Sin carros ni motos: este es el pueblo de Colombia en el que todos se mueven o en canoa o a pie

Sus 7.000 habitantes, 90% de ellos de ascendencia indígena, conviven con guacamayas y delfines rosados

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Los únicos vehículos disponibles son pequeñas canos con remo  - crédito @puertonarino.amazonas / Instagram
Los únicos vehículos disponibles son pequeñas canos con remo - crédito @puertonarino.amazonas / Instagram

Aviones, barcos, motos, camiones y automóviles se han vuelto parte del paisaje, al punto en el que es prácticamente imposible imaginar un lugar del mundo en el que no se les vea paseándose. Sin embargo, a un par de horas de la capital del departamento del Amazonas, existe un pequeño poblado, con apenas 7.000 habitantes, en el que no hay vehículos terrestres motorizados.

Se llama Puerto Nariño y está ubicado en el Amazonas, a solo dos horas de Leticia. El municipio tiene más de 7.000 habitantes, todos andan a pie y es el primer lugar colombiano certificado como destino turístico sostenible; ya que es un lugar muy limpio y se respira mucho aire puro. Acá sí que toca caminar, no esperes a que llegue el bus”, explicó el creador de contenido de origen alemán Dominic Fabian Wolf, mejor conocido como Dominic colombiano.

Algunas familias tienen canoas, que impulsan con remo por el río frente al pueblo - crédito Dominic Colombia / Facebook

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Sus habitantes e, incluso turistas, se ven obligados a convivir estrechamente con la naturaleza. De ahí que, no sea extraño encontrarse con las guacamayas o ejemplares de delfín rosado, mientras se camina por Puerto Nariño.

La población es más del 90% indígena y las casas no están amontonadas. Sin embargo, lo que más gusta es el mirador sobre el pueblo y el lago Tarapoto que es la reserva del delfín rosado en Colombia”, explicó Wolf.

Puerto Nariño se encuentra a dos horas de la capital del departamento  - crédito @puertonarino.amazonas / Instagram
Puerto Nariño se encuentra a dos horas de la capital del departamento - crédito @puertonarino.amazonas / Instagram

Lo únicos medios de transporte disponibles en la zona son pequeñas embarcaciones (en su mayoría con remo), bicicletas y uno que otro equino, en el que los habitantes del pueblo realizan su compras, trasteos y recorren los tramos más difíciles.

Pero, en términos generales, los motores no comprometen ni el aire ni el silencio en el pueblo; un beneficio por el que los habitantes del lugar parecen estar dispuestos a seguir desplazándose como sus ancestros, así sean de los únicos en todo el territorio nacional.

Ninguno de sus 7.000 habitantes tiene un vehículo motorizado - crédito @puertonarino.amazonas / Instagram
Ninguno de sus 7.000 habitantes tiene un vehículo motorizado - crédito @puertonarino.amazonas / Instagram

Cada puesta en marcha compromete la calidad del aire, sobre todo en ciudades principales como Bogotá y Medellín

En un esfuerzo por comprender y mitigar las consecuencias del cambio climático en Colombia, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) han realizado un estudio detallado sobre las emisiones de gases y su impacto en el aire. La ingeniera Verónica Valencia Hernández, de la Sede Medellín de la UNAL, lideró esta investigación, que no solo analiza las repercusiones climáticas, sino que también propone una serie de políticas públicas para enfrentar esta problemática de cara al año 2050.

El estudio destaca la necesidad urgente de implementar cambios significativos en el sector del transporte, especialmente en áreas críticas como Bogotá y el Valle de Aburrá, que presentan altos niveles de contaminación. Según los datos del Instituto Nacional de Salud (INS), en 2021, la contaminación del aire en Colombia fue responsable de 15.681 muertes, relacionadas principalmente con enfermedades cardíacas isquémicas y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.

Con el fin de reducir las emisiones de gases tóxicos como el monóxido de carbono (CO) y el dióxido de carbono (CO₂) que emiten los vehículos, la investigadora propuso una serie de 17 políticas públicas. Entre estas medidas se incluyen la chatarrización de vehículos de carga y la imposición de impuestos dirigidos a disminuir las emisiones de CO2 y partículas PM. Para dar solidez a su propuesta, Valencia Hernández utilizó un modelo matemático con el que simuló la realidad de Bogotá y de los diez municipios que conforman el Área Metropolitana del Valle de Aburrá: Barbosa, Copacabana, Girardota, Bello, Medellín, Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas.

El estudio subraya la importancia de descarbonizar el sector transporte y adoptar estrategias sostenibles para abordar la crisis climática. La investigadora afirmó que la mayoría de los gobiernos han empezado a buscar maneras de eliminar o reducir significativamente las emisiones de carbono para lograr un sistema de transporte más sostenible.

Los modelos matemáticos y la metodología implementada permitieron a la ingeniera simular políticas y prever su impacto en las dos regiones estudiadas, proporcionando así un marco para tomar decisiones informadas y efectivas. De esta manera, las conclusiones de la investigación no solo delinean una ruta clara de acción para el gobierno colombiano, sino que también aportan una perspectiva esencial sobre la relevancia de cambiar los patrones de movilidad para disminuir la contaminación y mejorar la salud pública.

Con esta iniciativa, Verónica Valencia Hernández y su equipo esperan contribuir de manera significativa a la formulación y aplicación de políticas que protejan el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, enfrentando de manera efectiva los retos del cambio climático con miras al futuro.

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