Denuncian que el concejal Carlos Amaris murió por negligencia médica: un vigilante le habría hecho el triage en urgencias

El hermano del político aseguró que su caso no fue tomado con importancia, porque pensaron que solo se trataba de un dolor de oído

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El concejal tenía vómito y
El concejal tenía vómito y dolor de cabeza, finalmente, convulsionó - crédito Pixabay y Ocaña Hoy

Hay indignación por el fallecimiento del concejal Carlos Amaris —de 29 años—, del municipio de Chimichagua (Cesar), por una presunta negligencia médica. Según detalló el diputado Manuel Gutiérrez Pretel en una sesión de la Asamblea Departamental del Cesar, el político fue al Hospital Inmaculada Concepción de Chimichagua para ser atendido por fuertes dolores en un oído. Sin embargo, luego de la inatención de los profesionales de la salud, al parecer, el concejal fue declarado con muerte cerebral.

No puede ser normal, en el caso, como ayer me lo comentaron en el pueblo, que este concejal asistió tres veces a urgencias de este hospital y la respuesta que le daba la parte asistencial es que era un mero dolor de oído, y que se fuera para su casa. Le recetaban algún analgésico”, precisó el funcionario.

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Gutiérrez Pretel contó que, la última vez que Amaris se acercó al centro de salud, convulsionó. Entonces, según su relato, el personal médico se dispuso a trasladarlo a otro hospital, ubicado en el municipio de El Banco, porque era el más cercano. No obstante, presuntamente, en el recorrido no tuvo acceso a oxígeno, por lo que habría llegado casi sin signos vitales al hospital. Luego, lo llevaron a la Clínica General del Norte de Barranquilla, donde falleció el 10 de agosto.

Al parecer, un vigilante habría
Al parecer, un vigilante habría hecho el triage del concejal - crédito iStock

“Se da uno cuenta, sin ser uno experto ni profesional en la materia, de que algo más se pudo hacer desde esa atención primaria en el Hospital de Chimichagua. Algo más se pudo hacer, porque, no puede ser que un ciudadano llegue con un dolor de oído y esto desemboque en una meningitis”, aseveró.

El hermano del concejal, identificado como Daniel Montero, dio detalles de lo que pasó con el político, que, según los síntomas, tenía algo más que un simple dolor de oído. “Encontré a Carlos en la casa de mi mamá tirado en el cuarto. Eran las seis de la tarde. Había vomitado, tenía dolor de cabeza. Me dijo: ‘Siento que me voy a caer cuando camino’”, precisó el ciudadano, en conversación con el medio local El Pilón.

Según relató, llegaron por primera vez al hospital de Chimichagua para su revisión. No obstante, tuvieron que esperar una hora y, además, el personal médico no se habría encargado de evaluar el estado del paciente, sino que otra persona, sin conocimientos al respecto, lo habría hecho.

“En ningún momento la enfermera le realizó un triage. Lo hizo el vigilante. Le dije que venía mal, con vómito, dolor de cabeza, estaba desequilibrado y se caía cuando caminaba”, sostuvo.

Familiar del concejal denunció que
Familiar del concejal denunció que fue trasladado sin oxígeno - crédito Mauricio Dueñas Castañeda/EFE

Luego ingresaron a la enfermería para que le realizaran un lavado de oído. En ese momento, la suegra de Carlos Amaris pidió ayuda a una médica que estaba allí, porque el concejal se sentía muy mal. Sin embargo, la profesional de la salud aparentemente no brindó el apoyo requerido. “La médica decía que eso no ameritaba una remisión”, indicó el familiar al medio de comunicación citado.

La segunda vez que se acercó al hospital fue el 1 de agosto, y solo recibió medicamentos para sus síntomas. Luego, el 3 de agosto, regresó debido al incremento de los dolores y la pérdida de conocimiento que estaba padeciendo, y le recetaron antibióticos y fármacos para aliviar la sintomatología. El 5 de agosto, volvió, alegando que un médico particular lo había valorado y concluido que debía ser remitido.

Diputado cuestionó atención del Hospital
Diputado cuestionó atención del Hospital Inmaculada Concepción de Chimichagua por fallecimiento del concejal - crédito Karina Ausecha Penagos/Colprensa

“Mi papá fue a buscar al médico para que lo atendieran. El médico le dijo que compraran un recolector de orina para hacerle un urocultivo. Cuando estaban en el baño haciendo la muestra, él se desplomó. La novia de Carlos empezó a gritar”, contó. Entonces, comenzó a convulsionar.

Cuando decidieron trasladarlo, detalló, no le pusieron oxígeno porque, al parecer, la bala de oxígeno estaba vacía.

Si a mi hermano lo trasladan el miércoles, estaría vivo. En el hospital de Chimichagua no había oxígeno y luego cuando lo trasladaron no había oxígeno en la ambulancia. Lo que pasó con Carlos es algo terrible, culpa de la prepotencia de los médicos y la negligencia de la administración del hospital, el cual no contaba con los recursos básicos para salvar la vida de mi hermano”, concluyó.

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