Margarita Rosa de Francisco apoyó el plan de restitución de tierras de Gustavo Petro: “Tanto que defienden la propiedad privada, pero no la del campesino”

Han sido varias las propiedades expropiadas por el Gobierno, a través de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), a grupos paramilitares y organizaciones dedicadas al narcotráfico para cedérselas a comunidades campesinas víctimas del desplazamiento forzado y de la violencia acentuada en sus regiones.

Tales acciones han sido frecuentemente celebradas en redes sociales por los hermanos de Francisco -Margarita Rosa y Martín-, simpatizantes del actual gobierno. La actriz y presentadora lanzó una crítica contra quienes se oponen al gobierno en general, refiriéndose a los procedimientos efectuados por la SAE, antes liderada por Daniel Rojas, hoy ministro de Educación.

“Tanto que defienden la propiedad privada, pero no la del campesino. Las tierras devueltas a los campesinos significa la restitución de su propiedad privada, ¿no?”

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Luego de la jornada electoral del 28 de julio, la vallecaucana cuestionó los resultados entregados por el Consejo Electoral Venezolano, que reconoció a Nicolás Maduro nuevamente como presidente.

Desde su cuenta de X, Margarita escribió: “Aquí mi arrogante opinión de ciudadana: Tener un gobernante por tantos años no es revolucionario. Creo más bien en un proyecto político que vaya más lejos y que se refine y renueve con otra persona, otros líderes, individuos que produzcan pensamiento fresco, fuera de los estándares”.

“Aquí sólo se han reelegido gobernantes de la derecha contra la Constitución misma y lo hemos resentido”, dijo refiriéndose a los presidentes de derecha que se habían escogido por muchos años hasta la elección de Gustavo Petro, críticas que ya había lanzado hace años. La también actriz expresó que mantener la misma corriente política en el poder de cualquier país no ha sido beneficioso. “Falta comprobar si reelegir a Maduro fue lo que la sociedad venezolana realmente escogió”, concluyó.

Son muchas las reacciones de rechazo e indignación hacia Armando Benedetti, denunciado por presunta violencia física y psicológica contra su pareja, Adelina Guerrero. Recientemente, el embajador de Colombia ante la FAO arremetió contra el periodista Daniel Coronell por publicar una columna en la que se demuestra cómo el diplomático ha evadido las sanciones de la justicia europea por el mencionado caso.

Hay quienes piden que Benedetti abandone su cargo y se aparte de la vida pública, pues en menos de dos años ha sido protagonista de dos escándalos que han afectado la imagen del gobierno de Gustavo Petro.

Margarita Rosa de Francisco se sumó al rechazo generalizado contra el excongresista: “En cuanto a lo de Benedetti, no se necesitan pruebas sobre si el hombre agredió a su esposa o no. Basta recordar la manera como insultó y violentó a Laura Sarabia, su antigua colaboradora. La misoginia de ese señor es hasta pornográfica por lo explícita que ha sido. No merece ser embajador de nada y menos de este gobierno, expuso la actriz.

El mencionado incidente habría ocurrido la noche del 30 de junio de 2024 en un apartamento de la capital española. De acuerdo con la información difundida en varios medios de comunicación, una fuerte discusión entre Benedetti y Guerrero Covo habría derivado en agresiones verbales por parte del diplomático colombiano.

Pese a que la intervención de otras personas presentes en el sitio del suceso habría evitado que la situación escalara a una agresión física o de otro tipo; la arquitecta decidió presentar una denuncia formal en contra de su pareja, lo que desató el escándalo conocido el martes 23 de julio.

Aunque Guerrero Covo no se ha pronunciado sobre el presunto caso de agresión del cual habría sido víctima, llamó la atención algunos mensajes recientes que la mujer ha publicado en su red social X, en donde habla de violencia y poder en altos cargos públicos.

En una publicación hecha el 16 de julio, la esposa de Benedetti dedicó otro mensaje en el cual señaló: “Entre más poder, más responsabilidad y ejemplo. Tener una credencial o alto cargo no te da el derecho de humillar y utilizar la violencia”.