El grupo de búsqueda de la Fiscalía en Barranquilla trabaja constantemente para dar con hombres y mujeres que desaparecieron en el corrido del año. Aunque algunos de ellos han regresado a sus hogares, son 13 las personas de las que hace meses no se tiene ningún rastro.
La pared de la entidad se llena con rostros de jóvenes entre los 13 y los 15 años, que podrían ser parte de reclutamiento forzado por aparte de los grupos criminales. Las personas que logran huir y cuentan su testimonio ayudan a las autoridades a esclarecer los hechos y seguir investigando para dar con el paradero de quienes son reportados.
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Tal fue el caso de una joven de 15 años que el pasado sábado salió de su casa en compañía de una amiga con el fin de trabajar; sin embargo, nunca sospechó el elevado riesgo en el que estaría involucrada.
A la menor de edad le habían propuesto vender medicamentos de puerta a puerta, pero terminó en una vivienda en la que se sospecha trataron de abusarla. “Es como una historia que otras dos pelaitas (niñas) hicieron y ellas, por su rebeldía, quisieron hacer lo mismo: pensaron que tenían el trabajo resuelto, se fueron de la casa y terminaron metidas en otra casa extraña, donde entraba gente y entregaba plata de manera sospechosa”, indicó un familiar de la joven al medio Blu Radio.
Una de las niñas que logró escapar, en compañía de las autoridades, trató de rescatar a su amiga. “La pelaita venía en un taxi, pero acompañada de otras personas. Cuando vieron que estábamos con la Policía, el taxi frenó en seco y se devolvió, entonces mi familiar empezó a gritar para que lo persiguieran porque decía que la iban a cascar”, agregó el testigo.
Las autoridades lograron dar con el paradero de la menor de edad; sin embargo, los familiares comenzaron a recibir llamadas extorsivas en las que se les exigió hasta 5 millones de pesos a cambio de revelar el paradero de las niñas, sin saber que ya estaban al cuidado de sus familiares.
Entre marzo y agosto del presente año, la Fiscalía reportó un total de seis menores de edad desaparecidos en Barranquilla. Una de las jóvenes de la cual no se tiene rastro es Ana Valeria Alfaro Cabrera, de 14 años, quien salió de su casa y no se volvió a saber de ella, este caso tiene en alerta a la comunidad debido a que se sospecha un posible asesinato.
El 6 de agosto desapareció Danna Margarita Piña Llanos, de 13 años, fue vista por última vez en el barrio La Sierrita. “No hay que negar que sí hay un tema de instrumentalización de menores como parte de acciones criminales. Es muy preocupante como los cooptan especialmente para el tráfico de estupefacientes y el hurto”, indicó el general Herbert Benavidez, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
“Existe un fenómeno social como el pandillismo que facilita de cierta manera que los grupos criminales capten a los jóvenes”, agregó el uniformado. Uno de los casos priorizado por las autoridades es el de Isamar Algarín Torres, de 28 años, quien desapareció el pasado 11 de mayo luego de haber sido capturada y dejada en libertad por parte de la Policía.
“En la parte de atrás del carro rojo que la deja, había un carro blanco parqueado con las luces en altas. Mi hija entra a una tienda y cuando ella sale el carro rojo que la traía ya no estaba”, comentó al medio anteriormente mencionado Gloria Torres, la madre de la joven.