Con machete y cruceta, taxista atacó a dos jóvenes con los que tuvo un disgusto en Medellín

Un nuevo hecho de intolerancia vial empaña el buen nombre del gremio taxista en Medellín, luego de que uno de sus integrantes agrediera brutalmente a dos jóvenes motociclistas con lo que inició una discusión por un altercado en la vía.

Así quedó registrado en una serie de videos de aficionados que, desde sus casas, grabaron lo ocurrido tras ser atraídos a la calle por los gritos de los transeúntes.

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Según se aprecia en la grabación, difundida por canales de denuncia ciudadana como Denuncias Antioquia, los jóvenes motociclistas, que además son hermanos, se encontraron con el agresor en una intersección en la que, se presume, estuvieron a punto de chocar.

El incidente, que se dio en circunstancias desconocidas, incluso, para quienes lograron registrarlo con su teléfono celular, generó una gran molestia en el taxista que, lejos de intentar solucionarlo a partir del diálogo, decidió sacar de entre su vehículo un machete y una cruceta para agredir a los motociclistas.

En la pieza es evidente como ellos tratan de calmarlo y se protegen, interponiendo sus cascos, pero, aun así, el hombre decidió continuar la arremetida, con todo y que estaba siendo persuadido por los hermanos y quienes pasaban por el lugar.

“Medellín se ha vuelto una ciudad violenta”, “Conclusión: no sfalta cultura ciudadana en todo el país”, “Que viva Uber, Didid, InDrive y las demás aplicaciones”, “Por gente como este señopr es que se daña todo un gremio. Es muy triste ver como, en lugar de enaltecer su profesión, para recobrar el interés de los ciudadanos, culpan a las plataformas de servicio”, “Prestan un pésimo servicio, son groseros, gamines y fuera de eso se quejan de las plataformas de servicio”, “En Medellín se maneja mucho estrés, más entre conductores públicos y sumado a eso no hay mucha cultura ciudadana”, “¿Su comportamiento agresivo también es culpa de las plataformas?”, se lee en algunas de las reacciones al incidente.

Un estudio realizado en 2017 por la Universidad de Temple en Filadelfia reveló que ciertas personas, a pesar de parecer pacíficas y racionales, pueden experimentar explosiones de ira incontrolable cuando se enfrentan a situaciones de estrés en el tráfico. Este fenómeno se conoce como “síndrome de ira al volante” y se caracteriza por una transformación radical de la personalidad, que puede incluir desde improperios y gestos ofensivos hasta agresiones físicas.

El informe, publicado en la revista Psychology & Marketing, fue enfático en que algunos patrones de personalidad específicos, como la competitividad y la obsesión por el estatus, se ven particularmente estimulados por el estrés del tráfico. Estas personas consideran la conducción como un entorno competitivo, donde se miden constantemente con otros conductores.

El estudio, que incluyó encuestas a 134 hombres y mujeres con un promedio de edad de 23 años y un relevamiento de 298 personas, identificó que dentro del grupo de conductores más propensos a manifestar ira al volante se encuentran aquellos con rasgos narcisistas. Este tipo de personalidad se caracteriza por una percepción exagerada de la propia superioridad, lo que los lleva a interpretar que tienen derechos más flexibles a la ley y a ser intolerantes tanto con errores ajenos como con maniobras irresponsables propias. Según los investigadores, estos individuos son más proclives a mostrar comportamientos irracionales al volante.

El “síndrome de ira al volante” no solo se manifiesta en conductas agresivas verbales, sino que puede escalar progresivamente hasta la pérdida completa del control del vehículo, poniendo en riesgo no solo al conductor en cuestión, también a otros usuarios de la vía.

Dichos hallazgos parecen un llamado a comprender cómo el estrés del tráfico puede desencadenar reacciones extremas en ciertos individuos y cómo la personalidad juega un papel crucial en estas transformaciones de comportamiento. Además, abrió la puerta a futuras investigaciones que podrían ayudar a desarrollar intervenciones y estrategias para mitigar estos episodios de ira, promoviendo una conducción más segura y civilizada.