va del 2024; mientras que se han registrado 43 masacres en el país durante los ocho meses del año en curso.