En su gira por Colombia, el príncipe Harry y Meghan Markle hicieron una parada notable en Cartagena, donde la cultura y los programas sociales ocuparon un lugar central en su visita planificada. La pareja real se presentó en una escuela dedicada a la preservación de las tradiciones culturales a través de la educación musical y el compromiso comunitario.
Los duques de Sussex hicieron su entrada en un automóvil acompañado por una caravana de doce vehículos de las fuerzas de seguridad. Debido a su presencia en la ciudad, se implementaron medidas de restricción excepcionales, similares a las aplicadas a los jefes de Estado. La pareja además contó con la compañía de la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez.
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Durante su visita a la Escuela Taller Tambores de Cabildo de la Boquilla, la pareja, junto a la alta mandataria, tuvieron la oportunidad de participar de una clase magistral de tambores, en la que aprendieron los diferentes toques y la manera de golpear el instrumento con las manos para generar ritmo musical. Escucharon canciones como La titulación, Oda raizal y Puertas de libertad, y el grito unánime de la comunidad que exclamaba: “Yo no me voy, aquí me quedo. Esta tierra es mía, soy boquillero”.
El prícipe Harry, vestido con una camisa de lino azul y pantalones chinos beis, se protegía del sol con unas gafas oscuras. A su lado, Meghan Markle, llevaba un vestido negro de tirantes y combinó su atuendo con un bolso de mano color crema.
El ambiente festivo se intensificó cuando Harry y Meghan participaron en la presentación, sonriendo ampliamente mientras se unían al ritmo de los bongos. El evento cultural se realizó en un edificio tipo granja ubicado cerca del mar Caribe, y duró poco más de una hora.
La seguridad fue estricta, con presencia de soldados fuertemente armados de la Infantería y la Armada colombiana, así como unos 250 agentes y escoltas privados.
Harry y Meghan hacen presencia en San Basilio de Palenque
Los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, prosiguen su gira por Colombia con un profundo interés en las comunidades de ascendencia africana. El sábado 17 de agosto, la pareja real visitó San Basilio de Palenque, una población al sureste de Cartagena que alberga cerca de 3.500 habitantes. De acuerdo con la Vicepresidencia de la República, Palenque fue fundado en el siglo XVII por esclavos fugitivos y hoy mantiene arraigadas tradiciones culturales de raíces africanas como la música, la religiosidad, la alimentación y otras prácticas comunitarias.
Según la Vicepresidencia, este lugar es “un pueblo con profundo significado histórico africano”, y la visita busca resaltar el compromiso con el mejoramiento de las condiciones de vida de estas comunidades.
San Basilio de Palenque no es solo un sitio de gran importancia histórica, sino también un símbolo de resistencia y preservación cultural. El objetivo de la gira de los duques en los últimos dos días es mostrar al mundo que “continúa el trabajo por devolverle la dignidad a los pueblos étnicos y en llevarles oportunidades y bienestar a nuestras mujeres, niños, niñas y jóvenes”, destacó un comunicado de la Vicepresidencia. Con esta visita, Harry y Meghan se comprometen a enfocar sus esfuerzos en iniciativas que puedan proporcionar beneficios tangibles a estas comunidades históricamente marginadas.
La agenda de los duques de Sussex concluye este domingo en la ciudad de Cali, ubicada en la región pacífica de Colombia. Allí, Harry y Meghan Markle asistirán a un foro que aborda las dificultades y logros de las mujeres afrocolombianas y sostendrán reuniones con jóvenes locales. La presencia de los duques en este foro subraya su apoyo a la igualdad de género y la inclusión de las minorías étnicas, un tema recurrente en sus discursos y actividades filantrópicas. “Es fundamental mostrar al mundo que la labor continúa y que los pueblos étnicos deben ser reconocidos y empoderados”, recalcó la Vicepresidencia.