El general William Salamanca, director de la Policía Nacional de Colombia, se pronunció en una rueda de prensa realizada por la institución sobre los operativos realizados el martes 13 de agosto, donde se hallaron los elementos que presuntamente señalarían un plan para atentar contra el Palacio de Justicia.
El director confirmó que las autoridades allanaron dos viviendas en el sur de Bogotá, en la localidad de Ciudad Bolívar. “En el primer inmueble se encontraron una maqueta, ocho kilos de amonal (sustancia compuesta por potasio), azufre, 68 cartuchos, dos proveedores de fusil y un chaleco arnés”, afirmó Salamanca.
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En el segundo inmueble que las autoridades lograron investigar, no se encontraron elementos importantes con respecto al atentado. Sin embargo, este inmueble era la vivienda de alias Alarcón, el presunto informante de la investigación, que fue asesinado el 12 de agosto, un día antes de los allanamientos.
Las autoridades dejaron entrever que alias Alarcón está directamente relacionado con el hallazgo de la maqueta y los explosivos. Sin embargo, la única información que brindó la Policía Nacional es que el señalado tenía antecedentes de microtráfico.
El general confirmó que ya se están realizando los operativos de seguridad en Bogotá: “Hay una articulación permanente con el alcalde Galán, con el secretario de seguridad, la Fiscalía, el Ejército de Colombia y la Policía Nacional para poder fortalecer con nuestras capacidades la seguridad en la ciudad”.
“No solo a raíz de estas informaciones que nos dio a conocer la señora Fiscal General de la Nación hemos estado atentos de la seguridad del Palacio de Justicia. Siempre hay una disposición de la Policía Nacional para fortalecer este lugar”, agregó.
Salamanca cerró la rueda de prensa e hizo una declaración sobre la maqueta encontrada. “Pues yo también tengo mis preguntas, si corresponde o no al Palacio de Justicia, pero en principio no podemos suponer nada”.
Los hallazgos de las autoridades
El martes 13 de agosto, las autoridades en Colombia localizaron un considerable alijo de explosivos en el barrio Mochuelo, situado en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá. Además de los explosivos, los investigadores incautaron 60 cartuchos de calibre 5.56 mm, 16 paquetes de explosivo R1 y un chaleco arnés de uso militar. Este descubrimiento ha generado una profunda inquietud, sobre todo debido a la inclusión de una maqueta que parece reproducir las instalaciones del Palacio de Justicia.
Frente a la posible amenaza de un ataque contra el Palacio de Justicia u otro edificio gubernamental, el gobierno, junto con la Policía Nacional y el Ejército, ha adoptado rigurosas medidas de seguridad. Entre estas se encuentran la instalación de sistemas avanzados de vigilancia, el despliegue de equipos antiexplosivos y drones para el monitoreo, así como la presencia de unidades especializadas de los Comandos de Operaciones Especiales (Copes) para asegurar el recinto judicial y sus alrededores.
En este contexto, el secretario general del Senado, Gregorio Eljach Pacheco, envió una comunicación al coronel Álvaro Enrique Mora Rodríguez, jefe del Grupo de Protección del Congreso, solicitando un refuerzo urgente en las medidas de seguridad en todas las instalaciones del Congreso de la República. Eljach Pacheco subrayó la importancia de estas medidas para proteger a los congresistas, funcionarios y ciudadanos, especialmente tras el decomiso del material explosivo en Bogotá.
Las investigaciones preliminares indican que dos personas, cuya identidad aún se está verificando, alquilaron la bodega donde se encontraron los explosivos el 8 de agosto, pagando 200 mil pesos y presentando fotocopias de sus cédulas como garantía. También se investiga un posible vínculo con el tráfico de estupefacientes, con cuatro personas, incluidos dos hombres, dos mujeres y un menor de edad, bajo sospecha.
Asimismo, se reportó que un individuo conocido como alias Alarcón, quien supuestamente almacenaba la maqueta y los explosivos, fue asesinado el 12 de agosto, un día antes del descubrimiento.
La Fiscalía de Colombia prosigue sus investigaciones para determinar los objetivos de los explosivos y cualquier conexión con otros posibles actores involucrados.