A través de su cuenta oficial de la red social X, el actual alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, recordó a su padre que fue asesinado el 18 de agosto de 1989 en un acto proselitista, cuando era candidato a la Presidencia de Colombia.
Y es que ese año es considerado como uno de los más trágicos en la historia reciente del país, luego de que el peor los criminales colombianos, Pablo Escobar, emprendiera una ofensiva total contra el Estado para impedir que revivieran el tratado de extradición a Estados Unidos que lo afectaría a él y al resto de miembros del Cartel de Medellín, su organización narcotraficante con la que sometió al país.
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Esa estructura, de las más violentas del hampa colombiano, inició entonces una serie de atentados en las principales ciudades del país para atemorizar a la población y doblegar a las instituciones dentro de un periodo que los historiadores han denominado como el Narcoterrorismo.
Ese año se registraron hechos que evidenciaron la convulsión en la que se encontraba Colombia, cuyo preámbulo fue la masacre de la Rochela, un corregimiento del municipio de Simacota (Santander), donde paramilitares asesinaron a 12 funcionarios judiciales que investigaban crímenes en esa zona del oriente del país.
Después, en marzo, inició la violencia en contra de precandidatos a la presidencia de Colombia como el de José Antequera de la Unión Patriótica, al que ultimaron en el aeropuerto El Dorado, así como resultó herido en un atentado el entonces precandidato del Partido Liberal Ernesto Samper.
Pero también contra personajes que se oponían a Escobar, como fue el caso del exgobernador de Boyacá, Álvaro González Santana, que era padre de la juez Martha Lucía González, una de las primeras operadoras de justicia que procesó penalmente al capo.
Incluso Los Extraditables, como Escobar denominó a su grupo narcoterrorista, atacaron a altos funcionarios del Estado entre los que estaban el gobernador de Antioquia en esa época, Antonio Roldán Betancur, que pereció junto a cinco personas más en un atentado con dinamita en Medellín.
Pero el magnicidio que terminó por sacudir al país fue el del entonces candidato presidencial del Partido Liberal, Luis Carlos Galán, que fue asesinado por sicarios al servicio del Cártel de Medellín cuando realizaba un acto de campaña en el municipio de Soacha, a media hora de Bogotá.
Desde entonces el político se convirtió en uno de los mártires más visibles de la lucha contra el narcotráfico en Colombia, junto con el ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, y del director del periódico El Espectador, Guillermo Cano, también asesinados por sicarios de Escobar.
Todos ellos se encargaron de desenmascarar el contubernio entre algunos funcionarios del Estado con los narcos, así como promovieron el retorno de la extradición en el país, lo que les significó que se convirtieran en objetivo del criminal.
Como consecuencia del homicidio de Galán, el entonces Gobierno del presidente Virgilio Barco le declaró la guerra al Cartel de Medellín que restableció la extradición por vía administrativa. A su vez la organización de Escobar hizo lo mismo en un carta.
Al rememorar esta fatídica fecha, el hoy alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, recordó los valores que le legó su padre, que ya se había destacado como servidor público al ser concejal en la capital colombiana, senador en dos ocasiones, una por Cundinamarca y la otra por Santander, así como ministro de Educación en el Gobierno del presidente Misael Pastrana.
“Hace exactamente 35 años lo asesinaron. Un 18 de agosto, pocos minutos antes de las 9 de la noche. Nunca apeló a la violencia, siempre buscó los cambios dentro de las instituciones. Nada lo hizo retroceder, ni las amenazas ni los ataques. Estas palabras hoy me guían: Hablar con la verdad y no prometer milagros (sic)”, expresó.
El mandatario distrital adjuntó en su trino un video, en el que su progenitor señalaba los retos que implicaban ser presidente en Colombia.
“Al país no hay que prometerle milagros, el que lo haga es un mentiroso, un farsante”, señalaba Luis Carlos Galán en unos de los apartes de la entrevista que le hicieron en esa ocasión.