Siguen los enfrentamientos en la vía Panamericana: intervención del Undmo por orden del gobernador del Cauca

En la mañana del 21 de agosto de 2024, en el sector de El Túnel, Cajibío, las fuerzas de seguridad del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), ahora conocido como Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), desalojaron a los manifestantes que bloqueaban la vía Panamericana.

Este acceso vial, crucial para la comunicación y el comercio en el suroccidente de Colombia, estaba interrumpido desde el 20 de agosto, cuando comunidades indígenas del Movimiento de Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano (Aiso) comenzaron una protesta.

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El bloqueo fue protagonizado por comunidades indígenas agrupadas en Aiso, quienes demandaban la firma y entrega de un decreto que los reconociera como autoridad tradicional indígena de carácter público especial.

Utilizando volquetas llenas de tierra, los manifestantes buscaron paralizar el tránsito vehicular como forma de presión para que se atendieran sus exigencias.

Ante la persistencia del bloqueo y la falta de disposición de los manifestantes para levantarlo, el gobernador del Cauca ordenó la intervención del Undmo. Las fuerzas de seguridad llegaron al lugar del bloqueo ubicado en El Túnel, Cajibío, y procedieron a desalojar a los manifestantes.

El frecuente uso de la vía Panamericana en el departamento del Cauca para realizar bloqueos ha avanzado considerablemente este año, con un incremento del 186% en comparación con periodos anteriores, según el análisis del Consejo Gremial del Cauca. Esta situación ha generado pérdidas económicas significativas en sectores como transporte, comercio y turismo, afectando gravemente a la economía de la región.

Las comunidades indígenas del Cauca llevan a cabo estos bloqueos como una forma de protesta para exigir el cumplimiento de acuerdos establecidos previamente con el Gobierno nacional. Entre las principales demandas están el reconocimiento de sus derechos y la firma de decretos que los reconozcan como autoridades tradicionales.

El Movimiento de Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano (Aiso) ha sido uno de los actores más activos en estas protestas, exigiendo mejores condiciones de vida, incluyendo acceso a servicios básicos como la salud y la educación. De acuerdo con ellos, el Gobierno ha incumplido varios acuerdos, lo que ha llevado a un incremento en las manifestaciones y bloqueos en la vía.

Un factor importante que motiva estas protestas es la seguridad en sus territorios. La presencia de actores armados ilegales en zonas indígenas ha aumentado la percepción de inseguridad, lo que provoca que las comunidades demanden más protección y garantías de seguridad por parte de las autoridades.

Además, las condiciones socioeconómicas en los territorios indígenas son precarias, con deficiencias en servicios básicos que agravan la situación de las comunidades. Esto incluye el acceso limitado a la educación y servicios de salud adecuados, lo cual es un motivo recurrente en sus reclamos y movilizaciones.

Según información recogida del Consejo Gremial del Cauca, los efectos de estos bloqueos van más allá de las reivindicaciones locales. La repercusión en la economía es severa, ya que interrumpe las actividades comerciales y turísticas, así como el tránsito de mercancías y personas. Este año, se han registrado un total de 38 bloqueos, un número que evidencia la persistencia y la intensificación de las protestas en comparación a años previos.

En el complejo panorama del departamento del Cauca, la vía Panamericana sigue siendo un escenario clave donde convergen las luchas de las comunidades indígenas. A pesar de las esfuerzos del Gobierno por mediar y resolver las demandas, los incumplimientos y la falta de mejoras tangibles en sus condiciones de vida mantienen a estos grupos en constante movilización.

En palabras más simples, las protestas y bloqueos en la vía Panamericana continúan como un mecanismo de presión de las comunidades indígenas para obtener respuestas y acciones concretas por parte del gobierno. Estos movimientos revelan no solo una necesidad de reconocimiento y protección de sus derechos, sino también un clamor por la mejora de las condiciones socioeconómicas y de seguridad en sus territorios. Sin embargo, con la decisión que tomo la Gobernación del Cauca, se desconoce que efecto rebote pueda tener en la actitud de los indígenas.