La tranquilidad de la zona costera del departamento de Córdoba se vio abruptamente interrumpida la noche del viernes 16 de agosto, cuando el hallazgo de un cadáver en una carretera del municipio de Moñitos encendió las alarmas entre los habitantes de la región.
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El cuerpo, aún sin identificar, presentaba múltiples impactos de bala en la cabeza, en lo que parece ser un claro mensaje de violencia extrema. Junto al cadáver, los perpetradores dejaron un macabro mensaje: “Se mató por rata, vamos por todas las ratas”. Este escrito ha desatado el temor en la comunidad ante la posibilidad de que este asesinato sea el preludio de una serie de crímenes selectivos o, como algunos temen, una mal llamada ‘limpieza social’.
Las autoridades locales se encuentran en máxima alerta, investigando el caso para esclarecer los hechos y evitar que se genere un clima de pánico en la población. El cuerpo de la víctima ha sido trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en el municipio de Lorica, donde se espera que su identidad sea confirmada en las próximas horas.
Las autoridades han solicitado la colaboración de la ciudadanía para aportar cualquier información que pueda contribuir a esclarecer el caso, por tal razón han dispuesto diversos canales de comunicación en Córdoba. Mientras tanto, la comunidad permanece en estado de alerta.
La ‘limpieza social’ es un fenómeno violento que ha afectado a diversas regiones de Colombia durante décadas. Se refiere a la práctica de eliminar, mediante asesinatos selectivos, a personas consideradas indeseables por grupos ilegales o vigilantes, tales como delincuentes, consumidores de drogas, trabajadoras sexuales, indigentes y, en ocasiones, miembros de la comunidad LGBTQ+. Este tipo de actos suelen ser perpetrados por grupos paramilitares, bandas criminales, o incluso por fuerzas clandestinas que buscan imponer un orden social basado en su propia interpretación de la moralidad y la justicia.
La ‘limpieza social’ no solo atenta contra la vida de personas vulnerables, sino que también crea un ambiente de miedo y represión en las comunidades. Según la Defensoría del Pueblo, estos actos constituyen violaciones graves a los derechos humanos, incluyendo el derecho a la vida, la seguridad personal y la libertad. Además, se trata de un fenómeno que perpetúa la violencia y la ilegalidad, socavando el estado de derecho y la confianza en las instituciones del Estado.
Las repercusiones de la ‘limpieza social’ son múltiples y devastadoras. En primer lugar, contribuye a la normalización de la violencia como medio de resolver problemas sociales, lo cual debilita las estructuras legales y judiciales. En muchas ocasiones, estas prácticas se llevan a cabo con impunidad, debido a la falta de denuncias o el temor a represalias, lo que perpetúa un ciclo de violencia y desprotección en las comunidades afectadas.
Además, estos homicidios selectivos generan desplazamientos forzados, ya que las personas que se sienten amenazadas buscan huir de las áreas donde estos grupos ejercen control. Por otro lado, la estigmatización y criminalización de ciertos grupos sociales puede llevar a una mayor exclusión y marginación, agravando las condiciones de vulnerabilidad y pobreza. En lugar de resolver los problemas sociales subyacentes, la ‘limpieza social’ tiende a perpetuar un círculo vicioso de violencia y discriminación.
Polémica en el municipio de Moñitos por foto de pescadores
Aunque en el municipio cordobés no solamente ha sido tema el violento homicidio, también se han difundido a través de redes sociales una serie de fotografías en los que se aprecian a los pescadores de Moñito posar con un enorme pez espada de casi 3 metros de largo.
La impactante imagen ha despertado una ola de comentarios negativos sobre el impacto que puede tener que se incentive la casa arbitraria de especies que no están en peligro de extensión, pero que si corren riesgo en algunas regiones por la pesca indiscriminada.