Al cierre de su participación en la edición número 372 de la revista Economía Colombiana, de la Contraloría General de la República, Carlos Hernán Rodríguez señaló que la eliminación del subsidio a la gasolina es una medida necesaria para asegurar la sostenibilidad fiscal del país.
Durante el evento, destacó también la estabilidad macroeconómica que ha mantenido Colombia en el último medio siglo.
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El contralor general explicó que diversos factores han contribuido a la situación inflacionaria actual, entre ellos el incremento de salarios por encima del índice de inflación, la tasa de interés activa para la colocación de créditos y, especialmente, los subsidios a la gasolina.
A pesar de que la eliminación de estos subsidios pueda implicar un aumento de los precios a corto plazo, Rodríguez aseguró que “es una medida esencial para garantizar la sostenibilidad fiscal y evitar distorsiones económicas a largo plazo”, fueron las palabras del jefe del órgano de control.
Durante el lanzamiento de la publicación, Rodríguez también expresó que hay un consenso sobre la necesidad de cerrar la brecha de déficit en el fondo de subsidio a los combustibles. Resaltó que “no es beneficioso mantener congelados los precios de los peajes y se requiere una mayor dinámica en la ejecución de la inversión pública y privada”.
En su discurso, el contralor general reflexionó sobre la estabilidad macroeconómica demostrada por el país en las últimas décadas. Rodríguez indicó que, independientemente del signo político del gobierno, la nación ha cumplido con sus obligaciones de deuda externa sin incurrir en crisis de moratoria, a diferencia de otros países de la región. También mencionó que el país ha conservado su signo monetario, ha evitado devaluaciones severas y ha reducido de manera notable la pobreza, aunque reconoció que persiste el reto de disminuir la desigualdad.
Rodríguez destacó la actuación del Banco de la República en la elevación de la tasa de interés para contener la inflación y en la reciente decisión de empezar a reducirla a través de la política monetaria. Sin embargo, destacó que tanto el Gobierno como los empresarios, la banca y los trabajadores han impulsado que la reducción de la tasa de interés se acelere.
En el evento también intervino el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González, quien rememoró que en 2020 se congeló el precio de los combustibles, resultando en la pérdida del hábito de ajustar estos precios mensualmente. Bonilla informó que el Gobierno se verá en la necesidad de reajustar el precio del diésel, a pesar de no contar con un acuerdo con los transportadores. Según el ministro, la próxima medida impopular será ajustar el precio del diésel, destacando la urgencia de abordar esta inflación que calificó de “imaginaria”, resolviéndola en el “mundo real”.
A lo largo de la presentación, se reiteró la preocupación por las causas de la inflación actual y se discutieron las diversas estrategias adoptadas para reducir los precios.
Rodríguez mencionó que el enfoque de esta edición es impulsar un amplio debate y una acción coordinada entre las políticas monetarias, fiscales y regulatorias, con el fin de avanzar hacia una economía más estable y equitativa.
El precio de los combustibles
Los aumentos recientes en los precios de los combustibles en Colombia han generado un amplio debate en torno a sus causas y consecuencias. En Bogotá, el precio de la gasolina corriente se sitúa aproximadamente en 15.985 pesos por galón, mientras que el ACPM (diésel) se encuentra en alrededor de 9.756 pesos por galón. Estos incrementos, según reportes, están vinculados a la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles, una estrategia promovida por el Gobierno para reducir el déficit fiscal.
El impacto económico de esta medida resulta directo y generalizado. Al incrementar los costos de los combustibles, se eleva también el costo de vida de los colombianos, ya que no solo suben los gastos de transporte, sino que aumentan los precios de otros bienes y servicios.
El Gobierno ha defendido esta táctica como necesaria para mantener la estabilidad fiscal a largo plazo. El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que había acumulado un déficit significativo, es uno de los puntos centrales de este debate. Desde la administración, se sostiene que eliminar los subsidios es esencial para la sostenibilidad fiscal del país.
Además de las decisiones internas, las fluctuaciones en el mercado internacional del petróleo han tenido una incidencia directa en los precios locales de los combustibles. Al estar indexados a los precios internacionales del petróleo, cualquier variación en el mercado global repercute en los precios dentro de Colombia, agregando otra capa de complejidad y volatilidad a la situación actual.
En cuanto a las propuestas para mitigar este impacto, el Gobierno ha planteado ajustar los precios de manera gradual y ha abierto un debate en el Congreso para discutir la estructura de precios y su indexación con los precios internacionales.