Ministra de Ciencia de Petro reveló que su familia fue extorsionada: “El que no pagaba podría ser secuestrado, desplazado o asesinado”

Yesenia Olaya narró su infancia entre amenazantes entornos y un hogar que la guio hacia la ciencia. Su increíble trayectoria académica tiene raíces en el dolor y la determinación

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La ministra colombiana de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya, contó que en su juventud en Tumaco su padre fue extorsionado - crédito Carlos Ortega/EFE
La ministra colombiana de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya, contó que en su juventud en Tumaco su padre fue extorsionado - crédito Carlos Ortega/EFE

La ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia, Yesenia Olaya, reveló que su padre fue objeto de extorsión en Tumaco, donde la familia tenía una tienda de barrio.

Este hecho es parte de su intensa y diversa historia de vida, que la llevó desde su ciudad natal a diversos destinos académicos, tanto nacionales como internacionales, incluyendo una estancia posdoctoral en la universidad de Harvard (Boston, Estados Unidos), de la cual se retiró para unirse al “Gobierno del cambio”. Su ajetreada trayectoria ha sido marcada por el racismo y la violencia, experiencias que impulsaron su activismo político y su compromiso con el cambio social.

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En una entrevista con la revista Bocas, Ángela Yesenia Olaya Requene recordó que cada quince días acompañaba a su madre en viajes de más de cuatro horas en bus desde Tumaco hasta Pasto para asistir a clases en la Universidad Libre de esa ciudad. A los 10 años, estas experiencias le permitieron su primer acercamiento a la historia y la filosofía, aspectos que marcarían su futura carrera académica y profesional.

Olaya creció rodeada por un conflicto constante que afectaba su entorno diario. A pesar de la violencia en su barrio, La Florida, donde muertes y enfrentamientos eran frecuentes, sus padres se esmeraron en mantenerla alejada de esas distracciones, reforzando su entorno con libros y documentales históricos.

Destacada por su cabello rizado y un semblante serio, Olaya confiesa que siempre ha sido “curiosa y contestataria”. Su vida académica lo refleja, con estudios de pregrado en Sociología en Manizales, una maestría y un doctorado en Antropología Social en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y una estancia posdoctoral en Harvard. Esta combinación de curiosidad académica y espíritu contestatario también explica por qué aceptó la invitación del “Gobierno del cambio” a trabajar en pro de la ciencia en Colombia.

Olaya, aseguró que dejo su espacio académico atrás para poder unirse al Gobierno del cambio - crédito @infopresidencia/X
Olaya, aseguró que dejo su espacio académico atrás para poder unirse al Gobierno del cambio - crédito @infopresidencia/X

Durante su gestión, Olaya ha enfrentado varios retos y controversias, incluyendo una acusación de la congresista Jennifer Pedraza sobre supuestas inconsistencias en su hoja de vida. En respuesta, la ministra atribuye tales acusaciones a prejuicios raciales, defendiendo la legitimidad de su experiencia académica y profesional, y destacando las dificultades que enfrenta una mujer joven y afrodescendiente en posiciones de liderazgo.

Olaya también ha hablado sobre los problemas persistentes del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que, a pesar de su compromiso con temas como transición energética y bioeconomía, enfrenta críticas por su presupuesto y manejo. Destacó la importancia de la inteligencia artificial y el desarrollo de algoritmos para mejorar la productividad y la transición a energías renovables como objetivos principales de su cartera.

Recordando su infancia en Tumaco, Olaya menciona la violencia de los años 90 y la ausencia del Estado en las zonas más vulnerables. Su madre, docente en áreas fronterizas, le inculcó desde pequeña la importancia de la educación como herramienta de protección y avance personal.

Aseguró que su madre las mantenía alejadas de la violencia a través de la educación - crédito Cristian Garavito/Presidencia de la República
Aseguró que su madre las mantenía alejadas de la violencia a través de la educación - crédito Cristian Garavito/Presidencia de la República

En la misma entrevista con Bocas, respondiendo a si había sido víctima de violencia en Tumaco, la ministra respondió que:Mi padre tenía una tienda de barrio y fuimos extorsionados. Esa era la política impuesta por esos grupos. El que no pagaba podría ser secuestrado, desplazado o asesinado”.

Añadió que sus padres los cuidaban mucho pues “cuando se escuchaban tiros en el barrio, enfrentamientos entre diferentes grupos, ellos nos decían que esos sonidos eran truenos… pero uno no es ingenuo. Y cada vez que mis papás salían, nos dejaban con llave en la casa para que nadie pudiera entrar, para que no saliéramos a jugar sin supervisión. Cuando llegaron los grupos paramilitares también empezaron unas prácticas de seducción a las niñas”.

Aseguró que los paramilitares rondaban “las escuelas y las seducían con dinero, con moto, con ropa… Y en un contexto de pobreza, muchas caían y caen en esas garras. Entonces, la forma de mi mamá de alejarme a mí y a mi hermana de esas ‘tentaciones’ era por medio de la educación. ‘Salir adelante’ era una expresión muy recurrente en mi niñez”.

Dijo que con el tiempo entendió el actuar de sus padres u que agradece el esfuerzo que hicieron por protegerlos. “’Nosotros estamos haciendo muchos esfuerzos por educarlas, pero va a depender de ustedes las decisiones que tomen’. Ahora entiendo las prácticas sobreprotectoras de mis papás. En ese momento uno dice “no me dejan salir ni a la esquina de la casa”, pero era una política de cuidado frente a todas esas violencias que rondaban diariamente”.

Indicó que con la llegada de los paramilitares a Tumaco, sus padres tomaron la decisión de protegerlas más de manera que nadie pudiera hacerles daño - crédito Carlos Ortega/EFE
Indicó que con la llegada de los paramilitares a Tumaco, sus padres tomaron la decisión de protegerlas más de manera que nadie pudiera hacerles daño - crédito Carlos Ortega/EFE

Desde su integración en la asociación Palenque Vivo durante sus estudios en Manizales, Olaya ha fortalecido su postura política contra el racismo y en pro de la justicia social. Su tesis doctoral sobre El Congal, una vereda fronteriza, y su análisis del impacto de los grupos armados en las comunidades, refuerzan su compromiso con la justicia y el cambio social.

Yesenia Olaya fue recomendada para el cargo ministerial por un profesor de Harvard y, aunque inicialmente presentó su renuncia como viceministra, decidió asumir el liderazgo del ministerio al considerar la importancia de representar a su comunidad. Ahora, enfrenta el desafío de impulsar la ciencia y la tecnología como motores de transformación y promoción de la paz en regiones vulnerables del país, con la ciencia ayudando a impulsar economías lícitas y alternativas sostenibles.

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