Fin del bloqueo del ELN en Chocó generó tensión con el Ejército: lo catalogó como “un acto de hipocresía”

El anuncio del Ejército de Liberación Nacional (ELN) sobre el fin del bloqueo armado en el departamento de Chocó generó diversas reacciones, tanto en las comunidades afectadas como en las autoridades nacionales. La imposición, que comenzó a las 6:00 a. m. del domingo 11 de agosto, buscaba, según la guerrilla, devolver la normalidad a la región; sin embargo, la realidad en terreno reveló un panorama complejo, donde la normalidad es una aspiración distante para las más de 50.000 personas confinadas en esta área.

El comunicado emitido por el ELN no solo abordó el cese del bloqueo, sino que presentó una crítica abierta al Estado colombiano, responsabilizándolo de la crisis humanitaria en Chocó. Según la guerrilla, el abandono estatal y la pobreza estructural son factores determinantes que contribuyendo al sufrimiento de las comunidades. En este contexto, el grupo armado hizo un llamado a diversas instituciones, como la Defensoría del Pueblo y la iglesia católica, a intervenir y visibilizar la realidad que viven los habitantes de la región.

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Sin embargo, desde la perspectiva del Ejército Nacional, este gesto del ELN fue interpretado de manera diferente. El coronel Román Fonseca, comandante encargado de la Décima Quinta Brigada, calificó el anuncio como un acto de “hipocresía”, al señalar que el grupo armado no puede proclamar la protección del pueblo mientras perpetúa el conflicto y la violencia en la región.

“Este es un acto de hipocresía, porque no sé qué intención, es decir, que están protegiendo al pueblo cuando realmente lo están perjudicando”, señaló el oficial, de acuerdo con RCN Radio.

La respuesta del Ejército Nacional reflejó un escepticismo comprensible, dado el historial de enfrentamientos y hostilidades que enmarcaron la relación con el ELN. Para el coronel Fonseca, las acciones del grupo armado no pueden interpretarse como un verdadero compromiso con la paz, sino como una táctica para ganar tiempo o mejorar su posición negociadora, mientras las comunidades siguen sufriendo las consecuencias.

El Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, del ELN, anunció a través de un comunicado que levantará el paro armado en el departamento de Chocó, como se menciona anteriormente. Esta medida, que había causado confinamientos y temor en la región durante varios días, llega tras el rechazo de la delegación del Gobierno, que participa en los diálogos de paz, a los bombardeos de la fuerza pública en la zona.

En el comunicado, el ELN destacó que la crisis humanitaria en Chocó “no se debe a su accionar, sino a un abandono del Estado, a los incumplimientos de sus responsabilidades sociales y a la falta de voluntad política para brindar a las comunidades condiciones de vida digna”. Además, el grupo guerrillero responsabilizó a las fuerzas del Estado y al paramilitarismo por la situación de violencia e impunidad en el departamento.

“En estos territorios, habitados por una población sumida en la pobreza, todo lo que hacen las fuerzas represivas del Estado, llámese policía, ejército, armada o paramilitares, en contra de las comunidades, queda en la impunidad”, se lee en el documento.

El paro armado había mantenido confinadas a cerca de 50.000 personas en municipios como Nóvita, Istmina, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan. La gobernadora del departamento, Nubia Carolina Córdoba, había denunciado previamente la instalación de minas antipersonales y el miedo generalizado en la región: “La movilidad en el río, principal arteria de las comunidades rurales, no existe. Hay altísima zozobra y miedo”, afirmó la mandataria.

El ELN justificó el temor de las comunidades, pero insistió en la necesidad de “desenmascarar y exponer al país el accionar criminal del estado”. Aunque el paro armado parece que llegó a su fin, las tensiones y los desafíos para la paz en Chocó persisten.