Oyente sostuvo al aire que en Monserrate hay vampiros y se dedican a desmembrar personas

Una amiga cercana, dijo, habría estado relacionado en por lo menos dos ocasiones con dichos seres de la mitología mesopotámica

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Su amiga habría estado relacionada en por lo menos dos ocasiones con los vampiros - crédito montaje realizado con imágenes de iStock
Su amiga habría estado relacionada en por lo menos dos ocasiones con los vampiros - crédito montaje realizado con imágenes de iStock

A 12.000 kilómetros de donde se registraron los primeros relatos sobre vampiros, un oyente anónimo sostuvo durante un programa de radio, con varios años al aire, que una de sus amigas más cercanas habría estado relacionada en por lo menos dos ocasiones con “los chupasangre”.

Así lo dio a conocer en una entrevista concedida para el Cartel, que conduce Daniel Palacios, en la que reveló que, a pesar de tener yacimientos de oro y petróleo en su finca, la amiga que protagoniza esta historia no habría podido venderla, por cuenta de los rumores en la zona sobre actividad paranormal.

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Sin embargo, su primer contacto con dichos seres fue a través del relato de otro amigo, que tenía una productora televisiva y, a raíz de una serie de cuerpos hallados detrás de Monserrate, sumado a múltiples desapariciones, decidió instalar unas cámaras en los árboles, las primeras de ese tiempo y, pasados unos días, fue a retirarlas:

Según dice, la única manera de diferenciarlos es su tez pálida y su poder adquisitivo, ambos escasos en Colombia - crédito @dani3palacioss / TikTok

Empezaron a revisar lo grabado, todo el material fílmico y se dan cuenta de algo espeluznante. Unos seres que flotaban sobre los árboles se trasladaban de árbol en árbol levitando, una levitación muy suave. Y en las cámaras quedó registrado cómo estos seres cogían a personas y las desmembraban vivas. Absorbían su sangre y parte de su carne también”.

Y añadió: “No faltó el osado y el director de la productora, con sospechas sobre donde venían estos seres y donde estaban escondidos, decidió adentrarse tras el cerro de Monserrate y llegó hasta una mansión que estaba del otro lado de la montaña. Al llegar, se encontraron con personas comunes y corrientes, pero con tez pálida, parecían oligarcas y extranjeros. Este señor director decide confrontarlos, decide entrevistarlos y ellos acceden. El supuesto jefe de estos seres decide atenderlo, concederle una entrevista, pero con la única condición de que no saliera al aire”.

Él acepta, pero alguien de su equipo decidió transmitir la entrevista por televisión abierta, aunque en la madrugada y, pasados unos días “empezaron a llegar las amenazas. El equipo de producción y el director tuvieron que salir del país y aún no se sabe si los vampiros siguen estando ahí. Es la gran incógnita por las tantas desapariciones que ocurren cuando la gente se debía por detrás del peatonal cuando van a subir al cerro”.

Tras dar por finalizado su relato, el hombre dijo que no podía brindar más detales sobre lo ocurrido - crédito montaje realizado con imágenes de Menedent y Depositphotos
Tras dar por finalizado su relato, el hombre dijo que no podía brindar más detales sobre lo ocurrido - crédito montaje realizado con imágenes de Menedent y Depositphotos

“En su finca hay un grupo de obreros, de campesinos, que se parecen todos entre sí, algo así como hermanos. Un día ella lleva un galón de arequipe, en uno de esos frascos de vidrio de cinco o seis litros, se lo regala a una campesina y se lo come todo, entonces, le pregunta: ¿No le va a dejar a su marido? Y le respondió que no”.

Según comentó en entrevista, su amiga era muy buena patrona, pero “los trabajadores le pagaban muy mal y notó como, de un momento a otro, empezaron a aparecer mordeduras en el cuello de su ganado, dos puntos, pero no se registraron muertes entre bovinos”.

Sin embargo, en la noche también notó algo extraño y era que aparecían seres brillantes en la noche, que danzaban, entonces, empezó a tomar terapia, pensando que podían tratarse de visiones.

Castillo de Bran, conocido como el Castillo del Conde Drácula, en Transilvania - crédito ShutterStock España
Castillo de Bran, conocido como el Castillo del Conde Drácula, en Transilvania - crédito ShutterStock España

En una de esas sesiones tuvo un disgusto con su psicólogo y decidió dejar el tratamiento, hasta que un día recibió una llamada de su terapeuta en la que le pedía que se reunieran y, a la semana, cuando entró a su consultorio había otras 10 personas “entonces, ella le preguntó al psicológico quiénes eran y él fue presentando uno por uno, indicando su profesión: sociólogo, antropólogo, historiador, etc.”.

Desconcertada, sin saber aún por qué había sido citada, junto a tan extraño grupo de profesionales, le explicaron que estaba haciendo seguimiento a un grupo de personas, que eran europeas, “primero estuvieron en Transilvania, después migraron a otras partes de Europa, Estados Unidos y empezaron a bajar por Centroamérica hasta llegar a Colombia e instalarse detrás de Monserrate”.

Sugirieron que ellos estarían detrás de las marcas en su ganado, pero eso no es todo, el oyente insistió que “aquí en Colombia hay muchos vampiros. Son gente oligarca, gente que está camuflada en sociedad. Son dueños de empresas muy grandes y estarían haciendo este tipo de rituales en los que se alimentan de sangre, carne y la energía que traen”.

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