Los colombianos no comprenden la magnitud de su conflicto armado, aseguró el Consejo Noruego para Refugiados: “Parece que nadie lo entiende”

El secretario general del CNR aseguró que en el país se viven dos realidades paralelas: prosperidad en unos territorios y la violencia en otros, por la presencia los grupos armados ilegales

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El secretario del Consejo Noruego resalta la urgente necesidad de soluciones negociadas para los más de ocho millones afectados en áreas rurales del país - crédito Denis Balibouse/Reuters
El secretario del Consejo Noruego resalta la urgente necesidad de soluciones negociadas para los más de ocho millones afectados en áreas rurales del país - crédito Denis Balibouse/Reuters

Luego de que el secretario general del Consejo Noruego (CNR), Jan Egeland, visitara el país para analizar la situación de desplazamiento forzado y confinamiento de colombianos por cuenta del conflicto armado, que se sumó al reciente reporte de la ONU sobre los ocho millones de personas que viven en zonas de conflicto en Colombia, el funcionario entregó una radiografía de lo que sucede en el territorio nacional.

De hecho, el alarmante incremento fue reportado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha). A esto se suma el desplazamiento de unas 65.000 personas solo en este año, mientras que el confinamiento de comunidades ha aumentado en un 20 %, en comparación con el año anterior.

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Ante los indicadores, Egeland aseguró que el país está viviendo dos realidades distintas, lo que dificulta que los colombianos comprendan la magnitud del conflicto armado que, según el más reciente reporte del CNR, dejó un aumento de 3.5 millones de nacionales que viven en zonas de conflicto.

Me llama la atención regresar a Colombia y ver ese contraste de la calma y prosperidad en algunos territorios y la dramática realidad en las zonas rurales donde viven ocho millones de compatriotas en medio del conflicto armado. Este número de personas va en aumento cada año, como la cifra de quienes viven en confinamiento, que es una forma de encarcelar a las comunidades en su casa”, comentó Egeland en una entrevista concedida a El Espectador.

Consejo Noruego de Refugiados: Si Europa quiere menos drogas, hay que invertir en Colombia - crédito Jess Wanless/NRC/EFE
Consejo Noruego de Refugiados: Si Europa quiere menos drogas, hay que invertir en Colombia - crédito Jess Wanless/NRC/EFE

Además, Egeland hizo un llamado al Gobierno Colombiano para que busque soluciones negociadas a estos conflictos y solicitó a los organismos internacionales incrementar sus inversiones en desarrollo y trabajo humanitario.

El número de desplazados en Colombia sigue siendo uno de los más altos en el mundo, y parece que nadie lo entiende. Es una realidad dramática que va a ser aun mayor si no hay acuerdos con los muchos grupos armados, si no hay inversión en alternativas y esperanza para las comunidades y los jóvenes que están ahora reclutados por los grupos armados, en lugar de tenet acceso a educación y empleo”, comentó.

Incluso, el funcionario le hizo un guiño al Gobierno nacional para seguir trabajando en los diálogos de paz, asegurando que el uso de la fuerza no es el más acertado, pues en el país ya se ha intentado erradicar a los grupos armados por medio de las armas y ha resultado infructuoso.

La solución no es una respuesta militar, que se ha intentado en Colombia mil veces. La respuesta es más negociaciones, mucha más inversión y más alternativas para que los jóvenes no terminen en las armas. Un docente me dijo: “Estoy perdiendo a mis alumnos a manos de los grupos armados, porque no hay alternativa para ellos después de que salen de la escuela””, señaló Egeland al medio nacional.

Jan Egeland exhorta a organismos internacionales a invertir más en desarrollo y asistencia humanitaria para resolver la situación crítica de desplazados y refugiados en Colombia - crédito Emilie Madi/Reuters
Jan Egeland exhorta a organismos internacionales a invertir más en desarrollo y asistencia humanitaria para resolver la situación crítica de desplazados y refugiados en Colombia - crédito Emilie Madi/Reuters

En cuanto al fenómeno de los confinamientos, el secretario los catalogó como una forma de encarcelar a las comunidades en sus propios hogares, bajo la amenaza de minas antipersonales y la violencia de los grupos armados que buscan controlar la tierra y cultivos ilícitos. Incluso, citó el caso de Olaya Herrera, una comunidad sin acceso a movilización debido a la presencia constante de actores armados, lo que impide a sus habitantes incluso acceder a lugares sagrados.

“En Olaya Herrera hay una comunidad a cuatro horas en barco de Tumaco que no tiene carretera para movilizarse, a la que nosotros podemos darles asistencia humanitaria, pero ellos no pueden ir a sus lugares sagrados, porque allá están los armados y a veces están a ambos lados del río, baleándose unos a los otros”, señaló.

Otro aspecto que agrava la crisis es la reducción de ayudas internacionales, provocada por la atención global centrada en otros conflictos como los de Ucrania y Gaza. Egeland enfatizó en la necesidad de que organismos internacionales vuelvan a centrar su mirada en Colombia para atender el conflicto que se ha exacerbado por la migración de extranjeros.

Creo que es porque el mundo occidental está preocupado con Trump y Harrys, Ucrania y Gaza, y no entienden que hay ocho conflictos armados activos en el centro del hemisferio occidental que afecta a millones de personas, incluso millones de venezolanos e igual número de migrantes y refugiados”, comentó a El Espectador.

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