Cuando el peor de los criminales de la historia de Colombia, Pablo Escobar, sometió al país en la nefasta época del denominado narcoterrorismo, a finales de la década de 1980 e inicios de la 1990, hubo miles de colombianos, que aunque poco se les recuerda, se opusieron y lucharon contra el capo, incluso ofrendando su propia vida.
Uno de ellos fue el general Valdemar Franklin Quintero, que fue asesinado el 18 de agosto de 1989 en un atentado que perpetraron asesinos a sueldo al servicio del Cartel de Medellín, cuando se desempeñaba como comandante de Policía en el departamento de Antioquia, entonces epicentro del imperio narcotraficante de Escobar.
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Tras su trágica desaparición, el mismo día en que ocurrió el magnicidio del entonces candidato presidencial del Partido Liberal, Luis Carlos Galán, el presidente, en esa nefasta época, Virgilio Barco, lo ascendió póstumamente a brigadier general y le declaró la guerra a la organización terrorista de Los Extraditables, como la denominó Escobar.
El alto oficial se formó en la Escuela de Cadetes de la Policía Francisco de Paula Santander, así como abogado en la universidad la Gran Colombia y, posteriormente, hizo un posgrado de criminalística en la Universidad Complutense de Madrid, en España.
Desde entonces se destacó dentro de la Fuerza Pública por sus importantes resultados contra la criminalidad en los departamentos de Caldas y Boyacá, donde también fue comandante departamental. Además, fue decano de estudios en la escuela de cadetes y subdirector de la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada.
En un video que elaboró la Policía Nacional, con motivo de los 30 años de su trágico deceso, se señaló que por su calidad de “incorruptible” llegó a la comandancia en Antioquia, que también, como todas las instituciones del Estado en Colombia, sobre todo en esa época, estaba siendo cooptada por las mafias del narcotráfico, a la que les asestó duro golpes, por lo que se convirtió en otro de sus objetivos.
Precisamente, un mes antes de su asesinato, el alto oficial se salvó milagrosamente de un atentado en su contra que perpetró el Cartel de Medellín con dinamita, pero en el que resultó muerto el entonces gobernador del departamento, Antonio Roldán Betancur, junto con cinco personas más que lo acompañaban.
Sin embargo, Escobar ya tenía al país en sus garras al punto que el valiente general Quintero sabía que no se salvaría de la sentencia de muerte del infame delincuente, por lo que incluso renunció a su esquema de seguridad, ya que no quería más huérfanos y viudas.
El día de su asesinato se despidió de su esposa y sus hijos porque sabía que no habría forma de que lo salvaran. Luego se desplazó en su vehículo, cuando fue interceptado por los secuaces del capo que abrieron fuego sin piedad en su contra, hasta quitarle la vida, en la mañana del 18 de agosto.
Aunque la terrible noticia provocó un gran impacto a primeras horas, el también desafortunado crimen de Galán provocó que pasara a segundo plano el asesinato del general Quintero.
A 35 años de su infame homicidio, desde la cuenta oficial de X del partido Nuevo Liberalismo, que creó Luis Carlos Galán, recordaron su sacrificio.
“Rendimos homenaje al General de la @PoliciaColombia Valdemar Franklin Quintero, asesinado hoy hace 35 años. Enfrentó con valentía y firmeza el narcotráfico. Su vida y sacrificio heroico serán siempre fuente de inspiración para perseverar en la búsqueda de una Colombia justa (sic)”, publicaron.
Lo mismo hizo el hijo del entonces candidato y hoy dirigente de esa colectividad con otra publicación en esa red social: “No olvidemos a nuestros héroes @PoliciaColombia (sic)”.
Precisamente, en el nuevo liberalismo no pasaron por alto esta trágica fecha, donde su líder fundador fue asesinado por el narcotráfico.
“El dolor, que sigue presente, lo hemos convertido en fortaleza. Fortaleza para seguir adelante, perseverar en el sueño de una Colombia justa con plena igualdad de derechos y oportunidades para todos nuestros compatriotas (sic)”, trinaron.