Para el jueves 29 de agostó se conocerá la sentencia sobre la muerte del médico colombiano Edwin Arrieta, en la que el ciudadano español Daniel Sancho es el principal sospechoso de haber cometido el crimen.
El caso ya completó más de un año en medio de un proceso legal tras el hallazgo sin vida del médico colombiano en una de las habitaciones de un hotel ubicado en la isla paradisíaca de Koh Panghan, en Tailandia, y que ha sido mediático por todos los detalles que se han conocido alrededor de la muerte de Arrieta, quien según la autopsia, murió degollado.
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El abogado Juan Gonzalo Ospina, defensor de la familia del médico, anunció que tomarán medidas legales adicionales si Sancho, quien sigue recluido en la cárcel, no recibe la cadena perpetua o la pena de muerte.
A través de una entrevista concedida al programa Vamos a ver, Ospina indicó que el contenido del informe definitivo presentado por su bufete, que coordina la defensa de los intereses de la familia Arrieta desde España. El documento destaca que hubo “premeditación” en el crimen, una teoría que contrasta con la de la defensa de Sancho, que sostiene lo contrario. Aunque ambos informes no influirán de manera dircecta en la decisión del juez, las partes los han presentado en un último esfuerzo por influir en el fallo final.
Según Ospina, los abogados tailandeses de la familia Arrieta han recopilado todas las pruebas disponibles, evidenciando que la muerte del cirujano pudo haberse evitado. Sumado a esto, la defensa del médico colombiano alega que cuando Daniel Sancho golpeó a Edwin Arrieta, el cirujano “comenzó a convulsionar y fue rematado por el joven cocinero”. En declaraciones a El Mundo, Ospina afirmó: “El joven cocinero podría haber evitado su muerte”.
Sancho se jugará su última carta
El caso ha generado controversia por presuntas irregularidades durante la detención de Sancho por la policía tailandesa. Según los abogados del acusado, los agentes habrían procedido sin la compañía de un traductor y habrían “engañado” a Sancho afirmándole que una confesión podría permitirle recibir beneficios. Entre los señalados figura Surachate Hakparn, conocido como “Big Joke”, exsubdirector de la policía, a quien acusan de intentar inculpar al español de un crimen premeditado.
De resultar condenado a la pena capital, se abriría un complicado escenario legal y diplomático dado que es el hijo de dos figuras públicas españolas. Por su parte el jurista Marcos García Montes (quien defiende a Sancho), ha insistido en que no hay motivo para temer una sentencia de muerte, refutando la existencia de pruebas que puedan llevar a tal extremo.
Este controvertido caso ha sido objeto de múltiples análisis y seguimientos en medios españoles principalmente por la implicación de Sancho en un presunto asesinato en Tailandia. La defensa no solo se ha centrado en afirmar la accidentalidad del deceso de Arrieta, sino también en destacar las posibles violaciones a los derechos procesales del acusado durante su arresto e interrogatorio inicial.
En tanto que la Corte de Koh Samui ha rechazado las peticiones de los abogados españoles de Daniel Sancho para estar presentes en la lectura de la sentencia, mientras que los familiares del médico colombiano optaron por dejar todo en manos de su defensa y no asistirán a la diligencia.
Por su parte, Infobae España reveló que por parte del mismo Sancho fueron revelados detalles dentro de la cárcel, que apuntarían a que podría burlar la pena de muerte. Todo debido a “una gran cantidad” que habría desembolsado la familia del hoy acusado para obtener su libertad. Sin embargo, el mismo medio aseguró que fuentes cercanas al caso tienen “pruebas muy claras” para demostrar que Sancho tuvo la intención de matar a Arrieta desde el principio. “Estaba preparado para matar”, mencionan.
Esto se suma a que “Daniel le dice a la gente en la prisión que será libre, ya que su padre pagó una gran cantidad a alguien”, se aseguró desde el entorno del detenido.