El proyecto de reforma laboral que se debate en el Congreso de la República, y que podría incrementar hasta un 20% los costos laborales de las empresas, sumado a la incertidumbre económica que genera la política fiscal del Gobierno de Gustavo Petro y una nueva reforma tributaria no son las únicas preocupaciones que tiene en alerta al sector productivo.
Hay otro punto y es el valor de los servicios públicos, que también causa alarma. Un reciente estudio hecho por la startup Energy Master advierte que el costo de la tarifa de la energía en las empresas aumentó hasta un 32% en el último año y los costos promedio, al revisar la facturación en los principales departamentos del país, presentaron un incremento alrededor del 20 %.
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Según el informe, que analizó más de 300.000 recibos de servicios públicos, entre el 1 de junio de 2023 y el 30 de junio de 2024, las compañías del sector comercio, restaurantes, oficinas, tiendas de ropa y supermercados, entre otros, pasaron de pagar el año pasado, en promedio, por un kilovatio/hora (kWh) $771, a cancelar en la actualidad por el mismo indicador cerca de $922.
Por zonas del país, los mayores aumentos en el costo de la energía se presentaron en los departamentos de:
- Bolívar (32%).
- Atlántico (26%).
- Eje Cafetero (20%).
- Santander (19%).
- Valle del Cauca (18%).
- Bogotá (16%).
- Cundinamarca (16%).
De acuerdo con el estudio, este incrementó significó para las empresas una facturación total de $485.728 millones, valor que, según el CBO y cofundador de Energy Master, Alejandro Ramírez, “causa un sobrecosto a sus finanzas y genera incertidumbre en la decisión de crear más empleos y hacer nuevas inversiones”.
Para tener en cuenta, la factura de energía es la que hoy más pesa en las empresas analizadas durante el informe, con un 95 % de participación total en el pago mensual de servicios públicos, seguido del recibo del agua (3%) y de gas natural (2%).
Con relación a los operadores que más han incrementado las tarifas, según el componente de generación, en primer lugar, sobresale:
- Afinia (47%), con presencia en los departamentos de Bolívar, Córdoba, Sucre y Cesar.
- EPM (37%), con alcance en Antioquía, Santander, Norte de Santander, Caldas, Risaralda, Quindío, entre otros.
- Air-e (19%), que presta sus servicios en Atlántico, Magdalena y La Guajira-
- Enel (3%), que concentra su operación en Bogotá y Cundinamarca.
Las cuatro razones que explican las alzas de los precios
- La generación de energía sigue dependiendo de gran manera de las hidroeléctricas, factor que hizo que la sequía generada por el fenómeno de El Niño diera un gran impacto en las finanzas, en parte por la generación con térmicas y la especulación en precios de bolsa.
- Los cobros por opción de tarifa “que, si bien significaron un supuesto alivio para las compañías que se vieron apretadas por estos pagos, con el tiempo terminaron asumiendo valores retroactivos sobre el costo del kWh que no se cubrieron durante la congelación de tarifas que se presentó en la pandemia”, aseguró Ramírez.
- Varios municipios presentan un costo muy elevado en el impuesto de alumbrado público, sumado a que aún se hacen unos cobros por el consumo de energía que no están claramente justificados y que se crearon con la intención de potenciar la eficiencia energética. “Esto demuestra una falla preocupante en la implementación de las políticas del Gobierno Nacional en esta materia”, agregó.
- Factores externos, como la fluctuación de precios del gas, que es con el cual en gran medida funcionan las generadoras térmicas, hizo que se aumenten los precios, situación que preocupa porque podrían dispararse aún más si se tiene en cuenta que una buena parte de este combustible se está importando y sería un recurso clave en caso de que se presentará otro fenómeno de El Niño.
Ramírez advirtió con preocupación que, de cara al futuro, no se ve una solución cercana que puede prever un bajón en las tarifas de energía. De hecho, se esperaba que en 2023 el país tuviera por lo menos un 15% de generación con fuentes de energía no convencionales (Fncer), como solar y/o eólica, que permitiera tener acceso a precios más estables en los próximos 15 años.
Sin embargo, según él, “hoy solo alcanzamos un escaso 2%, lo que evidencia claramente que durante este Gobierno no se ha avanzado casi nada en este sentido, poniendo en peligro la seguridad energética del país en los próximos años”.