Tras el crimen de Vanessa Masmela Soto, una joven de 22 años que iba rumbo a su lugar de trabajo (un call center) en el barrio Concepción, de la localidad de Barrios Unidos, se conoció que el capturado por el caso de hurto y homicidio de la joven fue enviado a prisión luego de su judicialización. La jueza aseguró que la decisión se tomó debido a que se considera “un peligro para la sociedad”.
El caso, que se presentó la mañana del sábado 25 de mayo de 2024, llevó a un proceso judicial que se extendió cerca de tres meses, tiempo que le tomó a la justicia dar con el paradero del hombre, identificado como Pedro Emilio Acosta Ávila.
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“Debemos respetar aquí los derechos ajenos porque aquí en Colombia sí, nosotros tenemos que respetar, no sé si en otras partes, pero yo creo que en todas partes debemos respetar y más la vida de las personas, porque nadie es dueño de la vida de otro ser humano”, fue uno de los argumentos que expuso la juez 54 penal con función de garantías tras dar a conocer su decisión.
El hecho, que se difundió en redes sociales debido a que se conoció el video del momento exacto en el que Soto Masmela fue abordada por Acosta Ávila, quien le ocasionó 12 heridas, y quien luego de quedarse con el teléfono huyó del lugar.
Al respecto, Nicoleth Masmela, prima de la víctima, aseguró: “La verdad me parece que es una falta de respeto. O sea, declararse uno inocente con todas las pruebas que lo apuntan, con videos, con testimonios, con pruebas y declararse inocente. No solo se declaró inocente, fue una falta de respeto, como estaba en la audiencia, simplemente acostado como si no le importara. No le importó la vida de mi prima y tras del hecho se ríe”, destacó Noticias Caracol.
Así dieron con el detenido
De acuerdo con las autoridades, Vanessa fue atacada por un sujeto que intentó robarle su teléfono móvil y le causó varias puñaladas que le resultaron fatales. El crimen ocurrió alrededor de las 5:50 a.m., y las imágenes capturadas por cámaras de seguridad del sector, y revisadas por agentes del CTI (Cuerpo Técnico de Investigación) de la Fiscalía General de la Nación, muestran el momento exacto en que la joven fue atacada y trató de defenderse del asalto.
La prima de Vanessa la describió en entrevista con CityTV como una persona alegre y generosa, siempre dispuesta a ayudar a los demás. “Era una niña de casa”, comentó con profunda tristeza y frustración por la falta de medidas efectivas contra la violencia e inseguridad en la ciudad en ese entonces.
Sin embargo, tres días después los familiares de Vanessa se enteraron de la detención de Acosta Ávila, mientras se encontraban adelantando la velación de la joven la mañana del martes 28 de mayo.
El dolor de los familiares y amigos de Vanessa culminó en un acto solemne esa misma noche, cuando se congregaron en el lugar donde encontraron su cuerpo para rendirle homenaje con velas. La amiga de Vanessa expresó su impotencia ante lo que considera una respuesta insuficiente de las autoridades y la comunidad frente a la delincuencia.
Cifras que alarman por hurto de celulares
Durante los primeros 100 días del 2024, se denunciaron 22.196 robos de teléfonos móviles en Bogotá, informó el concejal Julián Uscátegui del Centro Democrático, al presentar datos que muestran una preocupante tendencia al alza en este tipo de delitos.
La cifra representa el 45% de los hurtos ocurridos durante todo el año anterior, lo que subraya la urgencia de abordar esta problemática en la capital colombiana.
El cabildante señaló que la administración de Carlos Fernando Galán, alcalde mayor de Bogotá, enfrenta serios desafíos en materia de seguridad, incluso cuando celebra sus primeros 100 días de gestión. En particular, Uscátegui criticó la reducción en el número de denuncias de delitos, alegando que esto contribuye a un “subregistro” en la vigilancia de las actividades delictivas.
La preocupación principal, según Uscátegui, es que muchas víctimas no denuncian los robos, con una estimación de que el 50% de los afectados por algún delito prefieren no hacerlo. Esta carencia de denuncias puede deberse al desánimo o a la percepción de ineficacia en el sistema judicial y de seguridad, lo cual resulta en una vigilancia subestimada de la criminalidad.
Sumado a esto, los robos de teléfonos móviles en Bogotá se han vuelto cada vez más violentos. De acuerdo con Uscátegui, en el primer trimestre del 2024, 4.518 robos fueron perpetrados con arma blanca, 2.515 con armas de fuego y 955 con elementos contundentes. Además, 337 casos involucraron el uso de sustancias como la escopolamina, que incapacitan a las víctimas.